Espa?a encumbra su resistencia ante Serbia y alcanza la final del Eurobasket
La selecci¨®n sobrevive con baloncesto y car¨¢cter a un ecosistema de extrema hostilidad y pelear¨¢ el oro ante Francia. Ser¨¢ la s¨¦ptima medalla consecutiva de un grupo memorable
Espa?a pelear¨¢ por el oro del Eurobasket ante Francia despu¨¦s de imponer su resistencia frente a Serbia en un ecosistema de extrema dureza. El conmovedor grupo de jugadoras capitaneadas por Laia Palau no derrot¨® solo a un equipo, contuvo y rindi¨® a un pa¨ªs entero. El conjunto de Mondelo domin¨® primero un partido de baloncesto y venci¨® despu¨¦s una batalla patri¨®tica en la que se volc¨® Belgrado en pleno. Sobrevivieron a todas las hostilidades las espa?olas. Pase lo que pase en la final, alcanzar¨¢n como premio su s¨¦ptima medalla consecutiva en todos los grandes torneos. A falta de definir el color del metal, desde el bronce de 2001, la selecci¨®n espa?ola subir¨¢ al podio continental por novena vez en los 10 Europeos disputados este siglo.
Espa?a, 71-Serbia, 66
Espa?a: Laia Palau (0), Anna Cruz (14), Marta Xargay (10), Laura Nicholls (10) y Astou Ndour (17) ¡ªquinteto inicial¡ª; Silvia Dom¨ªnguez (10), Cristina Ouvi?a (3), Queralt Casas (2), Laura Gil (3), Mar¨ªa Pina (2), Tamara Abalde (0) y Andrea Vilar¨® (-).
Serbia: Jovanovic (2), Dabovic (9), Petrovic (6), Crvendakic (8) y Brooks (17) ¡ªquinteto inicial¡ª; Cado (0), Butulija (12), Miljkovic (6), Milic (0), Stanacev (0), Skoric (0) y Stankovic (12).
Parciales: 21-11, 16-19, 21-20, 13-16
?rbitros: Forsberg (Dinamarca), Tsaroucha (Grecia), Bonner (EE UU). Eliminada por faltas Dabovic.
7.194 espectadores en el Belgrado Arena.
El car¨¢cter p¨¦treo super¨® al ambiente volc¨¢nico. En la presentaci¨®n, las jugadoras espa?olas saltaron a la pista del Belgrado Arena sonrientes y optimistas, bailando en corro en el centro de la pista, con Laura Nicholls y su maltrecho tobillo alistada sin falta, con el Vals del Obrero de Ska-P y su ?Resistencia! como banda sonora motivacional. Sin miedo ante la escenograf¨ªa de un territorio comanche, algo menos numeroso de lo que se pintaba en la v¨ªspera ¡ªde los 5.900 espectadores del partido de cuartos entre Serbia y Suecia se pas¨® solo a 7.200 en la semifinal¡ª pero fiero y fan¨¢tico en el papel de sexto jugador. Inmutable al ambiente, Espa?a pudo con todo, sorte¨® la emboscada, dej¨® en el camino a otro anfitri¨®n, y firm¨® una de sus grandes gestas de este ciclo. Unas veces Marta Xargay y Laura Nicholls (36 minutos en pista ambas), otras Anna Cruz y Silvia Dom¨ªnguez (cruciales ante el aro rival), otras tantas Laia Palau, Cristina Ouvi?a y Laura Gil (exprimiendo los intangibles), muchas Astou Ndour (de nuevo m¨¢xima anotadora con 17 puntos), y tambi¨¦n Mar¨ªa Pina (con una canasta clave en sus 36 segundos de juego)... entre todas llevaron el barco a tierra tras aplacar la marea serbia a base de baloncesto y coraje competitivo.
No hubo minutos de tanteo ni concesiones. No hab¨ªa tiempo que perder para marcar territorio, emocional y baloncest¨ªstico. Con el orgullo a cuestas, los dos equipos se lanzaron desde el salto inicial a una brega conmovedora. Puro equilibrio de partida. La movilidad de Petrovic no pod¨ªa con la intensidad de Nicholls, el esp¨ªritu canchero de Dabovic no superaba la garra de Palau¡ En la guerra de guerrillas apenas hab¨ªa margen de maniobra. Lo encontr¨® Xargay con un par de triples en sus tres primeros intentos que pusieron en valor la aplicaci¨®n defensiva del conjunto de Mondelo. Fue la presentaci¨®n de credenciales de Espa?a, con el vestido de los d¨ªas grandes.
