Evacuadas de su casa 22 familias por el temor a que se desplomase
Es el segundo desalojo del inmueble en tres meses
No hubo heridos, pero s¨ª m¨¢s de un susto. Y es que las grietas que ya atravesabab de lado a lado este inmueble de cuatro plantas se agrandaron ayer, cayeron algunos cascotes a la calle y el suelo de uno de los piso de la planta baja se hundi¨®. Es la segunda vez, en menos de tres meses, que estos vecinos deben abandonar a toda prisa su casa por miedo a que se les caiga encima. La Asociaci¨®n de Vecinos de San Crist¨®bal de los ?ngeles denuncia que las administraciones prometieron ya en 1999 pisos de realojo para el centenar de residentes.
Manuela Carde?osa, de 70 a?os, lleva m¨¢s de 40 viviendo en ese bloque. Ayer, sola en su casa, escuch¨® el crujido y se alarm¨®. Poco despu¨¦s, los bomberos y la polic¨ªa le informaron de que ten¨ªa que bajar a la calle a toda prisa porque hab¨ªa riesgo de que la vivienda se desplomara.
Una hora m¨¢s tarde, Manuela formaba parte de un corrillo de m¨¢s de 50 vecinos que escuchaba a un bombero que acababa de salir del inmueble: 'El arquitecto ha dicho que, en principio, el edificio no re¨²ne las caracter¨ªsticas para que se queden. Esta noche no podr¨¢n dormir aqu¨ª. Ahora les vamos a ir llamando, familia por familia, para que recojan algo de ropa y lo m¨¢s necesario. No carguen maletas. No olviden desconectar las cosas peligrosas: el butano, un calentador...', explicaba el hombre.
Una mujer marroqu¨ª que vive en el bloque, con su ni?o en brazos, comenz¨® a sollozar. No entend¨ªa muy bien qu¨¦ pasaba. Prado de la Mata, presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos de San Crist¨®bal, que acudi¨® al lugar del incidente en cuanto se enter¨®, le agarr¨® de la mano: 'Tranquila, ahora hay que estar tranquila, que todo se va a solucionar'.
Manuela, la se?ora de 70 a?os, pregunt¨® tambi¨¦n a Prado: '?D¨®nde vamos a dormir esta noche?'. Ella le contest¨®: 'Tranquila. Ahora, cuando la llamen, suba a casa y coja la cartilla del seguro y las medicinas'. La anciana respondi¨®: 'Gracias, guapa'. El bombero continu¨® explicando: 'Ma?ana vendr¨¢n m¨¢s arquitectos municipales. Entonces les dir¨¢n. Informen a la polic¨ªa de si tienen sitio donde pasar esta noche. Si no, el Ayuntamiento les procurar¨¢ uno'.
Un polic¨ªa grit¨® entonces: '?El primero A!' Y un hombre y una mujer subieron a su casa. Bajaron un minuto despu¨¦s, con ropa y un biber¨®n. Al lado estaba Ignacio Fern¨¢ndez, de 25 a?os, camionero, con dos hijos de tres y cinco a?os. 'Dile a pap¨¢ que se acueste, que va a tener que salir para Orense, que yo tengo que quedarme aqu¨ª porque la casa se cae', comentaba a su hermano. Fern¨¢ndez explic¨® luego por qu¨¦ su casa se derrumba: 'Vivimos sobre arcilla. El edificio se construy¨® sin cimientos, y ahora, si nos dan un piso de realojo, tendr¨¦ que pagar el alquiler del realojo, unas 20.000 pesetas, y la hipoteca, unas 40.000'.
El pasado febrero estos vecinos vivieron una pesadilla similar. 'Y entonces les prometieron un piso de realojo, que las administraciones, por cierto, ya les ten¨ªan que haber dado, porque San Crist¨®bal de los ?ngeles, en teor¨ªa, est¨¢ declarada ?rea de Rehabilitaci¨®n Preferente desde 1999. Pero como el Ayuntamiento no tiene pisos sociales para estos casos, pues ah¨ª est¨¢n todav¨ªa los vecinos', comentaba Prado de la Mata.
Ajena a las palabras de Prado, una se?ora interpelaba angustiada a un bombero: 'Ustedes me dar¨¢n un justificante para mi empresa, ?verdad? Porque yo ma?ana no voy a poder ir a trabajar'.
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