"No he dado una pincelada no autorizada por la historia del arte"
Antol¨®gica del pintor colombiano Fernando Botero en el Centro Reina Sof¨ªa
La primera gran exposici¨®n individual del artista colombiano Fernando Botero se inaugur¨® ayer en el Centro Reina Sof¨ªa. Cerca de un centenar de obras realizadas en los ¨²ltimos 25 a?os ofrecen un panorama amplio de la obra de este pintor fascinado por la antigua tradici¨®n del arte cl¨¢sico. Esto le ha llevado a afirmar en una entrevista concedida a este peri¨®dico: "No he dado una sola pincelada que no est¨¦ autorizada por la historia del arte". Sus rotundas figuras son, seg¨²n ¨¦l, su ¨²nica y gran pasi¨®n, as¨ª como fuente interminable de placer est¨¦tico. Vive entre Par¨ªs, Nueva York y la Toscana, y sus cuadros alcanzan las m¨¢s altas cotizaciones entre pintores vivos en el mercado internacional.
Fernando Botero es en realidad una especie de dandi, independiente, mundano, original y amante de cierta erudici¨®n cl¨¢sica, aunque no hay nada en su actitud que parezca querer salir de las buenas maneras. Nacido en, Medell¨ªn (Colombia), en 1932, aparece no s¨®lo en revistas de arte, sino en revistas del coraz¨®n,. siempre en las grandes reuniones de la beautiful people. Est¨¢ orgulloso de su triunfo, y parece estar siempre muy seguro de s¨ª mismo. "Yo no pertenezco a ningun grupo. Toda la vida he tenido una actitud que ha sido pr¨¢cticamente lo opuesto a lo que normalmente hac¨ªan los pintores que se reun¨ªan entre ellos: no he pertenecido a ning¨²n movimiento o corriente, y eso a veces ha dificultado mi relaci¨®n con otros artistas", dice. "Para un pintor es m¨¢s dif¨ªcil el contacto con los pintores que con los dem¨¢s. Cada pintor tiene su obsesi¨®n con su trabajo, su obsesi¨®n con sus ideas y se produce un choque entre dos personalidades, entre dos filosof¨ªas y esos choques pueden ser nocivos porque pueden crear dudas a un pintor y un pintor no se puede dar el lujo de tener dudas. Un pintor tiene que ser afirmativo, tiene que ser radical, tiene que creer profundamente en lo que hace".
Universo m¨¢gico
La pintura de Fernando Boter¨® empieza a ser reconocida inter nacionalmente m¨¢s o menos al tiempo del boom de la literatura latinoamericana. De alguna manera ilustra ese universo m¨¢gico de la realidad que se daba a conocer en Europa, pero el suyo era un camino distinto, solitario. "La verdad es que yo no conoc¨ªa la literatura del boom entonces, por que esa literatura empez¨® en los a?os sesenta. Yo en los a?os cincuenta ya ten¨ªa esa desproporci¨®n, esa obsesi¨®n con la forma y la desmesura que hay en m¨ªs cuadros y con cierto derroche de imaginaci¨®n por la libertad que me permit¨ªan las formas y por la falta de respeto a la realidad que he tenido siempre. Es decir, yo ten¨ªa ese tipo de trabajo, y obviamente mi inspiraci¨®n es latinoamericana. Claro, despu¨¦s vinieron en los sesenta Garc¨ªa M¨¢rquez, Vargas Llosa... y ellos, como en el fondo reflejan la misma realidad, se ve un contacto entre ambas. Lo que pasa es que es muy dif¨ªcil que un arte pueda tener influencia sobre otro".
"Todos ten¨ªamos un deseo profundo de descubrir Latinoam¨¦rica. Cuando yo era estudiante de pintura en Europa, en los a?os cincuenta, Latinoam¨¦rica era una cosa m¨¢gica. Los muralistas mexicanos, por ejemplo, representaban ya un gran avance en ese sentido. Todos quer¨ªamos reflejar, y mitificar, y darle poes¨ªa a toda esa realidad. Mi pintura es un c¨®ctel de muchas influencias. Una de las m¨¢s importantes es la de la pintura espa?ola. Yo llegu¨¦ a los 19 a?os a Espa?a, momento en que uno es muy permeable a las influencias. Vel¨¢zquez y Goya son presencias constantes en, su pintura, como lo son los pintores del Cuatrocientos italiano. Todo esto mezclado con el arte popular, el arte precolombino y una serie de cosas.
No obstante, su obra refleja quiz¨¢ s¨®lo la parte m¨¢s europea del mestizaje en Am¨¦rica. "S¨ª, porque uno tiene que reflejar el ambiente en el que uno ha crecido. Si yo hubiera nacido campesino, mi pintura reflejar¨ªa ese mundo. Yo nac¨ª en una familia de clase media, en una peque?a ciudad de provincia en Colombia, y eso es lo que se ve en mi pintura".
