Bruselas autoriza la vuelta a manos p¨²blicas de la gesti¨®n de la red ferroviaria brit¨¢nica

El Gobierno brit¨¢nico cuenta con la autorizaci¨®n de la Comisi¨®n Europea para inyectar 37.594 millones de euros (unos 24.000 millones de libras) en su red ferroviaria y proceder a una renacionalizaci¨®n de la gesti¨®n de las infraestructuras. La ayuda, la m¨¢s cuantiosa de las examinadas por Bruselas hasta ahora, servir¨¢ para que Network Rail, la sociedad que se cre¨® tras la quiebra en octubre pasado de la privatizada Railtrack, explote y mantenga la red utilizando esos fondos. Los accidentes, el deterioro de la infraestructura y la presi¨®n social han obligado al Ejecutivo laborista a recuperar el control p¨²blico de la red ferroviaria.

La decisi¨®n contrasta con los mensajes liberalizadores lanzados en marzo de 2000 por la Uni¨®n Europea en la cumbre de Lisboa, y que fueron sostenidos con especial ¨¦nfasis por el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair. Tambi¨¦n se opone a la pol¨ªtica de privatizaciones seguida por los Gobiernos europeos durante la ¨²ltima d¨¦cada. Pero el transporte p¨²blico, al igual que la sanidad y la educaci¨®n, se est¨¢n degradando considerablemente en el Reino Unido, y Blair ha decidido cambiar de estrategia.

T¨¦cnicos pr¨®ximos a la comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, una de las firmes defensoras de la liberalizaci¨®n en los transportes, aseguran que con esos casi 37.600 millones de euros podr¨¢ superarse la grave crisis que sufre 'un sistema que est¨¢ en quiebra' y que ha originado varios accidentes mortales. Consideran que 'no hay motivos' para oponerse a esta subvenci¨®n y afirman que la misma 'pondr¨¢ fin a las incertidumbres que pesan sobre el futuro de la red ferroviaria brit¨¢nica despu¨¦s de que Railtrack pasara a estar bajo tutela administrativa en octubre pasado'.

Debido precisamente a la serie de accidentes ferroviarios en el Reino Unido durante los ¨²ltimos a?os, el sector del ferrocarril ha sido utilizado continuamente como arma arrojadiza contra Blair. Para evitar el proceso de degradaci¨®n, el Gobierno laborista reaccion¨® el pasado oto?o e intervino la sociedad Railtrack, en manos privadas desde mayo de 1996 por decisi¨®n del entonces Gobierno conservador. Railtrack estaba en quiebra y el Ejecutivo brit¨¢nico opt¨® por crear Network Rail. La operaci¨®n fue notificada ante la Comisi¨®n Europea en noviembre del a?o pasado para recibir su autorizaci¨®n.

Seg¨²n los planes originales de Londres, aprobados por Bruselas, en esta compa?¨ªa se inyectar¨¢n 480 millones de euros para hacerse con el control de Railtrack. La nueva empresa se encargar¨ªa de explotar y mantener todas las infraestructuras (trenes, se?alizaci¨®n, garajes...) de la red ferroviaria brit¨¢nica que su predecesora pr¨¢cticamente hab¨ªa abandonado con el resto del dinero p¨²blico.

Sin ¨¢nimo de lucro

En teor¨ªa, Network Rail funcionar¨¢ como una empresa privada sin ¨¢nimo de lucro. Y como si se tratara de un controlador a¨¦reo, los miembros p¨²blicos de la nueva compa?¨ªa brit¨¢nica que gestionar¨¢ la red ferroviaria ser¨¢n mayoritarios, aunque nunca podr¨¢n superar el 75% del total.

La operaci¨®n dise?ada por el Ejecutivo brit¨¢nico para recuperar de la quiebra a su sistema ferroviario se ve as¨ª como una renacionalizaci¨®n pura y dura en la gesti¨®n de las infraestructuras en Reino Unido m¨¢s que como una simple ayuda de Estado compatible con las reglas de la competencia.

'Es cierto que no est¨¢n poniendo todo el sistema en manos de la Administraci¨®n, pero est¨¢n tomando el control de las infraestructuras con el prop¨®sito de hacer las inversiones necesarias en la red y mejorar la calidad, que es muy pobre', indicaron fuentes oficiales comunitarias.

'Londres est¨¢ renacionalizando Railtrack, aunque no quiera decirlo abiertamente', a?aden las mismas fuentes. La Comisi¨®n Europea ha aprobado esta estrategia porque considera que no va en contra de la pol¨ªtica de liberalizaciones. 'Nunca hemos dicho que se deban liberalizar las infraestructuras', indic¨® el portavoz de Transportes, 'y si los pa¨ªses quieren hacerlo, lo hacen, pero lo importante es que haya un servicio de calidad, que funcione y sea totalmente seguro', a?adi¨®.

De hecho, entre los argumentos que utiliza Bruselas para justificar su decisi¨®n destaca que 'la inversi¨®n en seguridad es muy costosa y poco rentable'. Por eso, considera que el sector p¨²blico est¨¢ en mejores condiciones para soportar el coste.

'La liberalizaci¨®n debe ir acompa?ada siempre de seguridad, y en el caso brit¨¢nico no ha sido as¨ª', argument¨®.

La Comisi¨®n Europea reconoce, adem¨¢s, que las infraestructuras ferroviarias forman 'un monopolio natural' y, de hecho, en todos los Estados miembros su gesti¨®n est¨¢ en manos del Estado. En el Reino Unido se privatiz¨® y fracas¨®. 'El sistema brit¨¢nico ha demostrado que en el terreno de las infraestructuras ferroviarias ha usado m¨¦todos de empresas privadas; es decir, ha perseguido la rentabilidad a corto plazo y por eso creemos que es positivo un cierto control p¨²blico en esos servicios', se?al¨® el portavoz.

La situaci¨®n financiera de Railtrack era tan angustiosa que el Gobierno brit¨¢nico tuvo que garantizar el pasado mes de marzo un pr¨¦stamo sindicado de Royal Bank of Scotland plc, Barclays Capital, Dresdner Kleinwort Wasserstein y Merrill Lynch, por 4.400 millones de libras (6.800 millones de euros).

Railtrack registr¨® unas p¨¦rdidas de 534 millones de libras esterlinas (827 millones de euros) en el ejercicio fiscal de 2000-2001 el a?o pasado, frente a las ganancias de 360 millones de libras del a?o anterior.