Destapar al enemigo interior para vencerlo
La confesi¨®n del problema emocional del azulgrana Andr¨¦ Gomes pone de relieve c¨®mo la presi¨®n que soportan los deportistas de primer nivel puede llegar a comprometer su trayectoria profesional
La mente es un laberinto y habita dentro del ¨®rgano m¨¢s complejo del cuerpo humano. El cerebro regula las sinapsis de 100.000 millones de neuronas, adem¨¢s de controlar las funciones del organismo y el sistema nervioso. Por ello, cuando se produce un conflicto mental los psic¨®logos sugieren la reestructuraci¨®n cognitiva ¡ªel reordenamiento de est¨ªmulos y experiencias negativas¡ª, para solucionar los distintos cuadros de ansiedad derivados de una mala gesti¨®n de las emociones. Sin embargo, nada de esto puede ejecutarse sin el reconocimiento primario del paciente. Por eso, cuando el futbolista Andr¨¦ Gomes expuso abiertamente su radiograf¨ªa psicol¨®gica en una entrevista para la revista Panenka, ¡ª¡°no me siento bien en el campo, no estoy disfrutando de lo que puedo hacer y he llegado a tener miedo de salir a la calle por verg¨¹enza¡±¡ª, realiz¨® un ejercicio m¨¦dico liberador.
Hoy es Andr¨¦ Gomes, pero ayer fueron muchos otros a los que les cost¨® expresarse y transmitir p¨²blicamente el miedo. Lo hizo en su autobiograf¨ªa el futbolista Andr¨¦s Iniesta, capit¨¢n del Barcelona. "De repente uno empieza a encontrarse mal; no sabe por qu¨¦, pero un d¨ªa est¨¢ mal. Y al siguiente tambi¨¦n. Y as¨ª, d¨ªa tras d¨ªa, no mejoras. Tu cuerpo y tu mente se desencuentran, se alejan, y el Andr¨¦s que conoce todo el mundo se est¨¢ quedando vac¨ªo", escrib¨ªa el manchego. La ansiedad tambi¨¦n atrap¨® a jugadores como V¨ªctor Vald¨¦s, Jes¨²s Navas o Bojan Krkic, abrumados en sus inicios, y a much¨ªsimos otros deportistas de ¨¦lite.
Uno de ellos, parad¨®jicamente, Rafael Nadal. Distinguido por su fortaleza mental, el tenista sufri¨® en 2015 el v¨¦rtigo de la competici¨®n, de ser el propio Nadal. ¡°En un momento dado, Rafael perdi¨® la confianza¡±, apunta a este peri¨®dico su t¨ªo y hasta hace muy poco t¨¦cnico, Toni Nadal. ¡°Comenz¨® en Australia, cuando disput¨® los cuartos de final contra Tomas Berdych. En los dos primeros sets perdi¨® 6-0 y 6-2, y la verdad es que yo no entend¨ªa nada; no sab¨ªa cu¨¢l era exactamente la raz¨®n de aquello. Cuando iba a golpear la pelota, ten¨ªa que levantar el brazo y en lugar de eso casi paraba la pelota; entrenaba bien, pero en la pista se bloqueaba por completo. Por lo que sea, se tensaba y la situaci¨®n le desbordaba¡±, expone el preparador.
La convivencia del deportista de ¨¦lite con la presi¨®n supone un nexo indivisible que, mal gestionado, puede arruinar cualquier carrera. ¡°Somos entes din¨¢micos y en funci¨®n de lo que vivamos en cada momento nuestro cuerpo reacciona de una manera u otra. La mente es el conductor del veh¨ªculo y cuando aparece la presi¨®n se genera una hiperactividad que activa el sistema nervioso simp¨¢tico encargado de ampliar los flujos de respiraci¨®n y el ritmo card¨ªaco, lo que dificulta la motricidad¡±, explica Carlos Rey, psic¨®logo deportivo de UPAD, Centro de psic¨®logos de Madrid.
