El ling¨¹ista De Mauro cree que Europa debe prepararse para una nueva realidad ling¨¹¨ªstica
Para el profesor romano, el ¨¢rabe o el bant¨² deber¨ªan impartirse en las escuelas
Tullio De Mauro, profesor de Filosof¨ªa del lenguaje de la universidad de Roma y autor de varios estudios sobre el pluriling¨¹ismo y el aprendizaje de las lenguas, considera que "los purismos est¨¢n siempre relacionados con alg¨²n tipo de inseguridad por parte de quien los practica", y le preocupa la coexistencia pac¨ªfica entre las lenguas de los inmigrantes concentradas en ¨¢reas muy reducidas. Cree que el ¨¢rabe o el bant¨² deber¨ªan ense?arse en las escuelas.
De Mauro, que imparti¨® la semana pasada en la Universidad Aut¨®noma de Barcelona un curso sobre Monoling¨¹ismo y pluriling¨¹ismo en el mundo contempor¨¢neo afirma que "desde hace a?os intento explicar que vamos hacia un mundo que se ver¨¢ obligado a pasar cuentas con graves problemas de coexistencia entre parlantes de muy diversas lenguas concentrados en ¨¢reas muy reducidas". El profesor De Mauro no cree hacer ciencia-ficci¨®n cuando piensa en un futuro europeo en el que lenguas como el ¨¢rabe, el malayo o el bant¨² -cita estas tres- deber¨¢n ser regularmente impartidas en los centros de ense?anza.Las previsiones demogr¨¢ficas y los estudios sobre los fen¨®menos de emigraci¨®n le impulsan a plantear la cuesti¨®n de forma radical: "Con los emigrantes, o estamos dispuestos a crear ciudadanos de segunda divisi¨®n o bien les ponemos medios para su integraci¨®n efectiva. En este caso deberemos realizar un doble trabajo: ense?arles la lengua de nuestro pa¨ªs y la del suyo".
"Espa?oles e italianos", continua De Mauro, "hemos acabado apenas de pedir este trato para nuestros emigrados. Me parecer¨ªa muy sospechoso que nosotros mismos reserv¨¢ramos para otros una actitud que durante a?os hemos criticado". Para este investigador existen modelos ya constituidos a los que referirse. Se ci?e a tres, que considera paradigm¨¢ticos: el de los Estados Unidos, un pa¨ªs biling¨¹e de facto -ingl¨¦s y castellano- que impulsa, en los varios estados, el aprendizaje de las lenguas ¨¦tnicas; el de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que, junto al ruso, ha recuperado otras 50 lenguas diferentes; y finalmente el de Suecia, que ha promovido una avanzada legislaci¨®n de conservaci¨®n y uso de todas las lenguas de los emigrantes.
Autor de ensayos ya cl¨¢sicos en el panorama de la ling¨¹¨ªstica contempor¨¢nea, como Historia ling¨¹¨ªstica de la Italia unida, Introducci¨®n a la sem¨¢ntica, una introducci¨®n comentada al Curso de ling¨¹¨ªstica general de Saussure, y, recientemente, un compendio de art¨ªculos y ensayos sobre la variedad cultural italiana (L'Italia delle Italie), De Mauro ha trabajado igualmente en el terreno de la divulgaci¨®n: dirige una colecci¨®n de libros de base sobre temas ling¨¹¨ªsticos y adem¨¢s tiene una secci¨®n fija en la revista L'Espresso.
Por lo dem¨¢s, ha dado vida a ciclos de alfabetizaci¨®n y aprendizaje de lenguas para adultos y en la actualidad prepara un trabajo sobre las influencias rec¨ªprocas de las lenguas europeas ("el export-import ling¨¹¨ªstico", seg¨²n su propia definici¨®n) basado en la lectura de los principales diarios europeos.
"La regla general dice que todas las lenguas est¨¢n contaminadas por otras, todas son mestizas. El socioling¨¹ista, lejos de preocuparse, considera este fen¨®meno como un enriquecimiento. A partir de esta constataci¨®n se puede hacer una segunda: las lenguas m¨¢s fuertes, las que no est¨¢n amenazadas de extinci¨®n, son las m¨¢s impuras, las m¨¢s disponibles a incorporar aportaciones de otras lenguas", afirma.
El castellano
De Mauro cita a este respecto una divertida an¨¦cdota: "Durante la segunda mitad del XVIII el alem¨¢n pasaba por una de esas situaciones de inseguridad. Goethe, que contribuy¨® como nadie a la consolidaci¨®n de la lengua, se mofaba de los puristas de su ¨¦poca. En un c¨¦lebre epigrama a uno de ellos preguntaba c¨®mo deb¨ªa decirse, en correcto alem¨¢n, 'usted es un p¨¦dant'.Preguntado si el castellano, en comparaci¨®n con otras lenguas, no le parece especialmente reacio a las contaminaciones, afirma que, tras medio a?o de investigaciones, tiene efectivamente esa impresi¨®n, pero no se pronuncia sobre si eso es positivo o no: "La resistencia del castellano a t¨¦rminos procedentes de otras lenguas puede tener motivaciones justas, en el sentido de que se intenta defender una determinada transparencia informativa. El investigador no puede emitir juicios de valor. En definitiva, lo ¨²nico que cuenta en todo esto proceso es la responsabilidad del parlante, su compromiso a la hora de escoger aquellas palabras que faciliten mayormente el trabajo de comprensi¨®n por parte de su interlocutor".
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