"En el fondo, ese mundo de la clase media es muy universal y tiene mayor vigencia que ese mundo indigenista. Uno llega a Espa?a o a Italia y se encuentra un ambiente muy similar, y creo que ¨¦sa es una de las razones del ¨¦xito de mi pintura".
"En Am¨¦rica Latina, hay mucho entusiamo por la pintura, pero desgraciadamente sigue siendo una pintura colonial. La mayor parte de los artistas est¨¢ siguiendo las tendencias que proponen Europa y Estados Unidos. Mientras no haya un deseo de afirmaci¨®n, un encontrarse a s¨ª mismos, no se podr¨¢ tener un arte importante. Yo creo que la causa principal del ¨¦xito que yo he tenido ha sido mi independencia frente a las tendencias art¨ªsticas. Tengo un camino independiente, y pienso que es el ¨²nico camino a seguir en el arte".a plantear la composici¨®n, el color y el concepto de la belleza. No podemos tener la misma actitud porque no tenemos arte, no tenemos museos, tenemos una tradici¨®n muy pobre que en el fondo estamos exprimiendo para sacar algo. Hablarnos del arte precolombino, el arte colonial -una copia del espa?ol- y el arte popular; son cosas de una pobreza terrible. Tenemos que hacer grandes esfuerzos para sacar una gota de esencia que sirva de algo".
"A los europeos les sucede lo contrario. Todo est¨¢ hecho. Me parece triste para un pintor europeo tener que empezar cuando. todo est¨¢ ya tan bien hecho".
"Hay que ver todo eso a trav¨¦s de la historia de la pintura, porque todo eso est¨¢ sublimado, est¨¢ m¨¢s all¨¢ de la peque?a realidad. Todo eso tiene unas conexiones muy profundas y casi una autorizaci¨®n de la historia del arte. En mi pintura hay una conexi¨®n muy profunda con ella. Yo no doy una pincelada que no est¨¦ autorizada por la historia del arte. Cada vez que estoy pintando me meto totalmente en la tradici¨®n de la pintura y hay referencia permanente a muchas obras por ese inter¨¦s profundo que he tenido por la pintura cl¨¢sica. Por eso es que la historia del arte me da como una autorizaci¨®n a hacerlo. Hay una referencia a cosas importantes detr¨¢s de cada pincelada".
Sus im¨¢genes guardan algo de ¨¢lbum de familia que hace f¨¢cil sentirse cercano a ellas. Hay tambi¨¦n en esos personajes un movimiento como en c¨¢mara lenta. "A m¨ª me interesa el movimiento est¨¢tico, la eternidad que uno le comunica a un gesto. Ese hieratismo del movimiento se ve claramente en el pintor que yo m¨¢s admiro, Piero della Francesca: uno ve un movimiento de eternidad. No me gusta la trivialidad que tiene el movimiento. El movimiento en s¨ª es trivial porque es ef¨ªmero. Las batallas de Arezzo de Piero parecen petrificadas, son eternas".
Repetici¨®n
A Fernando Botero se le ha acusado de repetitivo, de acomodarse a una f¨®rmula pl¨¢stica que le ha dado resultado. "La verdad es que: los pintores siempre fueron as¨ª. Si uno ve un Rembrandt de la primera ¨¦poca y uno de la vejez ve una evoluci¨®n, pero no existe un cambio sustancial. El estilo es el reflejo de las ideas de un pintor, y cambiar de estilo es cainibiar de ideas, pero cambiar de ideas es muy grave, porque uno finalmente se afirma en lo que uno es. El ejemplo de Picasso ha influido en esta demanda de cambiar de estilo. Lo que cambia en la pintura es la piel. Uno vive obsesionado con la piel de !a pintura, encontrando sus sutilezas. Es como abrir puertas que: est¨¢n cerradas a la imaginaci¨®n. Hay que ponerse en una situaci¨®n que le permita a uno ser m¨¢s creativo".
"Yo siempre he tenido esa pasi¨®n por las formas llenas, rotundas, que la gente llama gordas, pero que pertenecen en realidad a la tradici¨®n de la pintura. He cre¨ªdo en eso como uno de los principios de los placeres del arte, el de la exaltaci¨®n de las fornias, y cada vez creo m¨¢s. Hay que trabajar y evolucionar sobre la piel de la pintura. Quien vea mi exposici¨®n en el Centro Reina Sof¨ªa -hay cuadros desde el a?o 1962 hasta este a?o- puede apreciar una evoluci¨®n clara".
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