Con el bal¨®n entre las botas, as¨ª gan¨® Espa?a el Mundial

La selecci¨®n espa?ola gust¨® y gan¨® en Nueva Zelanda, primero, y en Australia, despu¨¦s, donde se coron¨® como el mejor equipo de f¨²tbol del mundo con un juego reconocible y bello. Talento, toque, posesi¨®n, control, v¨¦rtigo y goles. En una evoluci¨®n que vivi¨® su momento culmen en S¨ªdney, donde se alz¨® un equipo de leyenda.

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As¨ª evolucion¨® la mentalidad de Espa?a hasta la final

¡°A este equipo le faltaba alma¡±, expres¨® Olga Carmona, goleadora tanto en la semifinal como en la final del Mundial, castigo para Suecia y carcoma para Inglaterra, que perdi¨® 29 encuentros despu¨¦s ¡ªsumaba 25 triunfos y 4 empates¡ª, invicta como estaba desde marzo de 2020. ¡°Nos faltaba mordiente y ahora el equipo es redondo¡±, se sum¨® el seleccionador, Jorge Vilda, intervencionista durante el torneo porque hasta se atrevi¨® a cambiar de portera a la carrera, del mismo modo que ha remarcado la val¨ªa y pluralidad de sus 23 jugadoras a la vez que no se ha casado con nadie, ni siquiera con la dos veces Bal¨®n de Oro Alexia Putellas, de papel m¨¢s reservado pero compa?erismo impecable. L¨ªnea por l¨ªnea, y con un f¨²tbol de sal¨®n, Espa?a ha sido y es la mejor del mundo con un estilo propio, ese que dice que el bal¨®n se juega desde atr¨¢s, que el bal¨®n se toca hasta encontrar la fisura, que el bal¨®n se acelera en las transiciones, que el bal¨®n se recupera cuanto antes con un acoso avanzado y, de paso, que el bal¨®n es el mejor amigo de las botas y de las jugadoras.

Relevo de guantes. Cata Coll estaba de vacaciones en M¨¢laga y se enter¨® de que Vilda la hab¨ªa incluido en la prelista del Mundial. No se esperaba la llamada como tampoco se imaginaba que la incluir¨ªa en la convocatoria definitiva ¡ªcay¨® Elene Lete¡ª, al punto de que ni siquiera ten¨ªa los guantes reglamentarios (con las nuevas especificaciones de la FIFA), que llegaron a toda prisa a Nueva Zelanda.

Su papel se presupon¨ªa secundario y a la sombra de Misa, que apenas se signific¨® en los dos primeros choques ante Costa Rica y Zambia porque no le llegaron, pero que chirri¨® frente a Jap¨®n al recibir cuatro tantos. Una losa an¨ªmica, un motivo para Vilda para echar la vista al banquillo y ver a la siempre despreocupada Cata, tan solvente en el juego a¨¦reo como deliciosa con el de pies. ¡°Me gustar¨ªa llegar a penaltis¡±, ¡°estoy tranquila porque s¨¦ que se me da bien parar¡± o ¡°no voy a cambiar mi juego ni dejar de regatear¡± fueron algunas de las perlas de la portera suplente del Bar?a ¡ªpor detr¨¢s de Sandra Pa?os¡ª mientras resolv¨ªa los entuertos ante Suiza, Holanda, Suecia e Inglaterra.

Coll era la ra¨ªz del juego, la que descontaba una l¨ªnea de presi¨®n con el pase, tambi¨¦n la que aceleraba el pulso en las gradas por su frialdad y la que aportaba una calma impagable a sus compa?eras. Acabada la final, Misa y Enith Sal¨®n ¡ªla ¨²nica que no ha contado con minutos durante el torneo¡ª, le hicieron una mel¨¦. ¡°Joder que si lo voy a celebrar¡±, resolvi¨® desde S¨ªdney con la sonrisa de la que se sabe ganadora.

La viga Paredes y carrileras de luces largas. La defensa espa?ola se mueve al comp¨¢s de los gritos e indicaciones de Irene Paredes, futbolista de galones, capitana sin brazalete, puro car¨¢cter. Perdi¨® a su padre justo antes del Mundial y se llev¨® a su hijo Mateo, de apenas dos a?os, para sentirse tan arropada como el equipo se siente cuando lidera la zaga.

Paredes, cromo inamovible ¡ªha disputado todos los minutos (660), seguida por Jenni (647), Ona (613) y Tere (603)¡ª; junto a ella han figurado Ivana, hasta que se lesion¨® y perdi¨® la silla tras el experimento fallido de Roc¨ªo G¨¢lvez; cuando Laia Codina evidenci¨® que su velocidad era el complemento ideal para una zaga que asum¨ªa m¨¢s riesgos que ninguna otra en el torneo, casi a 50 metros de la portera, casi sobre la medular.

Solucionado el agujero, el equipo tambi¨¦n se defin¨ªa por sus laterales. Si bien Ona era intocable ¡ªpuede jugar por la derecha y por la izquierda, siempre con proyecci¨®n de pisar ofensiva¡ª, Vilda escog¨ªa a Oihane, toda una lapa, cuando la pareja de baile se desentend¨ªa de la fase defensiva para lanzar las contras. Eso quit¨® minutos a Olga Carmona, extremo reconvertida a carrilera, futbolista de llegada y pegada, l¨²cida como ninguna cuando el partido lo exig¨ªa. Sus goles en la semifinal y en la final la catapultan a la eternidad, ahora segura de que no se equivoc¨® al mantener esas espinilleras desgastadas de la suerte en las que salen su familia, su madre, y seguro que tambi¨¦n estar¨¢ ahora su pap¨¢, fallecido horas antes de la final. Estrella en el cielo y en el pecho.

