Los guardaespaldas de Valverde

Un d¨ªa antes de que acabara el Tour, en el que Egan Bernal se visti¨® de amarillo en los Campos El¨ªseos, y en medio de las sonrisas y las felicitaciones, el patr¨®n del Ineos, Dave Brailsford, el brit¨¢nico que mont¨® la estructura ganadora, casi invencible que hasta hace unos meses se llam¨® Team Sky, reuni¨® a todos los corredores en la inmensa caravana del equipo. Con palabras solemnes les agradeci¨® el trabajo que hab¨ªan realizado para la victoria del ciclista colombiano, y cuando estaba acabando, se?al¨® con el dedo a Jonathan Castroviejo y, en voz alta, dijo: ¡°De lo ¨²nico de lo que me arrepiento ahora es de no haber fichado a este ciclista cinco temporadas antes¡±.

Castroviejo es de Getxo y Gazteluzarra es un barrio en los acantilados al oeste de la playa de Arrigunaga, el centro del universo del escritor Ramiro Pinilla, ganador del premio Nadal con Las Ciegas Hormigas, la historia de un barco carbonero que embarranca en sus arenales. Los m¨¢s antiguos del lugar, todav¨ªa le llaman Castroviejo ¨Csu versi¨®n castellana¨C, al barrio donde una vieja fortaleza vigilaba a los barcos que entraban por Punta Galea. El ciclista al que Brailsford ensalz¨® en su discurso, visti¨® los colores de la Sociedad Ciclista Punta Galea cuando era un ni?o, como Mikel Zarrabeitia, Roberto Laiseka, I?igo Landaluze o los malogrados hermanos Otxoa. Es una buena cantera de ciclistas, orgullosa del trabajo de Jonathan, que en la prueba en ruta del domingo del Mundial de Yorkshire (9.30 a 16.50 horas. Teledeporte y Eurosport 1), tendr¨¢ que acarrear el carb¨®n, tirar del carro de Alejandro Valverde, como los protagonistas de la novela de Pinilla; har¨¢ el trabajo sucio, el que agradecen los l¨ªderes de un equipo; el que aprecian los directores.

Castroviejo ha cambiado. En 2016 subi¨® al podio en la contrarreloj del Mundial. Sus prestaciones le permit¨ªan ser uno de los m¨¢s veloces en las pruebas contra el crono, pero bajo la batuta de Brailsford se ha transformado. Ahora es un corredor m¨¢s compacto, capaz de arrastrar a su equipo en los puertos de monta?a del Tour, o de llevar a Alejandro Valverde lo m¨¢s c¨®modo posible en su intento de revalidar el t¨ªtulo mundial. El corredor vasco ya no es tan eficaz en las cronos ¨Cacab¨® 24? en Harrogate¨C, pero es el escudero fiable para cualquier equipo. El jueves, mientras sus compa?eros viajaban desde Alicante, sali¨® por la ma?ana temprano, desde el hotel Cedar Court de Harrogate, cuartel general en el que conviven las selecciones espa?ola e italiana, para reconocer el circuito por el que guiar¨¢ al equipo espa?ol: ¡°He visto los primeros 200 kil¨®metros y me han sorprendido. El tiempo va a ser malo, parece que llover¨¢ a ratos. Ser¨¢ muy duro, de muchos descartes¡±, asegura. ¡°Vamos a llegar al circuito y la gente ya va a estar pensando en bajarse de la bici. Resultar¨¢ dur¨ªsimo. Al principio son 200 kil¨®metros por un parque natural donde pega mucho el viento, con una carretera muy rugosa, y te puedes quedar en los repechos. Ser¨¢ todo por eliminaci¨®n¡±.

Para Castroviejo, Alejandro Valverde sigue siendo uno de los favoritos, a sus 39 a?os, para la carrera del domingo: ¡°Nunca falla, siempre est¨¢ ah¨ª. Es un fondista y creo que le van bien este tipo de carreras. Antes de verlo, pensaba que el circuito iba a ser m¨¢s t¨¦cnico, pero es muy f¨ªsico¡±. Asegura el vasco que ¡°toda la primera vuelta de la carrera es de fuerza y al final, ya en el circuito, no creo que haya que pelear mucho la posici¨®n. Tiene posibilidades porque el circuito no es demasiado exigente pero con la dureza que traer¨¢ la carrera con un kil¨®metro al cinco o al seis por ciento de desnivel ya se puede romper¡±.

La UCI anunci¨® el viernes los dorsales que portar¨¢n los ciclistas. Valverde, como campe¨®n del Mundo, lucir¨¢ el n¨²mero 1; Castroviejo ser¨¢ el 2, y el 3 lo llevar¨¢ Imanol Erviti, el hombre en el que m¨¢s conf¨ªa Valverde, el gregario perfecto. Cuando los equipos no llevaban autob¨²s con lavadora y secadora, el ayudante del jefe de filas lavaba y escurr¨ªa la ropa a mano en la habitaci¨®n, para que el l¨ªder no sufriera tendinitis en los brazos. Ya no ocurre. El dom¨¦stico se dedica a otras cosas, pero la principal sigue siendo hacerle vida f¨¢cil a su compa?ero. El navarro y el murciano comparten equipo y habitaci¨®n. Ser¨¢, como en el Movistar, el capit¨¢n de ruta de la selecci¨®n espa?ola; el hombre que atender¨¢ los deseos de Valverde y dirigir¨¢ al grupo espa?ol sobre el asfalto, por las estrechas rutas de Yorkshire. Los dos se entienden sobre la carretera y fuera de ella con una mirada. Hasta comparten gustos. En la concentraci¨®n de Alicante se engancharon a La casa de papel, a trav¨¦s de Netflix. A veces discuten, ¡°pero con Alejandro se puede, acepta las cr¨ªticas con normalidad¡±, afirma Erviti, el navarro que cumple su s¨¦ptimo Mundial, siempre con el mismo rol, ¡°aunque no me gusta esa denominaci¨®n de capit¨¢n de ruta. Se ha puesto de moda, pero yo estoy para ayudar en todo lo que puedo. Es un compendio de todo, en definitiva, ayudar a que las cosas vayan bien en el equipo. Unos d¨ªas toca subir agua, otros tirar del pelot¨®n o cerrar un hueco. Hay que improvisar seg¨²n la circunstancia. Se trata de tener experiencia, pero en la selecci¨®n hay gente muy experta como Luisle S¨¢nchez, Izagirre o Rojas, que tambi¨¦n saben lo que hay que hacer¡±.

Erviti conf¨ªa en Valverde, porque, ¡°aunque aqu¨ª va a estar m¨¢s abierto el abanico de favoritos que el a?o pasado, ¨¦l est¨¢ en el nivel para disputarlo y adem¨¢s con la tranquilidad de que ya lo ha ganado y cuando no lo has hecho, igual la precipitaci¨®n te lleva a equivocarte¡±. Tiene fe el navarro: ¡°Trabajar para Alejandro es f¨¢cil y una maravilla, porque siempre responde y le da sentido a tu trabajo¡±.