Un conflicto que dura tres d¨¦cadas
Estados Unidos tiene problemas con el acero que se produce en Europa desde hace ya tres d¨¦cadas. Y durante todo este tiempo ha estado utilizando pr¨¢cticas antidumping para proteger a su industria sider¨²rgica y su mercado, que adem¨¢s han sido declaradas ilegales por la OMC en numerosas ocasiones.
En la UE, las m¨¢s afectadas han sido las antiguas compa?¨ªas sider¨²rgicas estatales, dolorosamente privatizadas. En concreto, la espa?ola Aceralia, la brit¨¢nica Corus, las francesas Usinor y GTS, las italianas Cogen, AST e Ilva; la alemana Dillinger y la sueca SSAB. Pero el di¨¢logo para resolver este litigio y evitar la confrontaci¨®n se est¨¢ mostrando ineficaz.
Los efectos de una acci¨®n unilateral norteamericana de este tipo son dif¨ªciles de cuantificar aun en t¨¦rminos econ¨®micos. Y entre los pol¨ªticos se dice que ser¨¢n dram¨¢ticos. La medida se anuncia cuando la econom¨ªa parece que empieza a recuperarse y a unos meses de lanzarse en Duh¨¢ la nueva ronda multilateral de negociaciones en la OMC.
La Comisi¨®n Europea considera la actuaci¨®n norteamericana como 'un ejemplo negativo' en este proceso e insiste en que 'va en el inter¨¦s de la UE, de EE UU y del mundo que las fricciones comerciales entre las dos orillas del Atl¨¢ntico se reduzcan al m¨ªnimo', declar¨® el portavoz del Ejecutivo comunitario.
Evitar el colapso
Los norteamericanos aseguran que las reglas de la OMC permiten a un Estado miembro adoptar aranceles como medida de salvaguardia para evitar el colapso de su industria. Pero los mensajes proteccionistas lanzados desde Washington preocupan en la UE especialmente desde los atentados.
El nuevo escenario de amenaza antiterrorista ha tra¨ªdo consigo un refuerzo del proteccionismo y de la agresividad comercial de Estados Unidos para defender a su industria. Y con la llegada del euro, a¨²n m¨¢s. Los ejemplos m¨¢s recientes est¨¢n ah¨ª: las cuantiosas ayudas al sector a¨¦reo, los subsidios al sector agr¨ªcola, el incremento del gasto militar, el llamamiento a la explotaci¨®n de los recursos energ¨¦ticos internos para reducir al m¨¢ximo la dependencia y los apoyos a las exportaciones.
Parece que no vale la relaci¨®n privilegiada que entre ambas orillas del oc¨¦ano existe desde el final de la Segunda Guerra Mundial, que ha estado siempre plagada de roces y conflictos comerciales. A los problemas con el acero se le suman las leyes con efecto extraterritorial (como la Helms-Burton), la guerra contra el sistema europeo de importaci¨®n de pl¨¢tano -ya resuelta-, el litigio de la carne hormonada y futuros frentes en el campo de los transg¨¦nicos y de las nuevas tecnolog¨ªas.
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