Ibon Navarro: ¡°Si solo sufres en el d¨ªa a d¨ªa, este trabajo te devora¡±
El t¨¦cnico vitoriano, reciente ganador de la Copa con el Unicaja M¨¢laga, cuenta c¨®mo pas¨® de ser un licenciado en Qu¨ªmicas a entrenador
La historia de c¨®mo un licenciado en Qu¨ªmicas se convirti¨® en entrenador de baloncesto es la historia del t¨¦cnico campe¨®n de la Copa. Ibon Navarro (Vitoria, 46 a?os) revive c¨®mo empez¨®. Del estudiante que suspendi¨® todo al banquillo del Unicaja M¨¢laga.
Pregunta. ?De d¨®nde viene Ibon Navarro?
Respuesta. Nac¨ª en Vitoria, vivimos en Bilbao un par de a?os y volvimos a Vitoria. Mi madre trabajaba en Telef¨®nica. Mi padre era gerente de una empresa de infraestructuras industriales y viaj¨® por el mundo. Yo en la misma calle ten¨ªa la guarder¨ªa y el colegio de Corazonistas.
P. ?El baloncesto?
R. Empec¨¦ jugando al f¨²tbol, de portero, esos medio locos que est¨¢n m¨¢s tiempo en el suelo que de pie. Hasta que lo dej¨¦ por un problema en una rodilla. Yo encantado. A m¨ª lo que me gustaba era el baloncesto.
P. ?Es licenciado en Ciencias Qu¨ªmicas?
R. S¨ª, en la especialidad de qu¨ªmica org¨¢nica. Cuando acab¨¦ la carrera me fui un a?o a trabajar a Alemania, a Colonia. Al volver entr¨¦ en una empresa, Fundaci¨®n Leia, en el Parque Tecnol¨®gico de Mi?ano, cerca de Vitoria. All¨ª estuve cuatro o cinco a?os.
P. ?Y de ah¨ª a entrenador?
R. Cuando estaba en la empresa entr¨¦ en las categor¨ªas inferiores del Baskonia, a entrenar en cadete y j¨²nior. Llegu¨¦ a Primera Nacional. Y cuando me levantaba a las siete de la ma?ana para ir a trabajar ten¨ªa una energ¨ªa diferente si hab¨ªa entrenamiento por la tarde. Lo que me mov¨ªa no era mi trabajo. Surgi¨® la opci¨®n de entrevistarme con Rafa Sanz, del Tenerife, de LEB Oro. Fui a Madrid, com¨ª con ¨¦l, me ofreci¨® irme all¨ª y en el viaje de regreso no le di ni media vuelta. Le dije a mis padres que dejaba la empresa. Era muy buen trabajo, con cinco personas a mi cargo y posibilidad de crecer. Pero mi pasi¨®n era otra.
P. ?Era as¨ª cuando estudiaba?
R. S¨ª. En mi segundo a?o de carrera entrenaba al equipo del colegio en la liga vasca y estaba en las selecciones infantil y cadete de Euskadi y la cadete de ?lava. Llevaba cuatro equipos. Suspend¨ª todas las asignaturas. Ese verano me met¨ª en la habitaci¨®n de junio a septiembre. Me puse dos cartulinas en la puerta. Una dec¨ªa: ¡°Recuerda que no has aprobado ninguna¡±. La otra: ¡°Orgullo¡±. No sal¨ª. Cuando me llamaban mis amigos para ir a la piscina ve¨ªa las cartulinas y volv¨ªa a la mesa. En septiembre aprob¨¦ todo.
P. ?Siempre fue disciplinado?
R. S¨ª, nunca tuve un don para aprender r¨¢pido, sino la capacidad de sacrificio. Si no tienes el talento para llegar por la v¨ªa corta, has de usar la larga, trabajar m¨¢s que nadie.
P. ?Los ingredientes del ¨¦xito?
R. A nivel individual, esfuerzo, constancia y resiliencia, no dejar de picar piedra. A nivel colectivo sumo la cohesi¨®n.
P. ?C¨®mo vive un entrenador?
R. No es un trabajo, es una forma de vida. Los amigos quedan el fin de semana y para el entrenador es cuando duerme peor y descansa menos. La edad te cambia. Hace cuatro a?os viv¨ªa m¨¢s con miedo, preocupado por la derrota. Si solo sufres en el d¨ªa a d¨ªa, este trabajo te devora. Hay que disfrutar de las peque?as cosas, una charla con un jugador, una reuni¨®n con el staff¡ Y dejarse llevar por el instinto, la primera impresi¨®n. Si decides algo, es lo correcto. Si le das mil vueltas, te generas dudas a ti mismo y cuando las cosas no van bien la sensaci¨®n de inseguridad, de haberte equivocado, de ser un fraude, te mata. El tiempo te da lecciones. Disfrutar de esas peque?as cosas resta drama y tragedia a las derrotas.
