Primoz Roglic firma por tres a?os con el Bora-hansgrohe

Ralph Denk, patr¨®n del Bora-hansgrohe, anunciar¨¢ el viernes, v¨ªspera del Giro de Lombard¨ªa, la contrataci¨®n Primoz Roglic por tres a?os, hasta diciembre de 2026.

Se cura as¨ª, con la marcha del esloveno al equipo de Vlasov, Higuita y Specialized, uno de los traumas con que la Vuelta triunfal hiri¨® al Jumbo Visma. La soluci¨®n al segundo conflicto que agobia al equipo neerland¨¦s que todo lo gana, el de encontrar un patrocinador que sustituya a Jumbo, y sus 25 millones de euros anuales, tarda m¨¢s en llegar. El camino elegido, la absorci¨®n del Soudal, el equipo de Remco Evenepoel, patrocinado por una marca de pegamentos industriales, es complicado y, aparte de poner de manifiesto la fragilidad del sistema econ¨®mico del ciclismo mundial, supone una revoluci¨®n completa con consecuencias, da?os colaterales negativos, que, como las ganancias marginales para aumentar el rendimiento, se acumular¨¢n desastrosamente.

¡°No es buena la codicia¡±, dice Jonas Vingegaard nada m¨¢s terminar la Vuelta. Habla de ¨¦l mismo, de por qu¨¦ renunci¨® a a?adir la victoria en la ronda espa?ola a sus laureles del Tour, pero podr¨ªa hablar tambi¨¦n de su equipo, el Jumbo, roto por el pecado de la avaricia. La felicidad completa que podr¨ªa leerse en la foto de tres amigos --Sepp Kuss, de rojo; Vingegaard y Primoz Roglic, ataviados con un maillot negro con manchas amarilla y rosa que se?alaba sus triunfos en el Tour y en el Giro-- copando el 17 de septiembre el podio de Cibeles era en realidad una ficci¨®n, un elemento m¨¢s de la gran operaci¨®n de marketing. Unas noches antes del esplendor del evento, Kuss no pod¨ªa dormir. Daba vueltas en la cama, la cabeza llena de las preguntas primarias que a todos nos atormentan, para la que ninguno tenemos respuesta. ?Qui¨¦n soy? ?Qu¨¦ soy para el equipo? ?Qu¨¦ me quieren? La misma noche de la fiesta, Roglic estaba como el joven de la canci¨®n de Sisa en La nit de Sant Joan, prepar¨¢ndose para preguntar a su jefe, a Richard Plugge, el jefe del Jumbo, ¡°s¨ª, d¨ªmelo, cu¨¢nto yo significo para ti, no me hagas sufrir m¨¢s¡±.

El juego de los liderazgos hab¨ªa descolocado tanto al nuevo l¨ªder, al Kuss gregario de siempre elevado tras un juego de c¨¢lculo y estrategia que permiti¨® al equipo ser el primero que en la historia ocupaba las tres plazas del podio, como al viejo Roglic, al primer ciclista del Jumbo que cristaliz¨® las grandes ambiciones del equipo, tras podios fallidos, de ganar las grandes carreras de tres semanas. Primero llegaron las tres Vueltas (2019 a 2021) del esloveno; luego, tras el podio fallido de Roglic en el Tour del 20, los Tours de Vingegaard en el 22 y en el 23, y, finalmente, mediante el propio Roglic, tambi¨¦n el Giro, este 2023, a?o en el que el esloveno habr¨ªa conseguido el pleno de victorias en todas las carreras que disput¨® ¨CTirreno-Adri¨¢tico, Volta, Giro, Vuelta a Burgos, Giro de Emilia¡­-- si no hubiera tenido que plegarse a la disciplina del equipo en la Vuelta a Espa?a.

El s¨ªmbolo y el poder del Jumbo era Roglic, que, terminada la Vuelta, y con una respuesta que no le gust¨® a su pregunta ¨Cno, te queremos mucho, pero ya no significas tanto como cre¨ªas--, decidi¨® dejar el equipo y comenzar a responder a las llamadas de otros equipos, que, pertinazmente, como la sequ¨ªa, todos los agostos le recordaban que ah¨ª estaban ellos si por lo que fuera dejaba a los Jumbos, tan poco sentimentales en su trato y con los que sus contratos parec¨ªan eternos. Roglic, de 33 a?os, ten¨ªa a¨²n dos a?os m¨¢s de compromiso con el Jumbo. Romperlo le ha costado, seg¨²n cifras filtradas por los medios, unos dos millones de euros. Se ir¨¢, con el apoyo de Red Bull, socio preferente de Denk, al Bora-hansgrohe, un equipo alem¨¢n ambicioso que necesita l¨ªder para el Tour y le ofrece, aparte del liderazgo ¨²nico en el Tour de Francia, la gran ambici¨®n del esloveno, un sueldo de unos cuatro millones de euros anuales (Pogacar anda por los seis, el que m¨¢s cobra del pelot¨®n) y un ambiente cultural similar al del Jumbo, de inversi¨®n tecnol¨®gica, cient¨ªfica, en nutrici¨®n y en rendimiento. Y las mismas ganas que el Jumbo, incluso, de ser el mejor. Otro paso que ha dado el equipo alem¨¢n en ese sentido ha sido la contrataci¨®n de Marc Lamberts, el hist¨®rico entrenador de Roglic, y tambi¨¦n de Wout van Aert, que deja el Jumbo para acompa?ar al esloveno en su nuevo camino hacia la plenitud.

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