Francia despierta a Marruecos
La selecci¨®n de Mbapp¨¦ jugar¨¢ la final contra la Argentina de Messi tras superar a un competitivo rival africano
La Francia de Mbapp¨¦ ya tiene cita con la Argentina de Messi. Dos bicampeones del mundo, frente a frente el pr¨®ximo domingo en Lusail. Y con el gran icono del siglo futbol¨ªstico y quien m¨¢s sugiere que ser¨¢ su heredero. Por el camino, la selecci¨®n gala despert¨® a Marruecos, un equipo que ha dejado huella en Qatar, donde se gan¨® con creces el derecho a so?ar. Una selecci¨®n que durante un largo tramo del encuentro compiti¨® con todo lo que tiene y m¨¢s frente al campe¨®n.
De inicio, mud¨® Marruecos, a la que Walid Regragui forr¨® con tres centrales. Tan retorcido es el maldito f¨²tbol que al cuarto de hora dos de sus centuriones ya la hab¨ªan pifiado. El primero, El Yamiq. El defensa del Valladolid se pas¨® de frenada ante Griezmann, la jugada se embroll¨® y Theo Hern¨¢ndez resolvi¨® el barullo con un acrob¨¢tico gol. Lo que nadie hab¨ªa conseguido en cinco partidos, batir a Marruecos ¡ªun gol en contra, en propia puerta de Aguerd ¡ª, ya lo hab¨ªa festejado Francia. Y lo hizo antes de empezar a jugar, porque al 1-0 no le dio tiempo a ser hijo del juego. Tocaba examinar a la selecci¨®n africana remar contra corriente. Y contra el campe¨®n del mundo, lo que intimida a cualquiera, m¨¢xime a un equipo aprendiz en una semifinal mundialista. Llegado el segundo acto, Marruecos no se arrug¨®, dispuesta a dar el do de pecho costara lo que costara. El equipo se exprimi¨® como un lim¨®n con una explotaci¨®n conmovedora de todos sus recursos, incluso de los que no tiene.
De entrada, el equipo de Regragui s¨ª que not¨® la sacudida de Theo. Y casi se le recrudece el tembleque cuando otro central, el capit¨¢n Saiss, se trag¨® un brinco de la pelota y Giroud estamp¨® el bal¨®n en el poste a la derecha de Bono. Sin casi nada, la selecci¨®n de Didier Deschamps ya ganaba y estremec¨ªa a su rival, apenas liberado por un disparo combado de Ounahi que desvi¨® Lloris.
A Regragui no le qued¨® m¨¢s opci¨®n que operar a los 20 minutos. Y no por los patinazos de sus zagueros, tan impermeables durante todo el torneo. Saiss, que ya contra Portugal tuvo que retirarse calzado en una camilla, pidi¨® el relevo. El seleccionador aprovech¨® el turno del cambio para rectificar la pizarra. Se acab¨® el tendal con los tres centrales y vuelta al 4-3-3.
Gancho en el ¨¢rea
Tambi¨¦n Deschamps alter¨® el formato franc¨¦s. Ausente Rabiot por un problema v¨ªrico, el t¨¦cnico galo opt¨® por Fofana y por coser el medio campo con este a la izquierda de Tchouameni y Griezmann a su derecha. Nada del 4-2-3-1 que tanta panor¨¢mica daba a Griezmann, uno de los candidatos al MVP del campeonato. Con menos radar, m¨¢s sujeto a la posici¨®n de volante, un Griezmann menos radiante, con menos peso en el partido. Ataques de entrenador.
No flu¨ªa la Francia sin Rabiot y una rebaja de Griezmann, pese al buen criterio de Tchouameni. De paso, al campe¨®n le costaba enchufar a Mbapp¨¦ y Demb¨¦l¨¦, los ventiladores. A Francia, tan segura, le cuesta m¨¢s gestionar los partidos que ganarlos. Con lo justo, antes del descanso se procur¨® una doble ocasi¨®n derivada de una doble asistencia de Tchouameni. Primero enfil¨® a Mbapp¨¦, que lleg¨® a superar a Bono, pero un zaguero tir¨® de escoba bajo el larguero. El rechace lleg¨® de nuevo al madridista, cl¨ªnico otra vez, que dej¨® a Giroud a una falange del 2-0.
Poco a poco comenz¨® a competir Marruecos, animada tras una estupenda chilena de El Yamiq al poste derecho de la meta de Lloris. La selecci¨®n del Atlas se solt¨®, acept¨® el reto de ser fulminada a la carrera por Mbapp¨¦ o Demb¨¦l¨¦ y decidi¨® cercar con cuanto pod¨ªa la meta francesa. Lloris se llev¨® m¨¢s de un aviso. Su equipo, sometido por el ah¨ªnco rival, no ten¨ªa el hilo suficiente con Mbapp¨¦, cuando a eso apostaba encapotada. Cuando irrumpi¨® el fabuloso velocista parisino, Amrabat y Dari le mandaron a la lona sin miramientos. El ¨¢rbitro mexicano C¨¦sar Ramos se hizo el lonchas.
Ziyech agitaba el ataque marroqu¨ª, Amrabat sosten¨ªa el tinglado en el gabinete del medio campo y Ounahi daba armon¨ªa al juego. El segundo acto era de Marruecos. Lo advirti¨® Deschamps, que retir¨® al goleador Giroud para que Mbapp¨¦ probara si estaba m¨¢s a gusto como ariete. Thuram hizo entonces de extremo por la izquierda. Marruecos sacaba el colmillo en cada asalto, en cada disputa. Pero le falta gancho en el ¨¢rea ajena, justo lo que distingue a la Argentina de Messi, la Francia de Mbapp¨¦ o la Inglaterra de Kane.
Con los Mbapp¨¦s todo es m¨¢s f¨¢cil. El aut¨¦ntico, el de Francia, se inspir¨® en el minuto 79. Tres regates diab¨®licos dentro del ¨¢rea, donde los normales sienten vah¨ªdos al ver tanto cocodrilo, y su remate lo sell¨® Kolo Muani. El delantero del Eintracht llevaba unos segundos en el campo. Con Mbapp¨¦, cualquier instante es bueno. Messi lo espera el domingo. A Marruecos lo esperan los merecidos honores de una hinchada que lo aup¨® hasta el infinito. Parte de la portada de este Mundial siempre ser¨¢ marroqu¨ª.
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