Brasil y Argentina en el div¨¢n
El cl¨¢sico mide en semifinales de la Copa Am¨¦rica a una Canarinha sin Neymar y que a¨²n sufre el fantasma del Mineirao y una Albiceleste sin t¨ªtulos desde 1993 y que espera a Messi
Brasil vive un periodo ciclot¨ªmico desde que B¨¦lgica la ech¨® de Rusia 2018 en cuartos. Tite lleg¨® al Mundial como el t¨¦cnico que hab¨ªa rescatado el paladar fino de la Canarinha y se fue entre sombras, con la identidad tiritando y con Neymar lejos de la pelota. Nada parece haber cambiado en la Copa Am¨¦rica. Cambia buenas por malas, sin convencer ante Bolivia (3-0) ni Venezuela (0-0), arrollador frente a Per¨² (5-0), salvado por Alisson en la timba de los penaltis frente a Paraguay (0-0, 4-3). Pero si el Mundial dej¨® grogui a Brasil, a Argentina la tir¨® a la lona, fuera en octavos ante Francia.
La Copa Am¨¦rica parec¨ªa dinamitar finalmente al f¨²tbol argentino, pero por esas cosas que solo el f¨²tbol puede explicar, la Albiceleste, que hab¨ªa perdido ante Colombia (0-2) y empatado frente a Paraguay, se acomod¨® (sin mucho lujo) contra Qatar (2-0) y Venezuela (2-0). M¨¦rito suficiente para medir el estado de ¨¢nimo de Brasil en las semifinales contra Brasil (madrugada del martes al mi¨¦rcoles a las 2.30, Dazn) en el estadio Mineirao, en busca de un lugar en la final de Maracan¨¢ ¡ªChile y Per¨² disputan el otro cruce al d¨ªa siguiente¡ª.
Si Brasil se qued¨® sin Neymar, Argentina anda buscando a Messi. ¡°No est¨¢ siendo mi mejor torneo¡±, dice el 10, que apunta a su cuarta final de Am¨¦rica, despu¨¦s de perder las de 2007, 2015 y 2016, la primera justamente contra Brasil, las otras dos ante Chile en los penaltis, adem¨¢s de la final del Mundial 2014. Pocos ponen en duda la supremac¨ªa de la Canarinha como la Albiceleste (42 triunfos para Brasil, 38 para Argentina y 25 empates). El problema para el actual conjunto de Scaloni es que nunca le pudo ganar un partido oficial en tierra enemiga y hace cinco duelos que no se lleva el triunfo. Y mientras Tite ya tiene claro el once, Scaloni duda si mantener a sus tres delanteros (Messi, Ag¨¹ero y Lautaro) o protegerse con cuatro volantes en el supercl¨¢sico de Am¨¦rica.
Los dos equipos est¨¢n en el div¨¢n. Argentina porque no prueba un t¨ªtulo desde 1993, Brasil porque no olvida que en ese estadio del Mineirao sufri¨® la humillaci¨®n del 1-7 ante Alemania en semifinales del Mundial de 2014.
El Brasil-Argentina es el duelo m¨¢s repetido en la historia de la Copa Am¨¦rica: se han enfrentado en este torneo en 32 ocasiones (15 triunfos para la Albiceleste, nueve para la Canarinha y ocho empates). Sin embargo, Argentina y Brasil no nacieron enfrentados. En un principio, hasta se ignoraban. Era la Canarinha, en realidad, la que ignoraba de la Albiceleste. Un desaire que irritaba a los argentinos. Lo cierto era (o es) que el poder¨ªo de Brasil contaba con la admiraci¨®n del mundo mientras Argentina andaba en un rifirrafe con Uruguay para ver qui¨¦n era el capo en el R¨ªo de la Plata. El gran rival de la Verdeamarela era Uruguay. Hasta que algo cambi¨® despu¨¦s del Mundial 78. Argentina, por fin, se hab¨ªa cosido la estrella en el pecho y apareci¨® Maradona para poner en jaqu¨¦ la corona de Pel¨¦.
La medi¨¢tica pelea en entre Maradona y Pel¨¦ le puso m¨¢s condimentos al Brasil-Argentina cuando el Pelusa levant¨® la copa en M¨¦xico y cuatro a?os m¨¢s tarde hizo una jugada memorable en los octavos de final de Italia 90 para que Caniggia batiera a Taffarel. "El Diego te gambete¨®, el Cani te vacun¨®, est¨¢s llorando desde Italia hasta hoy", canta la parroquia argentina. "Maradona cheirador", replica la torcida. Una disputa relativamente nueva, que definidamente parece eterna. Hoy es cl¨¢sico de los cl¨¢sicos en Sudam¨¦rica, rivalidad regional, agudizada tambi¨¦n en los ¨²ltimos a?os cuando los equipos uruguayos se quedaron en un segundo plano en la Copa Libertadores. Argentina suma 25, Brasil 18 y Uruguay ocho (la ¨²ltima en 1988).
"He jugado muchos cl¨¢sicos: el Madrid-Bar?a, el Nacional-Pe?arol, el Hamburgo-Werder Bremen¡", dice Ze Roberto; "ninguno como el Brasil-Argentina". "Ganar es bonito, ganarle a Argentina, m¨¢s", opina Dunga. Y remata Roberto Ayala: "Al final, el f¨²tbol es rivalidad. Y no hay ninguna como el Argentina-Brasil". Pel¨¦ se estren¨® con la camiseta de la Scratch frente Argentina en 1957 (marc¨® un gol, claro), Maradona se fue envenado del Estadio de Sarri¨¤ en 1982 y Messi le ha marcado cuatro goles a la Canarinha (el m¨¢ximo anotador del cl¨¢sico es Pel¨¦ con ocho), todos en partidos amistosos. La Pulga buscar¨¢ despertar, de una vez, en la Copa Am¨¦rica y as¨ª reavivar el fantasma del Mineirao.
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