"Nos preocupa el valor en Bolsa de la compa?¨ªa"
De Reina reconoce el miedo de Google a convertirse "en otro monstruo"
Google es, como mucha gente sabe, el primer buscador de Internet. Adem¨¢s, y con seis a?os de vida reci¨¦n cumplidos, su marca es ya tan conocida y reconocida que el verbo googlear aparece en los diccionarios estadounidenses como sin¨®nimo de "buscar en Internet". Sus creadores, los treinta?eros Larry Page y Sergey Brin, son millonarios, y sus cuentas aumentan con cifras de tres d¨ªgitos: en su ¨²ltimo trimestre han facturado 805 millones de d¨®lares, un 105% m¨¢s que el mismo periodo del a?o previo.
Es la cara vista de Google, que tiene tambi¨¦n su cara oculta. La salida a Bolsa, el pasado agosto, fue descalificada por ca¨®tica y porque se consider¨® poco democr¨¢tica, ya que mantiene de manera f¨¦rrea el control de la compa?¨ªa en las manos de su consejo de administraci¨®n. El valor de la compa?¨ªa, cercano a los 48.200 millones de d¨®lares, ha provocado el miedo de expertos y analistas a una nueva burbuja. Esta misma semana, la revista Fortune se preguntaba, en portada, "?vale esta compa?¨ªa 165 d¨®lares por acci¨®n?". Y mientras, Microsoft y Yahoo anuncian nuevas compras e inversiones para mejorar sus buscadores.
"No creo que haya riesgos en que s¨®lo tengamos una l¨ªnea de ingresos. El negocio contin¨²a creciendo de una manera exponencial"
"Es peligroso que Microsoft integre productos y se meta en Internet, pero los dem¨¢s estamos col¨¢ndonos en su sistema operativo"
"Queremos seguir creciendo, porque no hacerlo ser¨ªa rid¨ªculo, pero tambi¨¦n intentamos no ser una amenaza para el usuario"
?ste es, en fin, un momento clave para la compa?¨ªa; el de demostrar si vale la confianza ciega de los m¨¢s de 85 millones de internautas que la visitan, y de los inversores que gastan su dinero en ella. Miguel de Reina, madrile?o de 36 a?os, es el director de la oficina en Espa?a, que acaba de cumplir un a?o, y que ya es el sexto pa¨ªs de Europa en el negocio de Google. De Reina no oculta su preocupaci¨®n por el gigantismo de la compa?¨ªa y por su valor en Bolsa. Conoce bien los efectos de la burbuja ya que fue, entre 1999 y 2002, director comercial de Terra Espa?a.
Pregunta. Google ofrece noticias, gu¨ªas locales, correo electr¨®nico, p¨¢ginas personales, alertas... ?Qu¨¦ es Google a d¨ªa de hoy?
Respuesta. No hay que perder de vista la misi¨®n de la compa?¨ªa cuando Larry [Page] y Sergey [Brin] la fundaron. En ella no aparece la palabra "buscar", sino "organizar", y de ah¨ª es de donde viene la diversificaci¨®n de productos.
P. Pero ?no es preocupante que el 98% de los ingresos se deban a la publicidad?
R. Google no cree que, a d¨ªa de hoy, exista ning¨²n riesgo en que s¨®lo tengamos una l¨ªnea de ingresos. No lo creemos por dos razones. La primera es que el negocio contin¨²a creciendo de una manera exponencial, y no se ve en el horizonte, de aqu¨ª a 2007, ning¨²n dato que nos indique que se va a frenar ese crecimiento. Y en segundo lugar, estamos hablando de una plataforma de publicidad que es m¨¢s que eso, es marketing directo. En Google, el retorno de la inversi¨®n es perfectamente medible y pormenorizado, y es muy transparente. Por eso, yo creo que podemos sentirnos muy tranquilos, porque el anunciante no invierte a ciegas en Google, y si lo hace es porque funciona.
