Ya se lucha a 90 kil¨®metros de Bagdad
"Avance r¨¢pido y en ocasiones espectacular", afirma el general Franks
La vanguardia de las tropas estadounidenses alcanz¨® ayer las afueras de Kerbala, a unos 90 kil¨®metros de Bagdad, y la aviaci¨®n lanz¨® continuos ataques contra las divisiones de la Guardia Republicana que proteg¨ªan la capital iraqu¨ª. Una tormenta de arena entorpeci¨® el avance de la fuerza invasora, calificado de "r¨¢pido y en ocasiones espectacular" por el general Tommy Franks, pero parec¨ªa inminente el inicio de una crucial batalla terrestre en la ruta hacia Bagdad. Fuentes oficiales iraqu¨ªes desmintieron que los combates se registren a s¨®lo 90 kil¨®metros de la capital. En el sur del pa¨ªs siguieron registr¨¢ndose combates muy cruentos en las poblaciones de Nasiriyah y Basora. Franks, al mando de las operaciones sobre el terreno, afirm¨® que sus planes se desarrollaban con normalidad y que no le hab¨ªa sorprendido la dura resistencia iraqu¨ª, reflejada en el n¨²mero de bajas brit¨¢nicas y norteamericanas.
Las previsiones m¨¢s optimistas que ten¨ªa el Pent¨¢gono est¨¢n lejos de cumplirse
El 'general' de la 51? Divisi¨®n que se rindi¨® result¨® ser un oficial de baja graduaci¨®n
Los muertos en las filas de la coalici¨®n ascend¨ªan ayer a 39, tras informarse en la madrugada de hoy de la muerte en combate de un marineestadounidense en la localidad de Nayaf, en el centro del pa¨ªs. Adem¨¢s, 14 militares se daban por desaparecidos. Dos pilotos de la Divisi¨®n Aerotransportada 101 fueron capturados despu¨¦s de que su helic¨®ptero, un Apache, fuera abatido. Result¨® imposible rescatar a los tripulantes o destruir el helic¨®ptero, como se hace normalmente para evitar su ca¨ªda en manos del enemigo, debido al intenso fuego disparado contra el escuadr¨®n de Apaches enviado a la zona. Adem¨¢s los iraqu¨ªes aseguraron, sin aportar pruebas, que hab¨ªa sido abatido un segundo helic¨®ptero.
Aunque Franks aparentase indiferencia ante los reveses sufridos el domingo, resultaba evidente que las previsiones m¨¢s optimistas del Pent¨¢gono estaban lejos de cumplirse. La poblaci¨®n civil iraqu¨ª no hab¨ªa recibido a los invasores como libertadores y no se hab¨ªa sublevado contra el r¨¦gimen de Sadam Husein. Tampoco se hab¨ªan registrado rendiciones masivas en el ej¨¦rcito. El supuesto comandante en jefe de la 51? Divisi¨®n de Irak, que se hab¨ªa entregado a los estadounidenses, result¨® ser un oficial de baja graduaci¨®n que s¨®lo hab¨ªa mentido para conseguir un cautiverio confortable. Tanto Franks como el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, opinaron que la poblaci¨®n civil segu¨ªa del lado del gobierno de Bagdad "por miedo", y pronosticaron que la situaci¨®n cambiar¨ªa sustancialmente cuando los iraqu¨ªes comprobaran que la ca¨ªda del r¨¦gimen era inevitable. El presidente George W. Bush almorz¨® en la Casa Blanca con los jefes de Estado Mayor del Pent¨¢gono para informarse sobre la evoluci¨®n de la campa?a b¨¦lica.
El momento decisivo, en el que podr¨ªa calibrarse la capacidad de resistencia de las fuerzas iraqu¨ªes en un enfrentamiento abierto con un ej¨¦rcito infinitamente mejor armado, deber¨ªa producirse muy pronto en la llamada "zona roja", una franja de terreno de unos 50 kil¨®metros al sur de Bagdad. Las tres mejores divisiones de la Guardia Republicana, la ¨¦lite militar de Irak, estaban desplegadas en la "zona roja". La vanguardia del avance estadounidense, compuesta b¨¢sicamente por la Tercera Divisi¨®n de Infanter¨ªa en la que est¨¢ el S¨¦ptimo de Caballer¨ªa, qued¨® ayer muy cerca de las divisiones Medina, Hamurabi y Nabucodonosor, y la batalla entre esas dos fuerzas, con decenas de miles de soldados por un bando y por otro, se consideraba inminente.
Decenas de cazabombarderos y helic¨®pteros estadounidenses y brit¨¢nicos dedicaron la jornada a atacar continuamente las tres divisiones iraqu¨ªes, con un doble objetivo: reducir su capacidad de combate e impedir su movimiento. El general Franks deseaba impedir que las divisiones de la Guardia Republicana pudieran retroceder hacia Bagdad, para disponerse a luchar en un ambiente urbano muy poco conveniente para las tropas invasoras, o que avanzaran hacia las columnas estadounidenses para elegir el momento y lugar del choque. En las ciudades del sur, la resistencia era protagonizada por unidades de fedayines,fuerzas especiales bajo el mando directo de Uday Husein, hijo del presidente; por milicias del partido Baaz, y por guardias republicanos generalmente ataviados como civiles. Nasiriyah segu¨ªa siendo escenario de los combates m¨¢s cruentos hasta la fecha, con al menos 5.000 soldados estadounidenses y brit¨¢nicos, dotados de helic¨®pteros de ataque Cobra y veh¨ªculos blindados, participando en la batalla.
La S¨¦ptima Brigada Blindada del ej¨¦rcito brit¨¢nico y unidades de artiller¨ªa llevaban casi dos d¨ªas intentando controlar Basora, y hab¨ªan optado finalmente por mantener el ca?oneo y esperar a que la resistencia iraqu¨ª se agotara por falta de munici¨®n y provisiones. Al inicio de la invasi¨®n, el Pent¨¢gono daba por seguro que Basora, de mayor¨ªa shi¨ª y tradicionalmente maltratada por Sadam Husein, se entregar¨ªa con j¨²bilo a sus "libertadores". Pero la ciudad segu¨ªa resistiendo ayer y la situaci¨®n de sus habitantes era cr¨ªtica, seg¨²n organizaciones humanitarias.
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