El bucle fat¨ªdico de Nadal: nuevo a?o, misma historia
El mallorqu¨ªn, apeado en la 2? ronda de Melbourne, vuelve a la enfermer¨ªa y afronta otro repecho an¨ªmico en un periodo trascendental para su continuidad deportiva
Para los tenistas, como para todo el mundo en realidad, el cambio de a?o marca una transici¨®n que en el fondo no deja de ser ficticia porque el calendario de una temporada a otra se solapa m¨¢s y m¨¢s, de modo que lo que se arrastra de un curso suele llegar al otro. De marzo a septiembre de 2022, Rafael Nadal sufri¨® una fisura costal en Indian Wells, se resinti¨® del pie izquierdo en Roma ¨Carrastrando el problema tambi¨¦n durante Roland Garros, torneo que gan¨® infiltrado de inicio a fin¨C y se someti¨® a un doble tratamiento para soportar el dolor; despu¨¦s se rompi¨® el abdominal en Wimbledon, julio, y ese mismo grupo muscular volvi¨® a quebrarse en el US Open, septiembre. Reapareci¨® dos meses despu¨¦s y de ah¨ª al cierre del ejercicio solo pudo jugar cuatro partidos, perdiendo tono, filo y la rutina necesaria.
Entre medias, el alegr¨®n de la paternidad, la vuelta progresiva a la calma y una vez sorteados todos los baches, el sino de su carrera, vuelta a la carga en Australia. Energ¨ªas renovadas, el ¨¢nimo restablecido y el objetivo de prolongar lo m¨¢ximo posible su estancia en la pista, cosa que se le niega una y otra vez. En consecuencia, dice, ¡°el vaso va llen¨¢ndose y en alg¨²n momento el agua puede salir fuera¡±, aunque precisa que seguir¨¢ intent¨¢ndolo. Despu¨¦s de solo un par de ensayos en Adelaida y un partido y medio en Melbourne, apeado ya del primer grande al ceder ante Mackenzie McDonald por 6-4, 6-4 y 7-5, su f¨ªsico le vuelve a engrilletar. Ahora es la cadera, a falta del diagn¨®stico definitivo para determinar, y la luz roja se enciende cuando ni siquiera han transcurrido las tres primeras semanas de este 2023.
Es decir, nuevo a?o pero misma historia para ¨¦l, que en direcci¨®n a los 37 a?os quiere por encima de todo jugar y competir, pero que no encuentra respiro. Su cuerpo, ese armaz¨®n que de la misma forma que le ha propulsado le ha traicionado con demasiada frecuencia, excesivo castigo el que acumula, no se lo acaba de permitir y siembra m¨¢s interrogantes en este a?o trascendental. Despu¨¦s de plantearse seriamente la retirada durante la primavera y de haber dado con un consuelo m¨¦dico para el pie, al menos hasta aqu¨ª, Nadal abordar¨¢ los pr¨®ximos meses como una prueba definitiva para decidir. Su deseo es continuar jugando, como as¨ª lo expresa e insiste, pero siempre y cuando pueda disfrutar de la rutina del circuito con normalidad, y no a sorbos.
Son demasiados d¨ªas en la reserva y el div¨¢n. La mente, por mucho que sea tan acorazada como la suya, dibuja algunas grietas que intenta sellar con la fe de que en un momento u otro lograr¨¢ la ansiada continuidad, eso de sentirse tenista y vivir el circuito. No pudo hacerlo en 2021, siete torneos disputados; tampoco en 2022, en el que el contador se qued¨® en 12. Conforme fue adquiriendo veteran¨ªa empez¨® a hablar de dosificaci¨®n, pero la realidad es que desde hace un tiempo Nadal ya no selecciona, sino que es su cuerpo quien dicta y decide directamente por ¨¦l. Manda el chasis, no la voluntad. Desde que tuviera que renunciar al pulso con Nick Kyrgios en las semifinales de Wimbledon, el mallorqu¨ªn registra menos triunfos (5) que derrotas (8), y en la apertura del curso ha perdido (3) m¨¢s de lo que ha ganado (1, el estreno ante el brit¨¢nico Jack Draper).