El bal¨®n es rojo. ¡°El f¨²tbol es de los medios¡±. La frase, lapidaria, pertenece a Guardiola; y Vilda, de ra¨ªces cruyffistas, la comparte. Entiende el t¨¦cnico que el equipo debe amasar la pelota, cuidarla, repartirla y sobre todo tenerla para que el rival no te haga da?o. Por eso no ha habido un solo contrincante que le discutiera el esf¨¦rico ¡ªla que m¨¢s fue Inglaterra, que lleg¨® al 43% de posesi¨®n por el 57% de Espa?a¡ª, ni que se expresara tan bien con la pelota en los pies. Incluso en la final conect¨® 486 pases (81,5% de acierto) por los 362 (72,1%) de las Lionesses. Para que esto se hiciera realidad, Vilda ha encontrado en Tere Abelleira la palanca que mueve al mundo, excepcional en el pase a un toque, en los controles orientados y en los cambios de orientaci¨®n, tambi¨¦n en los duelos defensivos y hasta en las segundas jugadas. ¡°Se merece un monumento; es la jugadora revelaci¨®n¡±, dicen desde el cuerpo t¨¦cnico, felices porque atinaron al apostar por una jugadora que en el Madrid no tiene tantos minutos como Claudia Zornoza, suplente en el Mundial.

Unos pasos por delante, de interiores, se juntaron las jugonas, Aitana Bonmat¨ª ¡ªescogida la MVP del Mundial como tambi¨¦n lo fue de la pasada Champions con el Bar?a¡ª y Jenni Hermoso, l¨ªderes en goles (tres) y en asistencias (dos). De Aitana se esperaba que fuera diferencial porque entiende mejor que nadie el f¨²tbol, porque vive y respira el juego ¡ª¡±no quiero saber nada por un tiempo del bal¨®n¡±, admiti¨® tras el triunfo, agotada¡ª, porque siempre tiene el partido en la cabeza. Tambi¨¦n el car¨¢cter, pues no soporta perder ¡ªpara siempre quedar¨¢ su rabia tras el tercer tanto de Jap¨®n, cuando cogi¨® la pelota al tiempo que gritaba a sus compa?eras¡ª y la izquierda, la llegada desde atr¨¢s, el toque¡­ todo.

Como Jenni, que se perdi¨® la pasada Eurocopa porque no estaba bien f¨ªsicamente ni quer¨ªa estarlo, un tanto desmotivada. ¡°Se lo ha currado mucho, ha aprendido del pasado, ha llegado en una gran condici¨®n y con 33 a?os ha dado la mejor versi¨®n. Me alegro mucho¡±, concedi¨® Vilda tras la final. Y ella, a pesar de que err¨® dos penaltis (ante Zambia e Inglaterra), ha sido el claqu¨¦ con la pelota, la finura y la elegancia, tambi¨¦n la que en caso de jugar Alexia actuaba de falso nueve, en ocasiones conjugadora del bal¨®n y en otras, punto final.

Con las alas abiertas. Dime con qu¨¦ extremo juegas y te dir¨¦ qui¨¦n eres. Esa podr¨ªa ser la definici¨®n de Espa?a en el Mundial, pues con la variedad de las jugadoras de banda ha podido cambiar los partidos, abanico de recursos infinitos. Mariona, de menos a m¨¢s, jugaba desde fuera para dentro, diagonales para ayudar a conservar el esf¨¦rico o para dar el ¨²ltimo pase; Athenea puso la velocidad y el quiebro al inicio; Alba Redondo se encarg¨® del remate y el gol, la llegada al segundo palo; Eva Navarro, revulsiva, siempre aport¨® descaro y pase, uno contra uno. Y Salma Correcaminos Paralluelo destroz¨® tantas caderas como rivales, imparable en carrera, tan sensacional cuando jugaba pegada a la l¨ªnea de cal como inteligente cuando lo hizo en la punta de ataque en los dos ¨²ltimos envites, siempre rondando el fuera de juego para buscar el desmarque de ruptura, la carrera definitiva. Tambi¨¦n, claro, el gol. Suficiente para llevarse el galard¨®n a la mejor joven (19 a?os) del Mundial.

As¨ª, a Costa Rica se le gan¨® con las alas bien abiertas y con centros, a Zambia con balones en profundidad hasta la l¨ªnea de fondo, a Suiza acumulando jugadoras por dentro, a Holanda, con las carreras a la espalda de la defensa rival, y a Inglaterra con las superioridades en el costado. De todo un poco, de todo mucho. Y como recurso en la punta de ataque, caso de que Jenni jugara de falsa nueve, actu¨® Esther, que se pele¨® con su sombra, que fij¨® a las centrales y sobre todo estir¨® el campo para que las interiores encontraran metros y espacios entre las l¨ªneas, trabajo que a veces no luce, pero que result¨® capital para explicar que Espa?a hace de todo para tener el bal¨®n entre las botas.

Y con eso y mucho f¨²tbol, con una columna vertebral que se hizo grande con el paso de los partidos, Espa?a se coron¨® en el Mundial y alcanz¨® la eternidad.