Australia es el reino de Djokovic
El n¨²mero uno desmonta a Medvedev (7-5, 6-2 y 6-2, en 1h 53m) y logra su noveno t¨ªtulo en Melbourne, el tercero consecutivo. Con 18 grandes, vuelve a comprimir de pleno la pugna con Nadal y Federer (20)


Novak Djokovic se lleva el dedo ¨ªndice hacia la sien. ¡°Cabeza, cabeza, cabeza¡±, se dice. Lo hace despu¨¦s de ofrecer un recital de juego y temple, tras desmontar a Daniil Medvedev en una final que se preve¨ªa m¨¢s ajustada y que, contra todo lo escrito y pronosticado en la antesala, el n¨²mero uno ha resuelto con maestr¨ªa para elevar su noveno cetro en Melbourne: 7-5, 6-2 y 6-2, en 1h 53m. Es el tercero seguido en el grande australiano y el octavo de las once ¨²ltimas ediciones, y contiene el aderezo hist¨®rico que comprime la gran carrera hist¨®rica: son ya 18 grandes. El serbio, pues, se sit¨²a a solo dos de Rafael Nadal y Roger Federer, ambos con 20, y dibuja un escenario fascinante para lo que resta de temporada.
En Australia, la vida sigue igual.
De la misma forma que Par¨ªs es de Nadal y Londres de Federer, el primer major del curso est¨¢ bajo el protectorado de Djokovic. Nadie se desenvuelve en las Ant¨ªpodas como el serbio, un prodigio de elasticidad y saber guerrear, soberbio en la lectura de este ¨²ltimo triunfo contra un estratega de tomo y lomo como Medvedev. El ruso, una actualizaci¨®n del balc¨¢nico por car¨¢cter y recursos, otro guerrillero que se las sabe todas, pretend¨ªa plantear un duelo ¨¢spero con la idea de desestabilizar an¨ªmicamente a su rival, pero Djokovic no solo mantuvo el tipo sino que cogi¨® la sart¨¦n por el mango r¨¢pidamente. Descomprimido Medvedev, se adue?¨® de la final con soberan¨ªa y majestuosidad.
Se adivinaba una partida de ajedrez. Sin embargo, se esperaba mucha m¨¢s fricci¨®n, menor distancia entre uno y otro. A diferencia de otros d¨ªas en los que la sangre le hierve con facilidad, Djokovic (33 a?os) abord¨® el pulso con temple y nervios de acero, mientras que Medvedev, que acostumbra a no pesta?ear ni inmutarse, sea cual sea la situaci¨®n, empez¨® agitado y fue calent¨¢ndose conforme se inclin¨® el terreno en su contra. ?l no iba a tener ninguna prisa, pero Nole tampoco. ?Peloteo a 20 golpes? De acuerdo, por qu¨¦ no. Selecci¨®n natural: en ese duelo de intercambios kilom¨¦tricos y reparto de golpes an¨ªmicos, el de Belgrado domin¨® y disfrut¨®.
Comenz¨® Nole con un ace, y termin¨® con una volea. R¨²brica acorde a lo presenciado. Despu¨¦s de un camino plagado de espinas ¡ªTiafoe, Fritz, Raonic y Zverev en el trazado, entre otros¡ª, Djokovic triunf¨® de nuevo en su pista fetiche y desesper¨® a un rival que llegaba al cruce montado sobre una racha de 20 victorias consecutivas desde noviembre, 12 de ellas contra tenistas del top-10. Sin embargo, Medvedev acab¨® de los nervios, reventando una raqueta cuando Nole ya se hab¨ªa hecho con el primer parcial y mandaba por 5-2 en el segundo. En un litigio de rev¨¦s a rev¨¦s, se impuso claramente el del balc¨¢nico, consistente en el cuerpo a cuerpo y que como hiciera en los compromisos previos edific¨® su ¨¦xito sobre el servicio. Alejado de toda duda, mordi¨® al resto y redujo a escombros el segundo saque del rival, fuera de s¨ª (32%).
De arranque hubo un par de tirones. El primero de Djokovic para marcar territorio, 3-0 en ocho minutos, y el segundo del ruso para decir que ¨¦l tambi¨¦n estaba ah¨ª, 3-3. Un espejismo. Muy serio, el balc¨¢nico maniobr¨® con templanza para ir abriendo hueco y, una vez atado el primer parcial, continu¨® deshilachando el ¨¢nimo de Medvedev. El hombre de hielo perdiendo el sitio. Aunque este reaccion¨® con un break en la apertura del segundo set, Nole, siempre estable, contragolpe¨® de inmediato y dio un aceler¨®n tremendo para despejar cualquier inc¨®gnita. Anotado tambi¨¦n el segundo, el resto del partido fue una pasarela de autoafirmaci¨®n y demostraci¨®n de que el gran Djokovic est¨¢ de vuelta.
No ha sido f¨¢cil para ¨¦l. Ven¨ªa de un periodo complicado, despu¨¦s de aquel pelotazo que le despach¨® de Nueva York cuando soplaba el viento a su favor y de haber sido desnudado por Nadal en la versi¨®n oto?al de Roland Garros. Luego vino la pol¨¦mica, algunos enredos por la cuarentena de Melbourne y un insinuado intercambio dial¨¦ctico con el balear; volvi¨® a estar la diana en pleno torneo, cuando cont¨® que sufr¨ªa una lesi¨®n importante en el costado derecho y barajaba abandonar. Cuestionada la dolencia, fue sobreponi¨¦ndose y este domingo acab¨® coron¨¢ndose otra vez en la central australiana. Es su reino, es su cortijo.
???????? ?? ?????????
— #AusOpen (@AustralianOpen) February 21, 2021
The moment @DjokerNole claims his 9th #AusOpen title.#AO2021 pic.twitter.com/2sQVBGF0Wv
No pierde all¨ª desde que fuera sorprendido en los octavos de la edici¨®n de 2018 por el surcoreano Hyeon Chung. Desde que dejase la primera muesca, en 2008 con 20 a?os, Djokovic ha coleccionado laureles en 2011, 1012, 2013, 2015, 2016, 2019, 2020 y este ¨²ltimo. Medvedev se hab¨ªa impuesto en tres de los cuatro ¨²ltimos encuentros entre ambos, la ¨²ltima vez en el Masters de noviembre. Pero, inspirad¨ªsimo, el rey actual del circuito se adjudic¨® el t¨ªtulo y comprimi¨® la pugna con Nadal (34 a?os) y Federer (39), situ¨¢ndose a solo dos escalones de los dos. ?l y el espa?ol se han repartido diez de los ¨²ltimos once majors; entre los tres, 54 de los ¨²ltimos 63.
El serbio, adem¨¢s, se asegur¨® estos d¨ªas superar el r¨¦cord del suizo como n¨²mero uno. El pr¨®ximo 8 de marzo, acumular¨¢ 311 semanas y le adelantar¨¢. A sus 33 a?os, ejerce desde la veteran¨ªa y engloba seis grandes por encima de la treintena, compartiendo la plusmarca de longevidad con Nadal. Compitiendo en toda su expresi¨®n, anulando y cortocircuitando a un rival tan exigente como Medvedev, el serbio vuelve a pedir pista y advierte: contra viento y marea, ¨¦l estar¨¢ ah¨ª siempre. Con u?as y dientes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
