Bob Beamon y los r¨¦cords
Si Powell super¨® aquel salto, para mi inalcanzable, tantos a?os despu¨¦s, tambi¨¦n tendr¨¢ que llegar quien juegue ese partido 623 y ser feliz porque es se?al de que la vida sigue rodando
No recuerdo d¨®nde lo vi, pero no en mi casa ya que, todav¨ªa, la televisi¨®n no hab¨ªa llegado a la sala. Seguramente ser¨ªa en alg¨²n NO-DO o similar, pero aquel salto de Bob Beamon en los JJOO de M¨¦xico 68 me pareci¨® un vuelo infinito, m¨¢gico, inalcanzable. Y no s¨¦ yo qu¨¦ elementos tendr¨ªa para esa consideraci¨®n ya que mi conocimiento del atletismo internacional era el de un ni?o de 7 a?os de aquel tiempo, o sea, nada de nada. Pero mi mente decidi¨® que aquel r¨¦cord era imposible de batir y que aquella distancia era un foso demasiado grande para otro cualquier ser humano. A todo esto, el f¨²tbol me fue llevando de categor¨ªa en categor¨ªa hasta jugar en aquello que entonces llam¨¢bamos porter¨ªas reglamentarias que eran una inmensidad de 7,32 metros, lo que convert¨ªa y confirmaba que los 8,90 de Beamon eran una magnitud inabarcable e imbatible.
El caso es que 23 a?os mas tarde, para m¨ª una eternidad, en el Mundial de Tokio 91 Mike Powell vol¨® hasta los 8,95m. y bati¨® a Beamon, estableciendo una nueva plusmarca todav¨ªa no superada. Y esa es para m¨ª, y desde entonces, la medida para evaluar un r¨¦cord deportivo. Hay algunos que parec¨ªan imposibles como que Espa?a fuera campeona del mundo en f¨²tbol o que el Bar?a llegara a ganar la Copa de Europa, que ya son mitos superados y certidumbres alcanzadas. Que les voy a decir del Real Madrid y su idilio con esa misma Copa de Europa, con esos 14 t¨ªtulos que parecen, esos s¨ª, un r¨¦cord a¨²n m¨¢s inalcanzable que aquel de Beamon.
En algo de todo eso pienso mientras me visto para asistir al Athletic-Betis de esta noche de jueves y en el que en sus pre¨¢mbulos, nunca despu¨¦s de las 22 horas, que eso del horario de las retransmisiones gana a las leyendas, tendremos el honor de pisar San Mam¨¦s aquellos que hace 40 a?os, casi el doble de lo de Beamon, y con el Athletic ganamos aquellas Ligas e incluso un doblete con la Copa (creo que no lo volveremos a celebrar el a?o que viene que por aqu¨ª somos muy sobrios en los de las celebraciones) para reencontrarnos por unos segundos en una r¨ªa contaminada y en una gabarra llena de luz y de alegr¨ªa.
Uno de esos momentos que marcan nuestras vidas.
En algo de todo eso pienso cuando reflexiono con la posibilidad de cruzarme en los pasillos de San Mam¨¦s con Joaqu¨ªn, que oposita con muchas posibilidades de ¨¦xito a un r¨¦cord en partidos jugados en la Liga, ese que dicen que es m¨ªo cuando la realidad es que los r¨¦cords son de aquellos que los sue?an, a veces casi sin pensarlo, y a quienes un juez, tras levantar la bandera, les comunica que la antigua marca ha sido superada.
Usted, lector, sabe ya cuando lea estas l¨ªneas si Joaqu¨ªn sum¨® ayer jueves, hoy para m¨ª, un nuevo partido a su lista y se acerca ya a ese 622 convertido en casi n¨²mero de c¨¢bala. A m¨ª solo me queda disfrutar de ese rato en el c¨¦sped espl¨¦ndido de San Mam¨¦s, junto a Javi Clemente y todos los compa?eros y amigos de 100 batallas, ya que 40 a?os son muchos y si hay que esperar otros tantos me da que no vamos a estar tan disponibles para el pr¨®ximo evento.
Y si veo a Joaqu¨ªn por aquellos territorios desearle toda la salud para que haga realidad todos sus sue?os.
Que si Beamon tuvo a Powell tantos a?os despu¨¦s, pues tambi¨¦n tendr¨¢ que llegar quien juegue ese partido 623 y ser feliz porque es se?al de que la vida sigue rodando.
PD: Luego, Joaqu¨ªn, ya hablaremos de ese cargo de embajador de LaLiga que lleva asociado este r¨¦cord y que a m¨ª me gustar¨ªa seguir desarrollando, salvo que t¨² consideres lo contrario, claro.
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