Desacuerdo total entre el Gobierno y Convergencia i Uni¨® sobre los Presupuestos del Estado para 1995
Despu¨¦s de un mes medio de conversaciones entre el Gobierno y los nacionalistas catalanes para la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado de 1995 el desacuerdo entre las dos partes es total. Ning¨²n tema les aproxima y cada uno de ellos pesa como una losa en la negociaci¨®n actualmente en curso. Lejos queda la visita del pasado 4 de julio del ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, para informar a Jordi Pujol del proyecto de Presupuestos y que desat¨® la ira de la oposici¨®n por entender que era una claudicaci¨®n del Gobierno ante Converg¨¨ncia i Uni¨®.
Este clima de desencuentro entre CiU y los socialistas qued¨® patente el pasado lunes en la entrevista que mantuvieron el ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, y el consejero de Econom¨ªa de la Generalitat, Maci¨¤ Alavedra. El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que inici¨® sus vacaciones el pasado viernes, las interrumpli¨® ayer para reunirse con Alavedra y con el consejero de Pol¨ªtica Territorial, Josep Maria Cullell, sus dos principales colaboradores en cuestiones econ¨®micas.La entrevista de Pujol con Alavedra y Cullell se celebr¨® en el Palau de la Generalitat en un clima de gran malestar y profunda irritaci¨®n por las inconcreciones del discurso socialista en la mesa de negociaci¨®n. Aunque el presidente catal¨¢n no da las conversaciones por definitivamente rotas, lo cierto es que, en principio, no volver a haber una reuni¨®n entre las dos partes hasta los primeros d¨ªas de septiembre.
El propio Pujol ha confesado a sus colaboradores m¨¢s pr¨®ximos que, tras las ¨²ltimas reuniones con miembros del Gobierno, tiene la impresi¨®n que el Ejecutivo "no nos toma en serio", por lo que, de no cambiar las cosas, "van a tener un disgusto". Fuentes de la Moncloa atribuyeron ayer las actuales discrepancias a la habitual estrategia negociadora y expresaron su esperanza de que se alcancen acuerdos en las conversaciones que se reanudaran el pr¨®ximo mes.
Aunque no habr¨¢ una reuni¨®n formal entre CiU y el PSOE hasta septiembre, Pujol ha dado instrucciones a Maci¨¤ Alavedra para que mantenga contactos, aunque sean telef¨®nicos, con Pedro Solbes. Llegado el momento, Pujol est¨¢ dispuesto a encarar personalmente las conversaciones con el ministro de Econom¨ªa y con el presidente del Gobierno, con quien se podr¨ªa ver a la reanudaci¨®n del curso pol¨ªtico.
Econom¨ªa productiva
Las discrepancias en estos momentos afectan tanto a las medidas presupuestarias tendentes a mejorar la econom¨ªa productiva como al paquete de temas auton¨®micos pendientes que Pujol intenta que avancen al mismo ritmo que los acuerdos presupuestarios. No hay acuerdo en ninguna de las tres cuestiones relacionadas con la econom¨ªa de las que los nacionalistas hacen bandera: eliminaci¨®n de la doble imposici¨®n de dividendos, rebaja del tipo de cotizaciones a la Seguridad Social a cambio de incrementar impuestos especiales como el tabaco, el alcohol e incluso el IVA, y regularizaci¨®n de balances. En la cuesti¨®n de la doble imposici¨®n de los dividendos; los nacionalistas aseguran que hay un compromiso de Solbes de resolver el problema.
Las posiciones tambi¨¦n est¨¢n alejadas en una cuesti¨®n de la que los socialistas no quieren ni o¨ªr hablar: la reforma laboral con el objeto de reintroducir modalidades de contrataci¨®n temporal. Tampoco hay acuerdo en temas como la exenci¨®n del impuesto de sucesiones para empresas familiares, en la bonificaci¨®n por beneficios invertidos, y en la mejora de la fiscalidad de la familia, cuesti¨®n que Uni¨® Democr¨¢tica, socio electoral de Converg¨¦ncia, considera preferente.
