Muguruza encalla en Nueva York

De cara al exterior, un rostro que intenta ser lo m¨¢s neutro posible, aunque conforme se avecina el desenlace va torci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s, hasta que ya no cabe el disimulo; por dentro, un volc¨¢n interior, fuego, furia, ardor, resignaci¨®n. Y entre esas dos dimensiones, una tenista que desde hace tiempo se busca a s¨ª misma y no se encuentra. La consecuencia, una ca¨ªda en Nueva York, en la segunda ronda del torneo, frente a una rival que proced¨ªa de la fase previa y debutaba en el cuadro principal de una gran cita, la 202 del mundo. Karolina Muchova, 22 a?os, imperturbable. Desde hoy, un borr¨®n importante en el expediente de Garbi?e Muguruza, que lo intenta y lo intenta, pero que no da con la respuesta y va difumin¨¢ndose dentro de las pistas.

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Cedi¨® la hispano-venezolana (3-6, 6-4 y 6-4, en 2h 27m) en una velada que se cerr¨® a la una de la ma?ana, hora local, y que a buen seguro dejar¨¢ una herida en su mente. Un episodio visto demasiadas veces en su caso, patinando cuando lo ten¨ªa todo de cara, dejando pasar trenes y al final recomponiendo a una adversaria que no dej¨® pasar la ocasi¨®n para apuntarse una victoria de m¨¦rito, ante la que hace una a?o saliera de Nueva York como la n¨²mero uno del mundo. Parti¨® en 2018 como la dos y hoy d¨ªa es la 12. Ha perdido la br¨²jula y esta vez encaj¨® su derrota m¨¢s severa en un grande, dado que la anterior apuntaba a la de Wimbledon 2016, entonces ante la tambi¨¦n checa Jana Cepelova, 124 del mundo.

Como ha ocurrido varias veces esta temporada, la bicampeona de Grand Slam fue perdi¨¦ndose y enred¨¢ndose, meti¨¦ndose ella sola en un cenagal del que no pudo salir. Hab¨ªa ganado el primer parcial y enderezado el segundo, del 0-3 al 4-4, pero Muchova equilibr¨® y en la resoluci¨®n de la noche Muguruza desperdici¨® la renta inicial (2-0), y acto seguido cuatro bolas de break que hubieran significado un paso trascendente, y que parad¨®jicamente dieron vida a la checa. A partir de ah¨ª, un rengl¨®n torcido y el debate consigo misma, mucho nervio y la cara de angustia, resistencia y suspiros porque no ve¨ªa escapatoria al mal momento, a otra ca¨ªda m¨¢s esta temporada.

Lo intenta y lo intenta Garbi?e, pero el giro no llega. Pudo ser en Par¨ªs, pero Halep la ape¨® en las semifinales y desde entonces el presente se escribe entre lesiones, ausencias y eliminaciones tempraneras. De desilusi¨®n en desilusi¨®n. Otra vez, al igual que ocurriera este a?o en Melbourne y Wimbledon, en la segunda ronda. No le coge el pulso Muguruza a Nueva York ¨Cel l¨ªmite lo marcan los octavos del a?o pasado¨C ni tampoco a un curso ¨¢spero que se le est¨¢ haciendo largo y engorroso. No disfruta en la pista, su juego no ofrece evoluci¨®n y se relega hacia un plano peligroso, porque al deporte muchas veces le falla la memoria. A diferencia de los dos ejercicios anteriores, saldados con un major en la ficha, en este ya se ha quedado sin balas.

Muguruza, hoy por hoy, necesita revisarse a fondo.