P. ?Y eso c¨®mo lo vive su hijo de siete a?os?
R. Uno de los errores que he cometido como entrenador joven y padre primerizo es que mi hijo asocie ganar o perder con que la atenci¨®n que le presta su padre sea de m¨¢s o menos calidad. Ganar es felicidad, cenar todos juntos, ir al parque¡ Perder es estar peor en casa, no ir a comer fuera, no cenar pizza o poner la tele baja porque el aita est¨¢ triste. Le ha afectado demasiado y ha moldeado su percepci¨®n de las cosas. Ahora a mi hijo le digo que ganar o perder no importa, sino pas¨¢rselo bien, y me contesta: ?Y t¨²? Cambiarlo ya no es tan f¨¢cil.
P. ?C¨®mo se digiere un despido?
R. Solo me han echado una vez [de Andorra]. Mi agente me dijo: ¡°Hay dos tipos de entrenador, a los que han despedido y a los que van a despedir¡±. Es una parte del trabajo que hay que asumir. Primero piensas en la familia, el colegio del ni?o¡ Luego qu¨¦ has hecho mal. Trabajando con personas no es tan sencillo dar con la f¨®rmula. A veces haces algo diferente y eso no es una buena idea. Leo muchos libros de autoayuda desde hace dos a?os y me ha servido para estar preparado. De aquel despido he salido mejor persona.
P. Fue ayudante de Spahija, Ivanovic, Scariolo y Perasovic. ?Pens¨® que no llegar¨ªa a ser primer entrenador?
R. Nunca tuve en la cabeza un plazo ni ten¨ªa una ambici¨®n desorbitada. Lo bueno de esas etapas es que te das cuenta de la cantidad de conocimientos que te faltan, de que no tienes ni idea.
P. ?C¨®mo es su Unicaja?
R. Hay jugadores con un perfil muy interesante porque son jugadores de rol. De eso hay una carencia importante hoy, chicos que jueguen 12 minutos, tengan un impacto en el partido y lo lleven bien. Nosotros lo tenemos, y eso habla de lo asumidos que tienen los jugadores los valores de este equipo, no rendirse, pelear juntos y saber a qu¨¦ jugamos. No somos un equipo de virtuosos, sino de trabajadores, con un cariz defensivo que nos hace ser el que m¨¢s puntos mete a campo abierto. Necesitamos generar errores en el rival. Somos esa resiliencia.
P. ?Dar¨ªo Brizuela y Alberto D¨ªaz?
R. Est¨¢n en un punto muy maduro. El ¨¦xito en el Eurobasket les ha ense?ado a ganar, y eso nos ayud¨® en la Copa. Ya valoran otras cosas adem¨¢s de los n¨²meros. Han conocido un ambiente incre¨ªble en la selecci¨®n y el de este a?o en Unicaja es muy especial.
P. ?C¨®mo se acopla a nueve jugadores nuevos en seis meses para ser campe¨®n?
R. Ganar es algo extraordinario, no es lo normal. En verano, adem¨¢s de hacer una selecci¨®n de talento, nos preocup¨® mucho c¨®mo eran las personas. Hemos hecho sesiones de coaching y cohesi¨®n, alineamiento, sacrificando incluso entrenamientos por eso, y le hemos dado mucha importancia a tener al jugador que pone la m¨²sica a tope, baila y hace bromas, a tener dos o tres l¨ªderes muy respetados, jugadores que a lo mejor nos son f¨¢ciles de llevar pero tienen margen de crecimiento.
P. ¡°El triunfo de la bondad¡±, le dedic¨® la ACB. ¡°La gente no sabe lo buena persona que es¡±, dijo Brizuela. ?Tan bueno es?
R. Cuando se gana todo el mundo es majo. Pero la calidad humana que hay en este grupo es muy, muy alta. Los jugadores se atreven a compartir sus problemas, se escuchan, se apoyan. A veces estoy preocupado por el pick and roll y no les conozco del todo. En esas sesiones se hablan de una forma incre¨ªble, se preguntan por sus familias, se saben los nombres de los hijos¡ incluso los americanos. A veces pienso que me pierdo conocer a 12 personas fant¨¢sticas. Para eso me tengo que abrir, ser digno de su confianza.
P. ?Para ser buen entrenador es necesario ser buena persona?
R. No, no hay una sola f¨®rmula del ¨¦xito. A m¨ª no me cuesta sacar la mala leche en el trabajo, lo que me cuesta es dejarla dentro. Hay un v¨ªdeo cuando estoy en el Manresa en el que grito Fight! Me pudo la ira. Hoy he aprendido a cu¨¢ndo ser as¨ª y cu¨¢ndo no.
P. ?Qu¨¦ valora en un jugador?
R. Que sea buen compa?ero y entrenable, con buenos h¨¢bitos. No soporto que teniendo talento y capacidad de mejorar para ser una estrella no se sacrifique.
P. ?C¨®mo vive un vitoriano en M¨¢laga?
R. Sorprendido por la temperatura. Es una ciudad muy especial, un punto neur¨¢lgico de la comunicaci¨®n de Europa. Solo Madrid y Barcelona tienen m¨¢s vuelos y cada d¨ªa llegan 1.600 personas en barco. Tiene una inyecci¨®n de turistas que le da una vida incre¨ªble.
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