El dif¨ªcil adi¨®s a la etiqueta socialista
La CFDT abandon¨® en su congreso de noviembre pasado la definici¨®n de "sindicato socialista autogestionario". Lo hizo por varias razones. En primer lugar, porque sus dirigentes consideran fundamental que el sindicalismo sea aut¨®nomo de cualquier Gobierno y opci¨®n pol¨ªtica partidaria para la profundizaci¨®n de la democracia, por un lado, y para el progreso econ¨®mico y social en defensa de los asalariados, por otro.El segundo motivo es que cuando en 1970 la confederaci¨®n adopta esa etiqueta, las condiciones eran otras y en Francia hab¨ªa un partido socialista muy d¨¦bil y un partido comunista muy fuerte. Se trataba, seg¨²n Jean Kaspar, de presionar para crear alternativas en la izquierda. Hoy las cosas han cambiado, y el Partido Socialista franc¨¦s tiene un 30% del electorado.
Otro factor que el sindicato ha tenido en cuenta es que ¨¦sta es una ¨¦poca en la que conviene evitar una confusi¨®n entre las responsabilidades pol¨ªticas y las sindicales.
El secretario general de la CFDT quiere que se entienda bien que no se trata de caer en el apoliticismo, ni renunciar al debate pol¨ªtico; antes al contrario, su criterio es que un sindicato debe intervenir en todos los problemas de la sociedad, que pueden ata?er al medio ambiente o a la vida familiar. "Un partido pol¨ªtico", afirma, "tiene que asumir el poder, y eso tiene unas servidumbres que no son las de un sindicato". Kaspar considera indispensable que los responsables pol¨ªticos comprendan que la autonom¨ªa sindical es absolutamente fundamental para la vertebraci¨®n y el progreso en las sociedades democr¨¢ticas avanzadas.
Para el dirigente sindical es inevitable que haya situaciones de tensi¨®n entre los partidos y las centrales, pero entiende que ello ha de desembocar en la b¨²squeda de soluciones a los problemas a trav¨¦s de la negociaci¨®n.S¨ª resalta que la renuncia de la CFDT a esa etiqueta puesta de sus estatutos se traduce en la voluntad de reformar su proyecto, actualiz¨¢ndolo a la nueva situaci¨®n, pero en ning¨²n caso pone en tela de juicio su creencia en los valores fundamentales a la hora de defender a la clase trabajadora, como la emancipaci¨®n, la solidaridad, la libertad y la democracia.
El abandono de la referencia socialista requiri¨® un proceso dif¨ªcil y un debate muy intenso en el congreso que celebraron en Estrasburgo en noviembre. Kaspar reconoce que "no era una elecci¨®n f¨¢cil porque uno arrastra un lastre de tradici¨®n, una cultura, y algunos compa?eros pod¨ªan pensar que renunciar a la etiqueta socialista supon¨ªa cambiar la naturaleza del sindicato".
Asegura que a trav¨¦s del debate se ha visto que realmente no era un abandono de las ra¨ªces, sino una reformulaci¨®n que tiene en cuenta el nuevo proyecto sindical en el nuevo contexto econ¨®mico, una Europa que se est¨¢ haciendo, y, sobre todo, para la CFDT ha representado un paso decisivo en su exigencia de una autonom¨ªa total respecto a un partido, a un Gobierno, iglesia o asociaci¨®n.
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