El miedo al estigma
La declaraci¨®n p¨²blica de Gomes resulta una anomal¨ªa, en la misma medida en la que evidencia un drama inherente al f¨²tbol. ¡°Estos cuadros de ansiedad afectan a m¨¢s jugadores de lo que se cree¡±, afirma Jorge Valdano, exjugador y extrenador. ¡°Lo que hizo Gomes es un tratamiento en s¨ª mismo porque le va a ayudar a reconciliarse con un p¨²blico que responde a su llamada de ayuda. No es algo extra?o o que ocurra solo en el f¨²tbol moderno¡±, dice.
La negativa de muchos deportistas a externalizar este tipo de situaciones responde al temor de ser calificados como d¨¦biles o inferiores, en opini¨®n de los expertos consultados. ¡°El que t¨² hables con transparencia no te hace m¨¢s d¨¦bil, sino que en realidad te hace m¨¢s humano¡±, sostiene la psic¨®loga deportiva Patricia Ram¨ªrez. ¡°Antes exist¨ªa una mayor reticencia a recibir nuestra ayuda, debido a la falta de informaci¨®n, pero ahora desde el deporte este trabajo se contempla como un plus, como una parte m¨¢s del staff y no como algo negativo. Ahora muchos deportistas comprenden que se pueden entrenar unas variables psicol¨®gicas que ayuden a mejorar su rendimiento¡±, a?ade.
El miedo a parecer fr¨¢gil impide que se exteriorice el sufrimiento an¨ªmico
A pesar de que el espectro de control del deportista se ha ampliado hasta el apartado psicol¨®gico, no existe consenso en torno a si la exposici¨®n p¨²blica de los problemas emocionales es beneficiosa. ¡°No creo que sea lo m¨¢s recomendable¡±, asegura ?lvaro Dom¨ªnguez, exjugador del Atl¨¦tico y Borussia M?nchengladbach, retirado a los 27 a?os a causa de las lesiones. ¡°Creo que pertenecen al ¨¢mbito m¨¢s privado de una persona¡±, a?ade Dom¨ªnguez, que reconoce haber compartido vestuario con compa?eros inmersos en situaciones todav¨ªa m¨¢s complejas que la de Andr¨¦ Gomes.
¡°Recuerdo que cuando Rafael lo dijo se arm¨® revuelo, pero yo opino lo contrario: en realidad, el que tiene miedo es el que no lo dice. Que Andr¨¦ Gomes haya dicho lo que ha dicho no me parece nada malo; asume que algo falla y va a intentar cambiarlo¡±, aprecia Toni, el escultor de Nadal, que a su vez se desmarca del uso sistem¨¢tico de las ayudas externas. ¡°Cuando Rafael era peque?o, donde entren¨¢bamos contrataron a un psic¨®logo. Para m¨ª era un poco excesivo, porque al fin y al cabo se trata de meter la pelota dentro... Si fallas, la soluci¨®n est¨¢ en que corrijas y entrenes todav¨ªa m¨¢s duro, en vez de buscar otras explicaciones. Una cosa es que uno tenga un problema verdaderamente importante, algo insalvable, porque entonces s¨ª necesita la ayuda, pero si no, m¨¢s que fortalecerte te debilita¡±, asevera.
El deportista como modelo de conducta
¡°Hace muchos a?os, Rod Laver jugaba sin entrenador y lo hac¨ªa muy bien; si ten¨ªa un problema, se lo resolv¨ªa ¨¦l, y si ten¨ªa una mala ¨¦poca trabajaba el triple. Cuando t¨² abusas de las ayudas externas lo que haces es debilitarte; es como cuando tienes un constipado: si lo que haces es meterte en la cama y tomar pastillas, a largo plazo no es bueno. El deporte, en el fondo, tambi¨¦n es eso: jugar cuando est¨¢s atrapado, saber salir de ah¨ª. Trabajando y analizando las situaciones, al final se les da la vuelta. Rafael lo consigui¨®. Si uno se acostumbra a pelear con sus propias armas, le suele ir mejor; si caemos demasiado f¨¢cil en la ayuda externa pasamos a ser siempre dependientes de los dem¨¢s, y eso no es bueno para el ser humano¡±, argumenta Toni.
