Oposici¨®n por detr¨¢s
Pocos son los representantes de bancos y cajas de ahorro que formalmente se declaran contrarios a la reforma del coeficiente de caja. La mayor parte de ellos se?alan que "es bueno que se quite el coeficiente de caja", "es buena la idea de reducci¨®n", "es logico que se arbitre un sistema como el actual ya que el exceso de liquidez impide que se haga de otra forma".Solo en uno de los grandes bancos privados se se?alaba que Ia liberalizaci¨®n demuestra una visi¨®n certera por parte de las autoridades econ¨®micas. La desapariel¨®n de limitaciones nos parece bien en este sentido, aunque su instrumentaci¨®n concreta -nos hubiera gustado un calendario m¨¢s r¨¢pido por ejemplo-, no sea la mejor desde la ¨®ptica del negocio bancario". La oposici¨®n de algunos de estos representantes va m¨¢s lejos: "el mecanismo elegido no es serio. Es pol¨ªtico y no queda m¨¢s remedio que aguantar mecha". "Decir que se reduce el coeficiente de caja uando se mantiene hasta el a?o 2000 es un timo", afirmaba otro alto cargo bancario.
Pero donde la mayor¨ªa de las cr¨ªticas coinciden, aunque inicialmente se diga que la medida es buena, es al se?alar los posibles efectos que tenga sobre la cuenta de resultados. "La reforma no es neutral a la hora de fijar el tipo de inter¨¦s de los certificados de dep¨®sito del Banco de Espa?a en un 6%. Ser¨ªa necesario que el tipo de inter¨¦s fuera del 6,135% para lograrlo. El tipo establecido significa disminuir los resultados de bancos y cajas en 5.000 millones de pesetas", se se?ala en uno de los grandes bancos nacionales.
"La soluci¨®n buscada es dura", afirman otros banqueros, a?adiendo posteriormente que "la dificil transmisibilidad de los t¨ªtulos y el bajo tipo de inter¨¦s puede provocar fuertes p¨¦rdidas a las instituciones que traten de desprenderse de los certificados antes de su vencimiento final". Una ¨²nica entidad bancaria se?alaba hace unos d¨ªas"'que hubieramos preferido que los certificados fueran totalemnte transmisibles incluso hacia inversores particulares porque ello significar¨ªa menores descuentos en su realizaci¨®n.
El representante de un gran banco resum¨ªa todo esto en una frase: "Pod¨ªan haber sido m¨¢s generosos".
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