Ah, pero ?existen acaso los dem¨¢s equipos?

Apuestas por colores. Entre los cul¨¦s, empate a uno (Umtiti, Rakitic). Como estiman m¨¢s a Rakitic, en los penaltis Croacia campe¨®n. Entre los madridistas, empate a uno (Varane, Modric). Como aman m¨¢s a Modric, en los penaltis Croacia campe¨®n. Entre los colchoneros, dos a cero (Griezmann y Lucas). Francia campe¨®n. ?Entre los seguidores de los dem¨¢s equipos de la Liga? Ah, pero ?existen acaso los dem¨¢s equipos? (Codazo inocente dirigido a las autoridades de los peri¨®dicos deportivos, programas radiof¨®nicos y televisivos nacionales).

Extenuante. Nunca el f¨²tbol me hab¨ªa parecido tan f¨ªsico, tan extenuante como en este Mundial. Salvo el Rusia-Arabia Saud¨ª de la jornada inaugural y alg¨²n otro, todos los partidos han sido tremendos, agotadores, sin respiro hasta el ¨²ltimo segundo.

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Impresiona recordar que los finalistas empezaron su temporada en julio pasado, hace un a?o, y han llegado hasta este ¨²ltimo y brutal cap¨ªtulo despu¨¦s de atravesar ligas, copas, Champions, etc., al m¨¢ximo nivel de exigencia. Su preparaci¨®n es fant¨¢stica.

Me inspira m¨¢s admiraci¨®n a¨²n Croacia, que ha necesitado tres pr¨®rrogas para alcanzar la meta. Los rostros de los futbolistas delatan la paliza. Modric y Rakitic, los que m¨¢s conozco, est¨¢n afilados como maratonianos et¨ªopes o como reci¨¦n salidos de un barco de galeras.

Ronaldo y Messi. En el obsesivo enfrentamiento Messi-Ronaldo, las comparaciones se desparejan cuando juegan con sus selecciones nacionales.

Argentina compromete a Messi con un grado de presi¨®n sobrehumana, agravada con la presencia pegajosa de esa sombra histri¨®nica que es Maradona. Si las cosas salen mal, la reacci¨®n del pa¨ªs es la ira. Messi se tiene que esconder.

Portugal es m¨¢s discreto siempre y en todo. Su carga de responsabilidad sobre Cristiano se manifiesta sin avasallar.

Si las cosas salen mal, la reacci¨®n del pa¨ªs es la desilusi¨®n. Pero Ronaldo puede pasear por Lisboa tranquilamente, repartiendo sonrisas y aut¨®grafos.

Ambos, Messi y Cristiano, salieron del Mundial por la puerta trasera.

Pero mientras que Messi sigue silencioso, rumiando su disgusto y arrastrando una losa de cien kilos, Ronaldo se ha quitado la pena mundialista como quien se sacude una mosca.

Y ha regresado a los resplandores con su fichaje por la Juve.

N'Golo Kant¨¦. Aprendimos la asignatura en el a?o 2003. Cuando Makelele se fue al Chelsea descubrimos el peso determinante del centinela en el equilibrio de un equipo. M¨¢s tarde nos graduamos cum laude gracias a Busquets, aunque a este Mundial lleg¨® carbonizado porque para ¨¦l no hubo descansos en toda la temporada.

Sin un buen centinela como Casemiro, Brasil fue eliminado por B¨¦lgica.

Si las alineaciones se hicieran hoy como los chicos hac¨ªamos los equipos en el pasado, a pies, el centinela ser¨ªa siempre el segundo en ser elegido. Despu¨¦s del bueno, o del due?o del bal¨®n.

N'Golo Kant¨¦, el fabuloso mediocentro de Francia, no es de los que venden camisetas. Pero hace posible que en las camisetas que otros venden figuren estampadas estrellas de campe¨®n.