Tres meses de involuci¨®n del Real Madrid

Carlo Ancelotti asegur¨® hace una semana que ten¨ªa m¨¢s confianza en su equipo que hace un mes. A la vuelta del ¨²ltimo par¨®n internacional, anunci¨®, hab¨ªa detectado buenas sensaciones y confi¨® en que el campo las confirmara. Apunt¨®, incluso, a Kylian Mbapp¨¦, del que dijo que se encontraba ¡°cerca del 100%¡±. El mensaje fue muy directo y lo present¨® como el aviso de un cambio de tendencia en la temporada.

El clic, sin embargo, se produjo a la contra con el 0-4 del cl¨¢sico, un resultado que, pese al escenario favorable de la primera parte, signific¨® la ¨²ltima muesca de un equipo que no fluye desde agosto. En el Madrid que ha quedado con Mbapp¨¦ y sin Kroos, el baj¨®n ha resultado evidente en el funcionamiento colectivo, en la recurrente ¡°intensidad¡± y en el rendimiento de muchos nombres. De la defensa, escasa y agrietada, pasando por una medular sin mucho dictado y llegando al despliegue nada intimidante de la nueva estrella, no existen m¨¢s certezas que el lesionado Courtois, los fogonazos de Vini y el sudor de Valverde.

Mbapp¨¦ bati¨® el s¨¢bado su r¨¦cord de fueras de juego (ocho), dos m¨¢s que contra el Pays de Cassel en Copa en 2023 y el Bayern en 2021. En los 13 encuentros previos en Madrid hab¨ªa acumulado diez. Unas cifras que cierran el periodo de bienvenida e inauguran una nueva etapa de fiscalizaci¨®n despu¨¦s de un inicio con m¨¢s estad¨ªstica (ocho goles, tres de penalti) que impacto en el juego.

Su ensamblaje con Vinicius ofrece todav¨ªa un margen importante de mejora. El brasile?o y Benzema se daban un pase (en cualquiera de las dos direcciones) cada 6,2 minutos en la 2021-22, la campa?a en la que al fin hicieron migas. En la 22-23, subi¨® a los 6,7 minutos. Con Mbapp¨¦, sin embargo, el tiempo crece hasta los nueve, seg¨²n Opta. El sudamericano, que conserva su sitio en la izquierda y con mayor capacidad de asistir, le ha creado al galo ocho ocasiones. Al rev¨¦s, tres.

La falta de finura f¨ªsica tampoco ha ayudado al ex del PSG, un problema que no es nuevo. En su parte final del Parque de los Pr¨ªncipes, ya hab¨ªa emitido se?ales de menor frescura y en la Eurocopa, Didier Deschamps confirm¨® que no se encontraba a tono. En el Madrid, donde empez¨® los entrenamientos una semana antes (7 de agosto) de la competici¨®n (d¨ªa 14), se le ha visto en muchos momentos fuera de foco. El estatus de Vini tambi¨¦n lo desplazado al centro de la delantera.

Menos Bellingham y menos defensa

Un escal¨®n m¨¢s abajo, se ha ido difuminando el rastro de Jude Bellingham, el sorprendente nueve del Madrid en los primeros meses de la pasada campa?a y empujado ahora a labores m¨¢s de intendencia en el escenario que ha nacido con Mbapp¨¦. A estas alturas de la temporada anterior, llevaba 10 goles en 17 tiros a puerta; en esta, sigue a cero tras siete disparos entre los tres palos. Ancelotti ha se?alado que ahora, con Kylian, necesita de ¨¦l m¨¢s trabajo que dianas, y lo ha mandado al perfil diestro porque el izquierdo lo ve ya ocupado entre Vini y Mbapp¨¦.

El ingl¨¦s, m¨¢s retrasado, tampoco ha contribuido mucho a dotar al centro del campo de un discurso a la hora de organizar el juego, una de las principales fallas. Los j¨®venes no han sido capaces de independizarse a¨²n de Modric y el recuerdo nost¨¢lgico de Kroos ha mutado en sombra. De todos los noveles, ninguno ha quedado tan cuestionado como Tchouameni.

De los 10 goles en 17 tiros a puerta a estas alturas de la temporada pasada, Bellingham pasa a cero tantos en siete disparos este curso

Atr¨¢s, la escasez de piezas por las lesiones y la inacci¨®n del club en el mercado se ha cruzado con el descenso de rendimiento de sus bastiones. Ferland Mendy ha dejado de ser un lateral inaccesible y recupera 1,6 balones menos que la temporada pasada (4,76 frente a 3,07). El caso de R¨¹diger es parecido y tambi¨¦n ha bajado el registro de recuperaciones (3,95-3,55).

Una fuente con acceso al vestuario advert¨ªa hace unas semanas, antes de las ¨²ltimas derrotas, que el rendimiento tan regular del alem¨¢n el curso anterior fue casi una excepci¨®n en una carrera de dientes de sierra. A su lado, Milit?o sigue buscando su versi¨®n pre rotura de cruzado. Respecto a la 2022-23, gana menos duelos (63,7%-54,7%) y recupera 1,2 pelotas menos (5,6-4,2). En dos meses se abre el mercado, aunque el club manten¨ªa hace unos d¨ªas la idea de tirar con lo que hab¨ªa, que incluye a un Lucas V¨¢zquez sufriente en el lateral derecho.

Cambios en el ¨²ltimo mes

Desde la rega?ina de Carletto en la primera jornada liguera en Mallorca el 18 de agosto ¡ª¡±nos falt¨® equilibrio y actitud¡±, avis¨®¡ª, no ha habido un duelo tranquilo para el Madrid, un conjunto sin una estructura de juego a la que agarrarse en la rutina. La intensidad y los desajustes defensivos han sido el lamento casi diario del italiano. El s¨¢bado, valor¨® el empe?o de los suyos durante una hora y pidi¨® continuar por esa l¨ªnea. El sistema de contenci¨®n, sin embargo, vol¨® por los aires con el 0-1.

El chirrido del f¨²tbol del Madrid ha resultado constante sin que Ancelotti haya dado con la tecla por m¨¢s cambios que ha introducido. Hasta el Metropolitano, tir¨® millas con el 4-3-3, pero los problemas de ¡°equilibrio defensivo¡± fueron cotidianos. Ah¨ª aprovech¨® la recuperaci¨®n de Camavinga para meter un cuarto medio. Sin grandes efectos. En Vigo recurri¨® a Tchouameni como tercer central en algunas situaciones, y con el Dortmund prescindi¨® del franc¨¦s y Camavinga. Giros en busca de una cuadratura que no ha llegado.

Al Madrid, un equipo que suele moverse bien en situaciones de escasez y desconfianza a su alrededor, como el a?o pasado, gestiona hoy la abundancia, algo de lo que no siempre ha salido triunfador. El varapalo del cl¨¢sico le obliga, ahora s¨ª, a un volantazo.