Carlos Sainz, el abuelo del Dakar que no quiere jubilarse

Pocas cosas le quedan por hacer a Carlos Sainz Cenamor (Madrid, 61 a?os), el ganador m¨¢s veterano del rally Dakar. Acaba de levantar su cuarto Touareg con su cuarta marca distinta, un hito in¨¦dito en la prueba, y no parece amagar por ahora con la retirada. Dec¨ªa el piloto espa?ol, uno de los grandes iconos mundiales del deporte de motor, que ¡°a lo mejor el pr¨®ximo objetivo es ser el primer abuelo que gana el Dakar¡±. Deslizaba el comentario hace un par de a?os durante una charla con universitarios, y este viernes, en medio del fervor de la celebraci¨®n, no quiso aventurar si lo intentar¨¢ de verdad o quiz¨¢s vaya a optar por una jubilaci¨®n desde lo m¨¢s alto. ¡°De momento tengo cuerda para celebrar la victoria¡±, aseguraba nada m¨¢s bajarse del coche.

Las l¨¢grimas se le intu¨ªan en los ojos cuando, en medio de la marabunta, Sainz detect¨® la presencia de su familia, una sorpresa de ¨²ltima hora. ¡°No me hab¨ªan dicho nada. Imag¨ªnate, para m¨ª es un orgullo que est¨¦n aqu¨ª, que vean esto. Todo el trabajo que hay en casa, que ellos viven de cerca, tiene recompensa¡±, se emocionaba. La competici¨®n y los suyos han sido sus dos pilares fundamentales. ¡°Es uno de los momentos m¨¢s bonitos de su vida, y de la nuestra. Toda la familia empujamos juntos por esto, y estamos muy orgullosos de lo que ha conseguido¡±, comentaba su hijo Carlos, piloto de Ferrari en la F¨®rmula 1, despu¨¦s de abrazarle en la meta.

Hace dos d¨¦cadas Sainz anunciaba su retirada del Campeonato del Mundo de Rallies precisamente para poder pasar m¨¢s rato con la familia. ¡°Mi hija me ha dicho hoy que todav¨ªa no sab¨ªa ir en bicicleta... y tiene seis a?os. Imag¨ªnate¡±, dec¨ªa entonces. Esa pausa dur¨® un a?o, y el Dakar prendi¨® la mecha de una segunda etapa deportiva que ¨¦l jam¨¢s imagin¨® tan prolongada. ¡°El mundo del deporte es sano, divertido y competitivo, y por esto me he dedicado a ello toda la vida¡±, reflexiona en conversaci¨®n con EL PA?S.

Quienes mejor le conocen apuntan a que la principal clave del ¨¦xito de Sainz es su f¨¦rrea disciplina de trabajo, la misma que lleva aplicando sin excepciones desde la adolescencia, cuando gan¨® el campeonato de Espa?a de squash a los 16 a?os. ¡°Lo primero es su motivaci¨®n, sus ganas de correr. Por eso trabaja todo lo que trabaja. Su preparaci¨®n es clave, tanto en lo f¨ªsico como en lo mental¡±, opina Lucas Cruz, copiloto en sus cuatro entorchados en el Dakar. ¡°A un deportista de ¨¦lite el talento se le supone, pero no la capacidad de trabajo. Ah¨ª marca la diferencia Carlos¡±, aporta Luis Moya, con quien Sainz gan¨® los dos campeonatos mundiales de rally en 1990 y 1992 que le propulsaron al estrellato.

Desde la carpa de Audi remarcan su esmero para conocer y entender hasta el m¨¢s nimio detalle t¨¦cnico del veh¨ªculo, otro aspecto diferencial con la mayor¨ªa de pilotos. ¡°?l es quien mejor conoce el coche, cualquier ruido extra?o te lo detecta mejor que nadie. Es capaz de indicar siempre el mejor camino a los ingenieros¡±, asegura Joan Navarro, responsable de t¨¦cnico de su veh¨ªculo. Moya subraya el pedigr¨ª de Sainz como desarrollador de veh¨ªculos: ¡°Su sensibilidad con el coche es extraordinaria, es conocido en el mundo de los rallies por ser el mejor piloto probador de la historia, y me atrevo a decir que lo mismo en el Dakar. Coche que ha tocado, coche que ha llevado a la victoria¡±.

La gran evoluci¨®n y aprendizaje del madrile?o en el Dakar ha sido la gesti¨®n de las emociones. En una carrera tan larga y exigente, con sorpresas inesperadas cada d¨ªa, ha sabido abstraerse del pasado y centrar su atenci¨®n en el presente m¨¢s inmediato. Ir ¡°d¨ªa a d¨ªa¡± ha sido su lema en la edici¨®n de 2024, pero hace ya tiempo que aprendi¨® a bloquear las frustraciones y contener su naturaleza impaciente: ¡°He tratado de aprender a no salir m¨¢s r¨¢pido el d¨ªa despu¨¦s de que me pasara algo¡±, dec¨ªa a este diario en una entrevista reciente.

¡°Estoy impresionado. La mayor¨ªa de gente, a los 61 a?os, solo pensar¨ªa en retirarse¡±, afirma David Richards, responsable de Prodrive que conoci¨® a Sainz durante su etapa conjunta en Subaru en los noventa. Despu¨¦s de que su alianza diera el primer t¨ªtulo en WRC a la marca japonesa en 1995, mayormente le ha sufrido como rival. La trayectoria de Sainz es tan abultada que pr¨¢cticamente todo el mundo dentro de la caravana puede contar alguna que otra batallita con ¨¦l de protagonista.

¡°Este tipo, a su edad, es incre¨ªble. Si le apetece podr¨¢ todav¨ªa conseguir muchas m¨¢s victorias en el Dakar¡±, se maravilla Sven Quandt, jefe del proyecto de Audi. ¡°Siempre se exige lo m¨¢ximo, es muy duro consigo mismo, igual de exigente que con el resto del equipo¡±, agrega. ¡°Su secreto es el mismo que el m¨ªo, su pasi¨®n por esto¡±, aporta St¨¦phane Peterhansel, el piloto m¨¢s laureado de la prueba y uno de sus grandes compa?eros y rivales. ¡°Toda su vida ha sido un luchador, un competidor nato, y decir basta, parar cuando sientes que puedes estar arriba, hacer un buen resultado, no es f¨¢cil. En esto nos parecemos mucho¡±, le piropea el ganador de catorce Touaregs.

Como el propio Sainz recuerda a este peri¨®dico, se ha ganado el derecho a decidir sobre cu¨¢ndo llegar¨¢ un adi¨®s dif¨ªcil de imaginar ahora que sigue en lo m¨¢s alto: ¡°A estas alturas de mi carrera deportiva me he ganado el poder decidir hasta cu¨¢ndo me apetece estar y que esa decisi¨®n se respete¡±. Cruz, su navegante, desliza la posible resoluci¨®n del puzle. ¡°A ¨¦l le apetece seguir luchando y dedicarse a lo que m¨¢s le gusta¡±, asegura. Tiene cuerda para celebrar y para seguir compitiendo, parece.

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