Un cl¨¢sico nada cl¨¢sico
Madrid y Bar?a se citan en programaci¨®n navide?a, con urgencias para los blancos, el ins¨®lito horario de las 13.00 y la mayor diferencia en el primer duelo liguero desde hace 30 a?os
Un Madrid-Bar?a tan navide?o y a las 13.00 (beIN LaLiga), de espaldas al cliente patrio y entregado a la supuesta audiencia del Lejano Oriente. Este cl¨¢sico solo tiene de cl¨¢sico a los dos contendientes. Son los tiempos de la mediosfera global, dicen los rectores del tinglado. Aquellos que han programado una semana que el lunes cerr¨® la jornada 16 y que desde el martes hasta este s¨¢bado empalma con la 17 con partidos a diario. El f¨²tbol lo aguanta todo. En Espa?a se ha jugado a medianoche y hasta sin p¨²blico sin sanci¨®n mediante. Para desgracia de la clase media-baja, ya son corrientes los encuentros furtivos de los lunes. A la espera del aud¨ªmetro chino, quedaba medir la resistencia del cl¨¢sico que cada curso es el cl¨¢sico de los siglos por los siglos.
Tampoco es muy cl¨¢sico que ya en el reto de la primera vuelta un equipo mire al otro por el retrovisor a once puntos de ventaja. Llegado el primer Madrid-Bar?a liguero, no se daba una distancia parecida entre ambos desde hace 30 a?os, seg¨²n Opta. En 1987, el Madrid lleg¨® al partido con 10 puntos sobre los azulgrana, 15 de haber valido entonces tres puntos la victoria. Hoy, un ¨®rdago para el Madrid, especialista ¨²nico cuando se toma las citas como una final. Es el caso. Distra¨ªdo en temas dom¨¦sticos, por m¨¢s que vea la Liga como algo mundano, medirse al Bar?a es una cuesti¨®n de trascendencia interplanetaria. Adem¨¢s, un traspi¨¦ ante los azulgrana dejar¨ªa a los blancos en una situaci¨®n delicada. Quedarse en la cuneta de la Liga con cinco meses de calendario por delante tendr¨ªa consecuencias en la pasarela europea. A Europa conviene ir con el flotador de la Liga, con una frecuente tensi¨®n competitiva.
Si el Madrid llega a la cita con urgencias, para el Bar?a ¡ªque lleva 24 choques invicto¡ª tambi¨¦n tiene mucha miga. Puede hacer descarrilar al campe¨®n y principal oponente. Al mismo tiempo, reafirmar un proyecto que parec¨ªa abocado al siniestro total tras la pel¨ªcula de terror que le supuso la Supercopa de agosto con los madridistas. Adem¨¢s, el confortable colch¨®n que tiene con el Madrid no es el que dispone con el Atl¨¦tico. Por el radar de los dos jerarcas tambi¨¦n hay vida. La tiene este Atl¨¦tico cuyo segundo puesto no es ortop¨¦dico y que ya tiene a punto del embarque a Diego Costa y Vitolo. Por ahora, este Bar?a m¨¢s fiable que cegador se ha quedado a medias en sus tres visitas de mayor enjundia: Tur¨ªn, el Metropolitano y Mestalla.
El Bar?a llega al duelo m¨¢s menguado que el Madrid. A Zinedine Zidane solo le falta su hijo Luca. El resto, todos al grito de presente en el estado de revista. Incluido Cristiano, al que Geromel le tatu¨® los tacos en un gemelo en la final mundialita con Gremio. Con mayor y mejor cesto que su adversario, el entrenador franc¨¦s puede disponer a su antojo. Ya sea el etiquetado equipo de Cardiff o bien echar el lazo a gente como Asensio o Bale, si es que el gal¨¦s est¨¢ ya para algo m¨¢s que un rato final. Orientados por la derecha, cualquiera de los dos podr¨ªa sofocar el mejor enlace azulgrana: Messi-Alba. Nada quiso desvelar Zidane. Ni siquiera si el brit¨¢nico est¨¢ para 90 minutos, m¨¢xime tras el precedente del ¨²ltimo cl¨¢sico liguero en Chamart¨ªn, cuando reapareci¨® y se fundi¨® a los 35 minutos. Zidane tampoco despej¨® si repetir¨¢ con Kovacic sobre La Pulga, al que arrest¨® en la Supercopa. Eso s¨ª, Zizou desliz¨®: ¡°Contra el Bar?a hay m¨¢s cosas que pensar que contra cualquier otro adversario¡±.
Al contrario que su colega Zidane, Ernesto Valverde llega con lo justo. Sin Dembel¨¨, Deulofeu y Alc¨¢cer no cuenta con m¨¢s atacantes que Su¨¢rez y Messi. Sin Umtiti, el otro ¨¢rea cuelga con pinzas de Piqu¨¦ y Vermaelen. Mascherano ya solo es un reservista para emergencias antes de su inminente jubilaci¨®n china.
Valverde y Zidane coincidieron en que el duelo no ser¨¢ decisivo, pase lo que pase. Una forma de restar ansiedad a los suyos. ¡°Nos molan estos partidos, y este ser¨¢ el m¨¢s complicado en lo que va de temporada, pero no decisivo¡±, afirm¨® el galo. ¡°Quedar¨¢ todo por decidir¡±, apunt¨® el extreme?o. No fue el ¨²nico punto convergente. A Zidane el dichoso pasillo le importa un bledo. Para su colega, que expres¨® su ¡°reconocimiento¡± al Madrid, dado ¡°el cariz medi¨¢tico contaminante¡±, este tipo de homenaje ¡°ha perdido la esencia de hace a?os¡±.
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