La concepci¨®n del deportista de ¨¦lite como figura ajena a los males del ciudadano com¨²n contribuye a ampliar las expectativas sobre su verdadera dimensi¨®n profesional y personal. ¡°Los futbolistas actuales son h¨¦roes, gente a la que consideramos muy exitosa y a la que por otro lado no permitimos que dejen de serlo. Esa demanda de la gente hay que llenarla y uno no siempre se siente con la fuerza suficiente¡±, valora Valdano. ¡°Un d¨ªa le coment¨¦ al torero Anto?ete que sus dificultades eran distintas a las nuestras, pues en su oficio iba impl¨ªcita la propia vida. Y me contest¨®: ¡®No Jorge, no te enga?es. ?Yo no le tengo miedo al toro, le tengo miedo a la afici¨®n!¡¯¡±, rememora. ¡°Tambi¨¦n me ocurri¨® con Ruggeri, cuando despu¨¦s de un partido entre el Madrid y el Barcelona en el que no estuvo bien y perdimos, lo quise invitar al d¨ªa siguiente a comer para que se olvidase y me dijo: ¡®?Ir a comer por ah¨ª? ?Yo no me asomo ni a la ventana para que no me vea el jardinero!¡¯¡¯.
El disfraz de h¨¦roe que forzosamente recae sobre el deportista es un concepto peligroso. As¨ª lo advierte tambi¨¦n Toni. ¡°El problema es que desde fuera parece que el deportista es un superhombre, pero los superhombres no existen en ning¨²n sitio. Cualquier persona duda, cualquier persona sufre. Hay que afrontar estas situaciones con naturalidad. Cuando las cosas van mal no toca decir que van bien¡±, se?ala el mallorqu¨ªn. ¡°Los deportistas son modelos de conducta. Aquella gente que est¨¢ triste o ansiosa puede sentirse identificada con ellos, de modo que lo hizo Andr¨¦ Gomes tiene mucho valor porque puede impulsar a otros a dar el paso para buscar ayuda¡±, cierra Ram¨ªrez.
En la vuelta de los octavos de la Champions contra el Chelsea, la grada del Camp Nou recibi¨® a Gomes con una atronadora ovaci¨®n. Lo ¨²ltimo que hab¨ªa escuchado el futbolista (24 a?os) antes de su confesi¨®n en Panenka fueron silbidos y abucheos. Su voluntad de vencer al miedo le ha devuelto el calor del aficionado del Barcelona y un reconocimiento global. Probablemente haya comenzado a ganarle la batalla a su enemigo interior.
LA BATALLA PERSONAL DE JES?S NAVAS
La imagen corresponde a 2005. En ella, Antonio Puerta y Sergio Ramos charlan con Jes¨²s Navas para tratar de convencer a este ¨²ltimo, entonces 19 a?os, de que acuda a la llamada del seleccionador espa?ol de f¨²tbol. ¡°Ni?o, tienes que animarte. Yo te cuidar¨¦¡±, le aseguraba el actual capit¨¢n del Real Madrid, que aquel d¨ªa, 22 de diciembre, comparti¨® un vuelo de Madrid a Sevilla con sus excompa?eros para celebrar la Navidad en casa.
El equipo hispalense hab¨ªa perdido un partido de Liga en Getafe, aunque Navas ya despuntaba en el ataque y era un fijo en las convocatorias de las categor¨ªas inferiores. Sin embargo, entonces el delantero sufr¨ªa p¨¢nico cuando ten¨ªa que alejarse de su familia y padec¨ªa recurrentes crisis de ansiedad. Una de ellas, de hecho, hizo que tuviera que abandonar una concentraci¨®n de la Sub-21.
Para superar el bache, los psic¨®logos del Sevilla aplicaron un tratamiento al jugador, que finalmente consigui¨® espantar los fantasmas y fue rompiendo barreras. Primero debut¨® con la selecci¨®n absoluta, en 2009, y despu¨¦s de jugar 10 campa?as con el Sevilla hizo las maletas y firm¨® por el City. Vivi¨® en Manchester durante cuatro a?os.
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