El Constitucional ampara a Friedman frente a la "incitaci¨®n antijud¨ªa" del ex jefe de las SS Degrelle

El Tribunal Constitucional estim¨® ayer el recurso de amparo de Violeta Friedman, jud¨ªa de 61 a?os superviviente del campo de concentraci¨®n nazi de Auschwitz, contra las declaraciones de Le¨®n Degrelle, de 83 a?os, ex jefe de las SS alemanas, en relaci¨®n con la actuaci¨®n nazi contra los jud¨ªos. El alto tribunal anula las sentencias que negaron legitimaci¨®n a Friedman y reconoce su derecho al honor frente a las afirmaciones de Degrelle, que tienen "una connotaci¨®n racista y antisemita" constituyen "una incitaci¨®n antijud¨ªa" y atentan contra la dignidad humana de todo un pueblo, el jud¨ªo.

El origen de esta sentencia fue la publicaci¨®n en la revista Tiempo, en julio de 1985, de unas declaraciones de Degrelle en las que, entre otras afirmaciones, ironizaba sobre los jud¨ªos: "...si hay tantos ahora resulta dificil creer que hayan salido tan vivos de los hornos crematorios". Asimismo, manifestaba: "El problema con los jud¨ªos es que quieren ser siempre las v¨ªctimas, los eternos perseguidos; si no tienen enemigos, los inventan". Declaraba tambi¨¦n: "Falta un l¨ªder; ojal¨¢ que viniera un d¨ªa el hombre id¨®neo, aquel que podr¨ªa salvar a Europa... Pero ya no surgen hombres como el F¨¹rher... ".La demanda civil de Violeta Friedman en defensa de su honor fue desestimada en las sucesivas instancias y tambi¨¦n, en casaci¨®n, por el Tribunal Supremo, cuya sala primera de lo civil, a¨²n cuando reconoci¨® que las manifestaciones de Degrelle pod¨ªan "originar aflicci¨®n e incluso sufrimiento a personas naturales e incluso colectivos o grupos sociales", neg¨® a la recurrente la legitimaci¨®n necesaria. Una vez formulado el recurso de amparo, el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, asumi¨® personalmente el caso en solicitud de que fuera otorgado.

Inter¨¦s leg¨ªtimo

La sentencia de la Sala Primera del Tribunal Constitucional, de la que ha sido ponente el magistrado Vicente Gimeno Sendra, rechaza la falta de legitimaci¨®n de Friedman por estimar que es claro su "inter¨¦s leg¨ªtimo" -¨²nico requisito exigido por la Constituci¨®n- en el caso. Por lo dem¨¢s, se?ala que el car¨¢cter personalista de la protecci¨®n constitucional al honor "no impone que los ataques o lesiones (...) hayan de estar necesariamente perfecta y debidamente individualizados". El alto tribunal puntualiza que, de lo contrarip, el Estado espa?ol de derecho permitir¨ªa "el surgimiento de campa?as discriminatorias, racistas o de car¨¢cter xen¨®fobo, contrarias a la igualdad, que es uno de los valores superiores del ordenamiento jur¨ªdico".Sobre el fondo del asunto, la sentencia se?ala que "las afirmaciones, dudas y opiniones acerca de la actuaci¨®n nazi con respecto a los jud¨ªos y a los campos de concentraci¨®n, por reprobables o tergiversadas que sean -y ciertamente lo son al negar la evidencia de la Historia- quedan amparadas por el derecho a la libertad de expresi¨®n". En cambio, considera que los juicios ofensivos contra el pueblo jud¨ªo "poseen una connotaci¨®n racista y antisemita, que no puede interpretarse m¨¢s que como una incitad¨®n antijud¨ªa", que constituye un atentado al honor de Friedman y de aquellas personas que, "como ella y su familia, estuvieron internadas en los campos nazis de concentraci¨®n".

El alto tribunal estima que las imputaciones de Degrelle se efectuaron "en descr¨¦dito y menosprecio" de las v¨ªctimas del pueblo jud¨ªo "que sufrieron los horrores del nacionalsocialismo y, dentro de ellas, la hoy recurrente". A?ade que "ni la libertad ideol¨®gica ni la libertad de expresi¨®n comprenden el derecho a efectuar manifestaciones, expresiones o campa?as de car¨¢cter racista o xen¨®fobo", ya que ofenden "a otros bienes constitucionales como el de la dignidad humana", incompatible, razona el alto tribunal, con "el odio y el desprecio a todo un pueblo o a una etnia".

La sentencia contiene un razonamiento de gran actualidad ante las corrientes xen¨®fobas que invaden Europa. El m¨¢ximo int¨¦rprete de la Constituci¨®n subraya que el ejercicio de aquellas libertades no puede amparar "manifestaciones o expresiones destinadas a menospreciar o a generar sentimientos de hostilidad contra determinados grupos ¨¦tnicos, de extranjeros o inmigrantes, religiosos o sociales, pues en un Estado como el espa?ol, social, democr¨¢tico y de derecho, los integrantes de aquellas colectividades tienen el derecho a convivir pac¨ªficamente y a ser plenamente respetados por los dem¨¢s miembros de la comunidad social".

Voto particular

El magistrado Fernando Garc¨ªa-Mon formul¨® un voto particular a la sentencia de la mayor¨ªa, en el que mantiene que el amparo del alto tribunal debi¨® limitarse a restablecer a Friedman en el derecho a que el Tribunal Suprerno se pronunciara sobre los problemas de fondo, una vez admitido que la demandante ten¨ªa legitimaci¨®n suficiente para recurrir. Garc¨ªa-Mon estima que el fallo de la mayor¨ªa de la sala no satisface las pretensiones de Friedman, quien, sin embargo, se dio ayer por satisfecha.