A los pies de Federer, el mito
El campe¨®n suizo cierra este viernes un esplendoroso viaje de 24 a?os y re¨²ne por primera vez a Nadal, Djokovic y Murray, el gran cuarteto moderno de la raqueta
¡±?Rafa, Andy, venid aqu¨ª! ?Foto, foto! ?Rafa, aqu¨ª, aqu¨ª!¡±.
En medio de todo el trasiego, del ir y venir de personas, de las c¨¢maras que asestan coscorrones y del cableado que juega alguna que otra mala pasada y enreda los pies, a Roger Federer no se le escapa el m¨¢s m¨ªnimo detalle. Al fin y al cabo, esto es Londres, su segunda casa. Nadie ha ganado tantas veces como ¨¦l en Wimbledon, el jard¨ªn de su extraordinaria carrera, ni tampoco en el O2, su estancia maestra de finales de a?o que ahora escenifica tambi¨¦n el adi¨®s, en clave ya plenamente oto?al. Se va el suizo, se cierra el c¨ªrculo, crece la leyenda. Y a la llamada atienden en fila uno tras otro, tambi¨¦n Rafael Nadal.
¡°Aqu¨ª vamos, como se puede¡¡±, transmite el balear durante el saludo, mientras trata de sortear la mara?a que se ha formado en la trastienda y de acercarse a los allegados que lo acompa?an en este viaje expr¨¦s que ha hecho para despedir profesionalmente al amigo. ¡°Tengo una situaci¨®n personal complicada¡±, ha comentado antes en la sala de conferencias, donde queda registrada una imagen para la historia: de izquierda a derecha, cuatro mastodontes y 74 grandes trofeos. En l¨ªnea, con seis testigos flanque¨¢ndolos, Novak Djokovic, Bj?rn Borg, Federer y el propio Nadal, que ha llegado al convite de la Laver Cup casi sobre la bocina ¡ªel suizo lo hizo el lunes y el serbio el martes¡ª y agradece la compa?¨ªa porque no son d¨ªas f¨¢ciles.
Lo reclaman Carlos Moy¨¤, su fisio Rafa Maym¨°, su hermana, Maribel, y su agente, Carlos Costa. ¡°Ma?ana juego tambi¨¦n yo, ?eh?¡±, bromea el ¨²ltimo, fino de silueta, conforme los fot¨®grafos han dado el aprobado y se ha disuelto la formaci¨®n del equipo europeo; bajo la batuta de Federer, claro, y con el aderezo de la presencia de Andy Murray, el guerrillero que se fue (enero de 2019) y luego (agosto de 2020) deshizo los pasos, caderas de titanio y una resistencia ¨²nica contra los tres grandes dominadores del tenis moderno. Su hoja de servicios aporta tres majors, 46 t¨ªtulos y el haber hecho cumbre.
¡±Estaba en la grada viendo la final de Wimbledon en 2008¡å, rebobina el brit¨¢nico. ¡°Pero empez¨® a llover y acab¨¦ vi¨¦ndola en casa, con unos amigos. Me quedo con ese partido¡±, agrega cuando se le pide que escoja, ahora que la saga de las sagas, los Federer-Nadal, los Fedal por la abreviatura, se acaban para siempre. As¨ª de realista, as¨ª de emotivo.
Este viernes por la noche (hacia las 22.00, Eurosport), uno y otro competir¨¢n de la mano (contra el d¨²o compuesto por Jack Sock y Frances Tiafoe) para dejar otro fotograma eterno y glorificar el fin del trayecto del suizo, ya inmortal, ya en el cielo deportivo de aquellos que de una u otra forma lograron dejar huella. La de ¨¦l es sencillamente incalculable, en fondo y forma.
