Espa?a no est¨¢, yo ¡®le voy a Brasil¡¯

Desde el grado de abatimiento que ha producido la eliminaci¨®n de Espa?a, con circunstancias agravantes, alguien me pregunta si merece la pena seguir viendo el Mundial. Caray, claro que s¨ª. Hasta ah¨ª pod¨ªan llegar las cosas.

Ni se me hubiera ocurrido plante¨¢rmelo, quiz¨¢ porque los de mi generaci¨®n estamos m¨¢s que hechos a estas cosas. La primera vez que o¨ª del Mundial fue en 1958, cuando no fuimos a Suecia por culpa de un empate en Madrid ante Suiza, un desliz incre¨ªble si se piensa que nuestra delantera la formaron Miguel, Kubala, Di St¨¦fano, Luis Su¨¢rez y Gento. Aquello para m¨ª era entonces un runr¨²n entre mayores del que entresaqu¨¦ el dato de que el Mundial era cada cuatro a?os y que del anterior nos dej¨® fuera Turqu¨ªa en Roma despu¨¦s de un desempate resuelto por la mano inocente de un bambino sacando de una copa el papelito con la palabra Turqu¨ªa.

A Chile 62 s¨ª fuimos y nos echaron en la fase de grupos. A Inglaterra 66 tambi¨¦n fuimos y nos echaron en la fase de grupos. Para M¨¦xico 70 no nos clasificamos. Para Alemania 74 no nos clasificamos. A Argentina 78 s¨ª fuimos y ca¨ªmos en la fase de grupos. Luego vino Espa?a 82, episodio que cubrir¨¦ con un tupido velo. Para entonces yo no ten¨ªa los siete a?os de 1958 sino 31 y hab¨ªa disfrutado todos los mundiales, siempre con Brasil como faro. Porque ah¨ª estaba el mejor f¨²tbol, porque Mundial tras Mundial ve¨ªa jugadores formidables que acababan siendo algo casi familiar para m¨ª, como esos primos a los que s¨®lo ves de boda en boda. En ocasiones me he encontrado con futbolistas ya retirados, puedo citar los casos de Uwe Seeler, Rivera, Strachan o Matthaws, por ejemplo, y he sentido como si les conociera de toda la vida. Tantos partidos, tantas horas vi¨¦ndoles en la tele (o el campo) en condiciones extremas, contentos, tristes, enfadados, ganadores, perdedores, dolientes, me hac¨ªan sentir que les conoc¨ªa como si formaran parte de mi vida. Y es que la formaron.

No, no dejemos el Mundial porque no est¨¦ Espa?a. Sinceramente, y salvando el bell¨ªsimo par¨¦ntesis de 2010 y las dos eurocopas que lo envolvieron, nunca hemos sido selecci¨®n de peso en ellos. M¨¢s raro es ver fuera a Alemania, m¨¢s a¨²n que no haya ido Italia, y no digo que las echar¨¦ m¨¢s de menos que a esta Espa?a de Luis Enrique, porque ni estoy del todo seguro ni ser¨ªa correcto, pero recomiendo vivamente aislar el disgusto y disfrutar con lo que viene, que es mucho.

Para empezar, vienen un Croacia-Brasil y un Pa¨ªses Bajos-Argentina (me cuesta no escribir Holanda) y despu¨¦s un Marruecos-Portugal y un Inglaterra-Francia. No son partidos que se vean todos los d¨ªas.

Yo ¡®le voy a Brasil¡¯, como dicen en M¨¦xico, no lo voy a negar. Es mi gran referente y adem¨¢s tiene un gran equipo, con un cemento atr¨¢s que a los que nos enamoramos del jogo bonito se nos hace extra?o, pero con un ataque imaginativo y profundo en el que Vinicius se est¨¢ confirmando como jugador grande si es que a¨²n quedaban dudas sobre ello. Tiene cerca a Neymar, que saca conejos de la chistera, a Raphinha al otro lado pendiente de explotar y en medio de todo a Richarlison, que mete goles f¨¢ciles, dif¨ªciles e imposibles.

Tenemos a Messi. ?Cu¨¢nto tiempo m¨¢s podremos verle jugar? Aqu¨ª no seguimos la Ligue 1, en la Champions el PSG viene siendo un tiro al aire. Apuremos esta oportunidad de seguirle viendo. Ya no es el Messi el¨¦ctrico del Bar?a que encadenaba regates, ahora es otro futbolista. Se emplaza m¨¢s atr¨¢s, le cabe el partido en la cabeza, le buscan y reparte con sabidur¨ªa, se arrima en el momento justo y clava un gol con su zurda implacable. Un libro abierto. Su pr¨®ximo partido tiene rango de final, aquella del Mundial 78 con pr¨®rroga y dos goles de Kempes. Intentar¨¢ buscarle ant¨ªdotos Van Gaal, ese entra?able cabezota que se resiste a abandonar la escena.

Vinicius, Neymar, Richarlison, Modric, que jugar¨¢ contra ellos, Messi¡­ Luego les tocar¨¢ a Amrabat, Ziyech, Boufal, Ounahi¡­.y Bono, que suenan menos, pero merecen un respeto porque nos dieron pasaporte, frente a la Portugal de Joao F¨¦lix, Bernardo Silva y ese Gon?alo Ramos que ha mandado al banquillo a Cristiano. Y m¨¢s all¨¢, Mbapp¨¦ con su corte, que incluye a un Griezmann estelar y al contundente Giroud, e Inglaterra, esa mezcla rara que incluye al arcaico Maguire y a los alegres, numerosos y j¨®venes extremos que se mueven bajo la batuta de Kane. M¨¢s Bellingham, el mediocampista m¨¢s cotizado del momento.

No, no se rindan. El Mundial sigue, ahora ya con todos los partidos en La 1 para los que no tengan Movistar que, dicho sea de paso, est¨¢ haciendo un gran trabajo did¨¢ctico con sus tertulias. Hay Mundial sin Espa?a, como lo hubo en todos aquellos a?os en los que me fui haciendo un hombrecito pendiente de lo que hac¨ªa Brasil.

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