Clamor europeo en la Copa Ryder

La identidad europea est¨¢ sujeta a discusi¨®n en ciertos ¨¢mbitos, pero en golf es una realidad apabullante. Ning¨²n acontecimiento deportivo se acerca a la Copa Ryder en esta capacidad aglutinadora, con el contenido simb¨®lico que eso supone. En una tarde inolvidable de golf, jugadores de seis pa¨ªses europeos se unieron para derrotar a los favoritos estadounidenses, con todas sus estrellas. Europa venci¨® por un margen sorprendente (15,5 puntos frente 12,5) en The Belfry, escenario de toda clase de emociones antes y despu¨¦s de la victoria.

Con el recuerdo de la demostraci¨®n de los estadounidenses hace tres a?os, se les daba como favoritos frente un equipo integrado por excelentes jugadores, pero algunos de ellos menos curtidos en las grandes batallas del golf. Desde Tiger Woods a Phil Mickelson o David Duval, el lujoso equipo americano parec¨ªa imbatible, especialmente en el mano a mano de la ¨²ltima jornada. Para jugadores como el irland¨¦s McGinley o el sueco Fulke el desaf¨ªo ten¨ªa una pinta imposible. Sin embargo, ocurri¨® lo imprevisto. Con una determinaci¨®n contagiosa, cada uno de los jugadores europeos jug¨® como si le fuera la vida, apoyados por el aliento de un p¨²blico que nunca cay¨® en el fanatismo. Al fondo de tanto entusiasmo se observ¨® una realidad indiscutible del deporte: la fuerza de lo colectivo, de los equipos que se sienten como tales. No hubo un solo acto de ego¨ªsmo. No era la hora de la vanidad. Sobre el campo de Belfry, Europa funcion¨® con una cohesi¨®n admirable. Si el deporte puede interpretarse muchas veces como una met¨¢fora de la vida, la victoria en la Copa Ryder tiene su miga. Qu¨¦ otra cosa se puede pensar en un d¨ªa donde suecos, espa?oles, brit¨¢nicos, daneses, irlandes y alemanes dedicaron todo su talento y energ¨ªa a defender con ¨¦xito el pabell¨®n europeo.

Casi a la misma hora en que s¨¦ decid¨ªa la Copa Ryder, se conoc¨ªa el ganador de la Vuelta a Espa?a. Aitor Gonz¨¢lez no figuraba entre los favoritos antes de la carrera, pero su magisterio en las contrarreloj y los progresos en la monta?a le han dado el triunfo. Roberto Heras sucumbi¨® en la contrarreloj final, como era previsible.Ha sido una Vuelta con intriga, resuelta a ¨²ltima hora despu¨¦s de algunos pasajes sorprendentes, como el ataque que protagoniz¨® Aitor Gonz¨¢lez frente a ?scar Sevilla, su jefe de equipo, en el Angliru, o la ayuda que prest¨® Perdiguero a Heras en la Covatilla. En fin, material para los comentarios en una carrera entretenida.