¡°No necesito escuchar las noticias para saber que el final est¨¢ m¨¢s cerca¡±, dice Nadal, que a sus 36 a?os pierde a su gran compa?ero de fatigas, compinche e inmenso rival. ¡°Al final, es el ciclo natural de la vida, ?no? Unos van y otros vienen. No es nuevo, la historia se repite. Lo que ocurre es que en este caso particular, se va uno de los jugadores m¨¢s importantes de la historia, si no el m¨¢s importante, tras una carrera superlarga. Y, claro, cuando se va el primero como que echas de menos algo¡±, prorroga el espa?ol, que tambi¨¦n escoge el imborrable triunfo contra el suizo en 2008, primera de su doble muesca en La Catedral, y a?ade otro que sintetiza a la perfecci¨®n el esp¨ªritu del gran binomio.
¡°Impredecible¡±, ¡°enciclop¨¦dico¡± e ¡°irreal¡±
¡°La final de 2017 en Australia [anotada para el suizo] tambi¨¦n es muy especial, porque unos meses antes est¨¢bamos juntos, hablando, lesionados¡¡±, cuenta el mallorqu¨ªn. ¡°S¨ª, lo est¨¢bamos¡¡±, intercede en tono de broma Federer, ya 41 a?os, 24 de ellos dando pinceladas en la ¨¦lite. ¡°Y al final las cosas se dieron as¨ª. Fuimos capaces de volver al circuito a ese nivel, en una gran final, a cinco sets¡±, aprecia Nadal, mientras ¨¦l, el tenis y el deporte brindan ya copa en alto por ese tenista de dibujos animados cuyo juego ha levantado a todos (sin excepci¨®n) alguna vez del asiento.
Sin ir m¨¢s lejos, caso del entrenador de Djokovic, el croata Goran Ivanisevic. ¡°Es uno de los mejores deportistas de la historia. En un deporte como este no es sencillo tener la continuidad que ¨¦l ha tenido, pero ama ganar, ama competir y ama los r¨¦cords. Yo me quedo con su capacidad para jugar con diferentes registros, porque es impredecible; muchas veces no se sabe qu¨¦ va a hacer. Tambi¨¦n valoro que es muy estudioso y ha respetado siempre a todos sus rivales¡±, explica a EL PA?S.
Big Four. Big Fun.
— Laver Cup (@LaverCup) September 22, 2022
It was an afternoon to remember at @TheO2 for #LaverCup Open Practice Day. pic.twitter.com/0iQC2uZiUQ
El franc¨¦s Henri Leconte, ¨²ltimo finalista galo en Roland Garros (1988), se suma: ¡°Es de otro planeta. Hace a?os ten¨ªamos a Agassi, pero despu¨¦s lleg¨® ¨¦l y lo hac¨ªa todo a¨²n m¨¢s f¨¢cil. Siempre jug¨® relajado, parece que nunca haya sentido la presi¨®n. Es irreal. Antes estuvieron Laver y Connors, pero Jimmy era un jugador que depend¨ªa m¨¢s de su f¨ªsico; se parec¨ªa m¨¢s a Nadal, por ejemplo. Roger es capaz de jugar excelentemente en todas las superficies y lo hace con una facilidad incre¨ªble¡±.
Y comparte el chileno Fernando Gonz¨¢lez, bronce individual en los Juegos Ol¨ªmpicos de 2004 y plata en los de 2008: ¡°Es una enciclopedia del tenis. Siempre te hac¨ªa pensar, nunca sab¨ªas qu¨¦ te iba a hacer; hace jugadas un poco il¨®gicas que no est¨¢n en ning¨²n manual y que nadie te las puede ense?ar. Te hace pensar mucho y el tenista, cuanto m¨¢s piensa, m¨¢s da?o se hace¡±.
Remata para este peri¨®dico el sueco Thomas Enqvist, retirado en 2005 y ahora mano derecha de Borg en la cita de Londres: ¡°Jam¨¢s he visto a nadie jugar tan extremadamente r¨¢pido y no solo con el servicio, porque tiene todos los tiros posibles. Lo m¨¢s incre¨ªble es c¨®mo golpea la pelota de r¨¢pido. Si tiene un solo segundo para atacar, lo hace; no hay nadie que haga la transici¨®n defensa-ataque como la hace Rog. Es simplemente un genio¡±.
Es el d¨ªa, el ¨²ltimo brochazo: todos a sus pies.
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