ETA intent¨® causar una matanza en el cuartel de la Guardia Civil de Arnedo con 50 kilos de explosivos
La intervenci¨®n de dos polic¨ªas locales de Arnedo evit¨® ayer una nueva matanza de ETA en una casa cuartel de la Guardia Civil. Los activistas abandonaron dos mochilas bomba, con 50 kilos de explosivos, a una decena de metros del acuartelamiento de esta peque?a localidad del suroeste de La Rioja. La explosi¨®n caus¨® importantes da?os materiales en las viviendas del entorno y m¨¢s de una treintena de contusionados por los cascotes y la rotura de cristales. Los terroristas huyeron hasta ?lava -en parte del trayecto utilizaron un coche patrulla policial-, sin que ayer tarde hubieran sido localizados.
Pasaban unos minutos de las tres de la madrugada cuando una pareja de la Polic¨ªa Local descubri¨® a tres j¨®venes que realizaban movimientos sospechosos en el aparcamiento situado en la trasera de la casa-cuartel. Los sospechosos se pusieron nerviosos al percibir la presencia de los polic¨ªas (que iban desarmados) y comenzaron a moverse con rapidez. Del interior de un Opel Kadett de color negro y con placas de matr¨ªcula de Madrid, sacaron dos bultos que a todo correr depositaron sobre uno de los turismos. Despu¨¦s emprendieron la huida.Los polic¨ªas alertaron a un tercer compa?ero, de servicio en un veh¨ªculo radiopatrulla, que se encontraba en el pol¨ªgono industrial de las afueras del pueblo. Los tres agentes emprendieron la perscuci¨®n de los presuntos delincuentes hacia Calahorra. A una decena de kil¨®metros de Arnedo, en un pronunciada curva, se percataron de que hab¨ªa rastros de frenadas en el asfalto. Pararon el veh¨ªculo oficial y descubrieron al fondo del talud, de unos tres metros de profundidad, al coche que persegu¨ªan.
Con intenci¨®n de socorrer a los accidentados, los agentes locales se aproximaron hasta el veh¨ªculo volcado, siendo enca?onados por sus ocupantes por sendas pistolas. Los polic¨ªas fueron obligados a esposarse entre s¨ª y oyeron una fuerte deflagraci¨®n procedente de Arnedo.
Los terroristas reanudaron la fuga en el coche patrulla, pudiendo determinarse que al menos uno de ellos estaba herido, como demostraban las manchas de sangre existentes tanto en su coche como en el veh¨ªculo oficial.
A punta de pistola
En el t¨¦rmino de Pradej¨®n, en la carretera que une Zaragoza con Logro?o, los etarras obligaron a detenerse a un Reanault-5 de color amarillo en el que viajaban dos personas adultas y una menor. Los terroristas quisieron convencerles de que eran polic¨ªas y necesitaban llevarse el coche. Ante la negativa hicieron de nuevo uso amenazante de sus armas y finalmente huyeron en direcci¨®n a Vitoria.
Mientras, en Arnedo, sus habitantes se ve¨ªan expulsados de sus camas o cubiertos por una lluvia de cristales y cascotes. La onda expansiva de los 50 kilos de explosivo hizo de macabro despertador en la parte m¨¢s oriental de la ciudad. El fuego en vanos veh¨ªculos a?adi¨® dramatismo a la escena y provoc¨® la inmediata salida a la calle de los vecinos, la saturaci¨®n del ambulatorio y el p¨¢nico.
El reloj del taller de Motos Jonas, en el n¨²mero 47 de la calle de Isidro Gil de Muro, se detuvo a las 3.49, justo cuando sus cristaleras, las puertas de metal y las herramientas saltaron por los aires. Sus vecinos de las viviendas superiores a¨²n lo pasaron peor. En el tercer piso, una octogenaria recib¨ªa la ventana, con marco y todo, encima de su cabeza y las persianas, convertidas en astillas, se clavaban en las paredes.
Los terroristas buscaban ocasionar el mayor da?o posible: trataron de colocar la bomba en la trasera del acuartelamiento, donde viven 15 familias, aunque s¨®lo veintid¨®s guardias lo ocupan durante las vacaciones.
Seg¨²n el delegado del Gobierno en La Rioja, Miguel Godia, el cuartel de Amedo -es un edificio pr¨¢cticamente nuevo", construido con hormig¨®n blindado, por lo que su s¨®lida estructura aguant¨® muy bien el efecto de la explosi¨®n. Unos pivotes de seguridad en su contorno, para impedir el aparcamiento de coches, evit¨® que los terroristas pudieran aproximarse m¨¢s al edificio. Una treintena de personas necesit¨® atenci¨®n sanitaria, siendo el m¨¢s grave el guardia J. M. B., de 22 a?os, que sufri¨® cortes en una pierna.
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