El desacuerdo europeo perjudicar¨¢ a Espa?a
La falta de acuerdo sobre las nuevas paridades de las monedas europeas perjudicar¨¢ sensiblemente a Espa?a, seg¨²n los expertos. Al margen de que demore otra vez y endurezca m¨¢s las negociaciones para la adhesi¨®n a la Comunidad Econ¨®mica Europea, puede incluso llegar a anular gran parte del efecto beneficioso esperado por la reciente baja en los precios del petr¨®leo.Si la reducci¨®n de la factura petrol¨ªfera estimada para el presente a?o era algo superior al 10% (unos 1.300 millones de d¨®lares sobre un total cercano a los 10.000), ahora la inminente ca¨ªda de cotizaci¨®n del franco franc¨¦s, quiz¨¢ acompa?ada por otras divisas europeas, acentuar¨¢ las ya fuertes presiones internas y empujar¨¢ paulatinamente la peseta a la baja. En este caso, el fen¨®meno se notar¨¢ sobre casi todo el comercio, no s¨®lo sobre un tercio de las compras.
La ca¨ªda de la peseta frente al d¨®lar, que ya acumula desde principios de a?o un 7% (semanas despu¨¦s de la devaluaci¨®n del 8% empez¨® a 125 y el viernes pasado marc¨® 133), puede as¨ª continuar. El modo en que lo haga depende de las autoridades monetarias espa?olas, que nuevamente deber¨¢n afrontar el dilema entre actuar con rapidez o dejar que decidan sin remedio las fuerzas del mercado.
Para los expertos consultados, dado por seguro que el franco bajar¨¢ un 2,5% o 3%, tratar de impedir esa continuidad en la depreciaci¨®n de la peseta ser¨ªa gastar recursos en vano. Al tiempo, el mercado podr¨ªa perder confianza en la devaluaci¨®n de diciembre y alentar las especulaciones propias del momento. Todo ello para que, adem¨¢s, el principal cliente espa?ol tras los Estados Unidos gane mayor competitividad. Con devaluaci¨®n o con proteccionismo, ese es su l¨®gico objetivo, pues la balanza entre los dos pa¨ªses durante 1982 habr¨¢ sido favorable al nuestro en m¨¢s de 50.000 millones de pesetas.
No debe olvidarse que una de las causas de los males econ¨®micos galos est¨¢ en su inflaci¨®n anual del 9,5%, casi tan superior al 4% de la Rep¨²blica Federal de Alemania como inferior al 13,5% de la actual tasa espa?ola. Y el peligro en la competencia internacional por los bajos precios que supone toda menor inflaci¨®n o toda devaluaci¨®n se hace extensivo a los pa¨ªses que sigan a Francia en la depreciaci¨®n de sus divisas, probablemente todos excepto Alemania, Dinamarca y B¨¦lgica- Luxemburgo. En conjunto, estos tres son una m¨ªnima parte del comercio Espa?a-CEE, que supone en torno al 40% de las ventas y compras nacionales.
Pero los perjuicios del desacuerdo tienen otras ramificaciones tan importantes como la presi¨®n sobre la peseta y el d¨¦ficit comercial. Las principales, a juicio del coyunturalista Jos¨¦ Te?jeiro, ser¨¢n que resultar¨¢ m¨¢s diricil al Gobierno aprovechar la baja del petr¨®leo para reducir los precios de los carburantes, los impuestos y, por la misma v¨ªa, la inflaci¨®n. Por a?adidura, ser¨¢n recortadas las posibilidades de las exportaciones e, indirectamente, las de crecimiento econ¨®mico.
El desacuerdo europeo tendr¨¢ otro coste adicional: como los agentes de los mercados de divisas no sabr¨¢n hoy exactamente a qu¨¦ atenerse, quiz¨¢ sometan a presiones bastante fuertes a las monedas m¨¢s d¨¦biles, con lo cual es posible que crezca el necesario reajuste.
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