Garbi?e Muguruza: ¡°Queda otro partido, no quiero dejarme ir¡±

Como en los d¨ªas previos del torneo, M¨¦xico se entreg¨® a Garbi?e Muguruza y Paula Badosa, sin importar que esta vez ambas fueran rivales. La cancha Akron, en Guadalajara, se divid¨ªa por momentos entre la ex n¨²mero uno del mundo y la reciente campeona de Indian Wells. ¡°?No te rajes, Paula!¡±, le gritaban desde las tribunas a la catalana. ¡°?Venga, Garbi!¡±, vociferaban desde otros sectores. El pueblo mexicano, que se resist¨ªa a guardar silencio por querer arropar a las espa?olas, presenci¨® el hist¨®rico pase a la final de Muguruza y la tenista trata de corresponder al apoyo con buenas palabras.

¡°Es el ambiente m¨¢s emocional, es el mejor Masters para jugar una final¡±, responde a EL PA?S tras conseguir la victoria, mientras camina por una de las terrazas del complejo.

Muguruza viste con un ch¨¢ndal ¨ªntegramente negro, deportivas blancas y luce un reloj dorado en su mu?eca izquierda. Est¨¢ feliz pero contenida. Dice la espa?ola que le queda trabajo por hacer, y que pese a haberse convertido en la segunda jugadora nacional que alcanza la final de la Copa de Maestras ¡ªtras Arantxa S¨¢nchez Vicario, en 1993¡ª, la obra est¨¢ inacabada.

¡°Digiero bien ser hist¨®rica para Espa?a. Tengo una buena oportunidad ma?ana [por este mi¨¦rcoles] y, pase lo que pase, me voy a ir muy contenta de haber llegado a la final. Pero ojal¨¢ pueda ser la primera espa?ola que consiga el trofeo¡±, transmite a este peri¨®dico.

¡°Partido a partido siento que mi juego, mis tiros y mi saque han ido a mejor. Ha sido el mejor partido aqu¨ª¡±, precisa la finalista antes de que intervenga su preparadora. ¡°La verdad es que ha sido un partido muy bueno, muy inteligente de Garbi?e. Hizo un juego agresivo, se mantuvo paciente, ha sacado perfecto y no lo ha perdido. La altura en Guadalajara [1.566 metros sobre el nivel de mar] es un tema a trabajar, pero a eso venimos. Tuvimos tiempo de sobra para trabajar en ello y se refleja en la cancha¡±, explica Conchita Mart¨ªnez, campeona de Wimbledon en 1994 y en su d¨ªa n¨²mero dos de la clasificaci¨®n.

Jugar un Masters en M¨¦xico, sede alternativa a Shenzhen (China), y alcanzar la final es ¡°un c¨®ctel supermotivante¡± para Muguruza, a las puertas de una jornada hist¨®rica en la que se enfrentar¨¢ a la estonia Anett Kontaveit (6-1, 3-6 y 6-3 a la griega Maria Sakkari). ¡°Quiero concentrarme en m¨ª misma, sabiendo que va a ser duro. Aqu¨ª no hay favoritas, queda otro partido y no quiero dejarme ir¡±, subraya la cinco del mundo, que ascender¨¢ a la tercera posici¨®n y tiene ante s¨ª ¡°una oportunidad ¨²nica¡± de lograr un t¨ªtulo que la diferenciar¨ªa y aportar¨ªa un plus a su historial.

Mientras tanto, Badosa se expresaba desde la impotencia. ¡°No he disfrutado nada. No he podido competir, no s¨¦ lo que ha pasado. En mi caso es que no he estado al nivel¡±, mencion¨® la catalana en la sala de conferencias. ¡°Se puede ganar o perder, pero me fastidia no poder competir. Me pudo la ansiedad. Me ha costado tranquilizarme y centrarme¡±, lament¨®.

¡°Me faltan uno o dos niveles para mejorar. He mejorado mentalmente, pero quiero seguir aprendiendo. Me quedo con que este a?o me he dado cuenta de que he sido m¨¢s fuerte de lo que pensaba¡±, complet¨® tras el partido, jugado con el sol pegando de lo lindo sobre el asfalto mexicano.

¡°Estoy muy orgullosa de Paula y muy impresionada, lo merece todo¡±, elogi¨® Muguruza, quien ha ido de menos a m¨¢s en Guadalajara y que domina los cruces particulares con Kontaveit (3-2), a la que super¨® hace tres d¨ªas, cuando se jugaba a cara o cruz su continuidad en el torneo. A la hora de la verdad, Muguruza se multiplica.

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