En materia auton¨®mica, dos son las cuestiones prioritarias que inciden directamente sobre la negociaci¨®n de los presupuestos. Una nueva f¨®rmula para la financiaci¨®n de la Sanidad que arregle el fuerte d¨¦ficit sanitario de Catalu?a -cifrado en unos 200.000 millones de pesetas- y tener competencia sobre el reparto de los fondos de cohesi¨®n de la Uni¨®n Europea. En ambos casos las posiciones est¨¢n muy alejadas. La soluci¨®n del problema sanitario exige obviamente un acuerdo entre todas las comunidades aut¨®nomas que tienen transferida esta competencia -Catalu?a, Andaluc¨ªa, Valencia, Madrid, Pa¨ªs Vasco, Galicia y Navarra- y su posterior ratificaci¨®n por parte del Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiero. Todo ello supone para los socialistas que se vuelva a abrir la caja de los truenos y las acusaciones de trato preferente a algunas autonom¨ªas. Adem¨¢s, una comunidad tan importante como Andaluc¨ªa, que parec¨ªa suscribir las posiciones de la Generalitat en el tema sanitario, se ha distanciado.
Medios cercanos a la negociaci¨®n opinan que ninguna de las dos partes parece decidida a ceder en sus posiciones. Los nacionalistas se mueven con la convicci¨®n de que el Gobierno acabar¨¢ cediendo, ya que lo contrario acarrear¨ªa la celebraci¨®n de elecciones anticipadas y la m¨¢s que probable derrota del PSOE. Desde las filas gubernamentales se duda de que Jordi Pujol mantenga la firmeza actual y cargue sobre sus espaldas con la apertura de una etapa de inestabilidad pol¨ªtica en unos momentos en que la econom¨ªa empieza a repuntar.
Elecciones anticipadas
Son varios los colaboradores del Pujol que ¨²ltimamente han visto en ¨¦ste una actitud proclive a aceptar la anticipaci¨®n de las elecciones, que podr¨ªan celebrarse coincidiendo con las municipales del a?o pr¨®ximo. Pujol piensa que durante el ¨²ltimo a?o su apoyo a la gobernabilidad del Estado, enfrent¨¢ndose a la oposici¨®n siempre que ha sido necesario, le legitima para defender con firmeza sus demandas.
Los nacionalistas descubren signos que no ve¨ªan en la negociaci¨®n de los Presupuestos actuales. En primer lugar, el clima es diferente. Las dos partes se muestran m¨¢s recelosas que el a?o pasado y Converg¨¨ncia i Uni¨® no se fia de los compromisos que no aparecen reflejados por escrito.
Adem¨¢s, los negociadores de CiU notan "poca coordinaci¨®n" en el equipo socialista. As¨ª, cuando Pedro Solbes tantea la posibilidad de sustituir parcialmente cotizaciones sociales por impuestos, inmediatamente sale un colaborador tan estrecho de- Serra como el director del gabinete de Presidencia del Gobierno, Antoni Zabalza, enmendando la plana al ministro y asegurando que el Gobierno no est¨¢ en condiciones de adoptar esta medida.
A pecho descubierto
Andan estos d¨ªas los colaboradores de Jordi Pujol recomend¨¢ndole que cuando hable con el Gobierno de la negociaci¨®n sobre los Presupuestos ponga el acento en las discrepancias existentes en temas econ¨®micos y no insista en la negociaci¨®n que en paralelo se mantiene para desencallar las cuestiones auton¨®micas.Entienden estos dirigentes de CiU que, aunque sean justas las reivindicaciones auton¨®micas de los nacionalistas, son dif¨ªcilmente comprensibles por la opini¨®n p¨²blica espa?ola, poco sensibilizada para, por ejemplo, entender por qu¨¦ una autonom¨ªa tiene que administrar los fondos de cohesi¨®n de la Uni¨®n Europea. Adem¨¢s, esta estratagema coloca al PSOE en una posici¨®n dif¨ªcil, ya que la oposici¨®n utiliza la negociaci¨®n sobre los Presupuestos para trasmitir la imagen de un Gobierno d¨¦bil que cede ante el chantaje catal¨¢n.
Pujol. se resiste a este juego por una cuesti¨®n de principio: Espa?a tiene que acostumbrarse a comprender que las autonom¨ªas no son un centro de poder decorativo, sino que tienen competencias -y cada vez m¨¢s hnportantes-. En consecuencia, deben disponer cada vez de m¨¢s recursos. Por eso el presidente catal¨¢n no quiere desligar la negociaci¨®n de los Presupuestos de la auton¨®mica. Sin una cosa no hay otra. Y eso, dice Pujol, no es un chantaje. Es una cuesti¨®n de prioridades pol¨ªticas. Y en eso no enga?a a nadie: "Mi prioridad es Catalu?a", ha dicho en m¨¢s de una ocasi¨®n.
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