¡°Estoy cansado, triste y decepcionado¡±, contesta a la pregunta de EL PA?S. ¡°Pero yo quiero seguir jugando al tenis y no dar un paso atr¨¢s, aunque mis sensaciones son malas¡±, sigue el de Manacor, penalizado por la derrota ante McDonald; del segundo al sexto puesto del listado, si no le adelanta alg¨²n jugador m¨¢s cuando termine el Open y se actualice el listado. ¡°Es muy dif¨ªcil coger la forma si se tienen continuamente parones. Necesito evitar que el tiempo fuera de la pista sea largo. He pasado siete meses casi sin jugar y no puedo estar otra vez mucho tiempo fuera. Ser¨ªa dif¨ªcil encontrar el ritmo y volver a ser competitivo¡±, lamenta el campe¨®n de 22 grandes, cuyo r¨¦cord amenaza ahora el serbio Novak Djokovic, al que le crecieron los colmillos cuando supo de la inesperada derrota de su gran adversario hist¨®rico.
Es la pescadilla que se muerde la cola: sin linealidad no hay chispa, se resiente el juego y se resiste la victoria. Los entrenamientos ayudan como base, pero no bastan. Hasta que sinti¨® la punzada en el costado, Nadal trat¨® de contener los raquetazos planos de McDonald sin excesiva fortuna, perjudicado tambi¨¦n por sus lagunas con el servicio. El estadounidense, de 27 a?os, 65? del mundo y que tan solo pudo ara?arle cuatro juegos en el ¨²nico precedente entre ambos, en el Roland Garros de 2020, llev¨® la iniciativa y le plante¨® un ¨®rdago en toda regla, condicionado al final por la lesi¨®n. Cada vez que sucede algo as¨ª, la victoria lleva asterisco, pero en esta ocasi¨®n el transcurso del duelo transmiti¨® la sensaci¨®n de que de haber continuado el norteamericano ofrec¨ªa argumentos m¨¢s s¨®lidos para adjudic¨¢rselo.
Fisuras en el juego
¡°?l estaba en una posici¨®n m¨¢s ventajosa que la m¨ªa, sin duda, pero quedaba mucho partido tambi¨¦n. Creo que cada vez estaba m¨¢s cerca y entendiendo las cosas que deb¨ªa hacer para darle la vuelta a la situaci¨®n. Podemos hablar y pensar en el y si¡ Pero esa conjetura no me gusta mucho¡±, afirm¨® el tenista, que en sus ¨²ltimas apariciones ¨Ctanto en las ¨²ltimas del curso anterior como las tres de este¨C ha conseguido guerrear de igual a igual, pero que en algunos instantes clave no ha terminado de dar con las soluciones. S¨ª lo hizo en noviembre ante Ruud y en el debut contra Draper, no frente Fritz, Auger-Aliassime, Norrie y De Mi?aur en el resto de los compromisos. Esto significa que la falta de confianza merma de manera palpable su juego.
¡°Necesitaba pasar d¨ªas en el circuito y estas tres semanas han sido positivas. Al menos he podido recuperar muchas cosas a nivel de movilidad y competitividad¡±, subray¨® desde esa l¨ªnea intermedia por la que ha apostado siempre, ni muy abajo cuando vienen mal dadas ni euf¨®rico cuando ha firmado grandes pelotazos.
En todo caso, Nadal sabe que no puede perder m¨¢s tiempo porque la clase media del circuito ha ganado poso y los j¨®venes, ahora s¨ª, aprietan con fuerza. Es una cuesti¨®n de f¨ªsico y cabeza, s¨ª, pero tambi¨¦n de tenis. Obligado a competir a r¨¢fagas en Bercy, Tur¨ªn, Adelaida y Melbourne, su rendimiento ha progresado, pero el nivel exhibido en su retorno est¨¢ lejos de su mejor versi¨®n. A ello se le suma el hecho de que se ha topado con adversarios de calidad, unos consolidados, otros efervescentes y otros emergentes. Queda ahora por saber el alcance de esta ¨²ltima baja y si puede completar los planes que hab¨ªan trazado ¨¦l y su equipo: Doha (del 20 al 26 de febrero), Dub¨¢i (del 27 al 4 de marzo), una exhibici¨®n en Las Vegas con Carlos Alcaraz (d¨ªa 5)... Todo queda en al aire, a expensas de su cuerpo.
Sin resuello, necesita el balear encontrar definitivamente una l¨ªnea recta y sin minas, algo de paz. En todo caso, se concede margen, no ha perdido el apetito pese a los azotes recibidos y lanza un mensaje: ¡°Voy a seguir luchando y no renuncio a nada. Es el comienzo del a?o¡±.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.