Se cargaron pronto con un par de personales Palau y Ndour, pero la contundente aparici¨®n de Silvia Dom¨ªnguez despej¨® el problema y sirvi¨® a la selecci¨®n para cimentar su primer estir¨®n coincidiendo con el cierre del primer cuarto (21-11, m. 10). Ocho puntos consecutivos de la base del Perfumer¨ªas Avenida en sus primeros cinco minutos, rebajaron la efervescencia local y permitieron a Espa?a trabajar con confianza en su plan de partido en mitad del ruido. Esa renta fue la que defendieron durante gran parte del duelo.
Apret¨® los dientes Serbia para no defraudar a la patria pero, a cada toque de corneta de las locales, respond¨ªa el equipo de Mondelo tirando de recursos. Anna Cruz (nueve puntos en sus seis minutos en pista en el segundo cuarto) recogi¨® a lo grande el testigo de Silvia Dom¨ªnguez y convirti¨® la pelea del conjunto de Maljkovic en un quiero y no puedo. Lo de Espa?a era una idea; lo de Serbia, una suma de arrebatos emocionales (37-30, m. 20). No acababa de coger temperatura la caldera del Belgrado Arena porque, entre la parroquia local, la memoria comenz¨® a pesar tanto como la ilusi¨®n.
El ambiente jugaba en contra, pero los precedentes eran todos favorables para Espa?a. En su idilio con el podio, el conjunto de Mondelo hab¨ªa derrotado a Serbia en las semifinales del Europeo de 2013, en la segunda fase del torneo continental de 2015 y en las semifinales ol¨ªmpicas de R¨ªo 2016. Una secuencia que rebaj¨® el vuelo de la presente generaci¨®n balc¨¢nica pero que no les impidi¨® ser campeonas de Europa en 2015 precisamente. En ese campeonato las espa?olas solo perdieron un partido, la semifinal ante Francia. Una derrota de las pocas que cuenta la selecci¨®n en su excelso balance reciente. Se present¨® Espa?a en la semifinal con una contabilidad total de 43 victorias y solo siete pinchazos (tres de ellos ante la inalcanzable EE UU) en los grandes torneos disputados en los ¨²ltimos siete a?os. Ya son 44. La leyenda de las seis medallas consecutivas tendr¨¢ continuidad. Habr¨¢ fiesta espa?ola en Belgrado. ¡°Nos hemos liado la manta a la cabeza y vamos a intentar cerrar la pista de baile nosotras¡±, anunci¨® Mondelo en la v¨ªspera. Se cumpli¨® su deseo.
Para intentar evitarlo a toda costa, Belgrado entero se volc¨® en crear una atm¨®sfera claustrof¨®bica. En la reanudaci¨®n subieron el ardor y los decibelios en la pista y en la grada. No era el d¨ªa de la terna Dabovic, Petrovic, Jovanovic, abrumadas por la defensa espa?ola, pero, con el paso de los minutos, Serbia convirti¨® la contienda en una cuesti¨®n nacional de primer nivel y so?¨® con la final. El d¨²o Danilovic-Tomasevic, presidente y vicepresidente de la Federaci¨®n serbia, comenz¨® a lanzar constantes recados a los ¨¢rbitros a un palmo de la pista, la afici¨®n se volc¨® definitivamente en la causa y Brooks y Stankovic salieron al rescate para ampliar el umbral de sufrimiento del conjunto local. Remando y remando, y amparadas en un jueguen, jueguen que impuls¨® la bravura de las anfitrionas, Serbia recuper¨® la iniciativa en el marcador. La renta que Espa?a hab¨ªa defendido durante toda la noche se evapor¨® a cuatro minutos del final tras un triple de Butulija (62-64, m. 36). Pero el duelo que vino despu¨¦s tambi¨¦n lo gan¨® la selecci¨®n, que aguant¨® la embestida con un parcial de 9-2 para sellar la epopeya. S¨ª se?or, s¨ª se?or, somos la revoluci¨®n, cantaron las espa?olas tras encumbrar su resistencia.
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