P. ?Qui¨¦n es el principal competidor de Google a d¨ªa de hoy?
R. Google.
P. ?No es algo presuntuoso?
R. No es arrogancia ni presunci¨®n, es todo lo contrario. Debemos seguir trabajando en nuestro propio producto y procurar no entrar al trapo del ruido que se produce alrededor. No es que a la compa?¨ªa no le preocupe la competencia. Por dar una respuesta, nuestros competidores son Microsoft y Yahoo, sin ninguna duda; son dos grandes potencias de Internet y, en alg¨²n momento tienen que dar en el clavo con un buscador. Lo que pretendemos es que, si lo consiguen, ¨¦sa no sea la voz de alarma dentro de Google. La voz de alarma ya est¨¢ dada, y es que nuestro buscador sea mejor de lo que es. Acabamos de actualizar el ¨ªndice de 4.000 millones de p¨¢ginas web a 8.000 millones. Sin embargo, los ingenieros siguen diciendo que tenemos un buscador lamentable, que indexa una parte m¨ªnima de lo que existe. No somos presuntuosos. Somos conscientes de lo grande que es Internet y lo peque?o que es Google.
P. Microsoft acaba de sacar un buscador en el que integra otros productos, como ha hecho en otras ocasiones, en las que ha acabado con sus competidores de forma fulminante. ?Preocupados?
R. Claro que preocupa. Microsoft es un monstruo, y de hecho cuando habl¨¢bamos de los competidores de Google no habl¨¢bamos de MSN [el portal], sino de Microsoft. Es peligroso que integre cosas, pero los legisladores son conscientes de que eso sucede, ya le han puesto coto a esas pr¨¢cticas en el pasado y Microsoft sabe que tiene que andar con pies de plomo. Mientras, Google sigue trabajando en sus productos. Ellos meten sus cosas en Internet, pero los dem¨¢s estamos col¨¢ndonos en su sistema operativo.
P. El movimiento de Google, de hecho, ha sido adentrarse en el coraz¨®n de los ordenadores con un buscador de documentos, Google Desktop.
R. Es algo que los usuarios ven¨ªan pidiendo desde hace tiempo. Google Desktop responde a una necesidad dram¨¢tica porque, seg¨²n nuestras investigaciones, cerca del 70% de las b¨²squedas que los usuarios de un PC realizan diariamente son infructuosas. Por eso, ah¨ª hab¨ªa una clar¨ªsima oportunidad para nosotros.
P. ?C¨®mo ha cambiado la compa?¨ªa desde que cotiza?
R. No ha cambiado en nada. Los directivos se esfuerzan en contarnos que la salida a Bolsa es algo que hab¨ªa que hacer, que ya se ha hecho y que las cosas van bien pero que hay que seguir trabajando. No ha habido cambios de filosof¨ªa, ni de maneras, ni hemos notado m¨¢s presi¨®n sobre los resultados. La presi¨®n viene porque necesitamos seguir creciendo, y no porque estemos cotizando en Bolsa.
P. Google ha llegado a valer 200 d¨®lares por acci¨®n mientras Microsoft est¨¢ por los 27. ?Preocupa una nueva burbuja?
R. Yo creo que s¨ª, es cierto que nos preocupa lo que est¨¢ pasando. No creo que sea un mensaje que debamos ocultar. Pero lo que Google ten¨ªa que hacer est¨¢ hecho, y es intentar salir a Bolsa de la manera m¨¢s honesta posible, sacar un porcentaje bastante reducido para seguir trabajando con total control sobre la empresa, y hacer de la salida a Bolsa un paso m¨¢s en una compa?¨ªa multinacional y madura.
P. Google siempre ha tenido una imagen de compa?¨ªa amable entre los internautas. Pero es cada vez m¨¢s grande y m¨¢s poderosa, y cada decisi¨®n que toma es m¨¢s pol¨¦mica. ?Preocupa pasar de ser una compa?¨ªa simp¨¢tica a ser...
R. ...otro monstruo al que se tiene miedo y al que se mira con desconfianza? Ha dado en el clavo de lo que, a d¨ªa de hoy, es la mayor preocupaci¨®n de Google: c¨®mo conseguir seguir creciendo, porque no hacerlo ser¨ªa rid¨ªculo, tratando de no resultar ninguna amenaza para el usuario. Por eso, siempre se deja muy clara la misi¨®n de Google. Queremos dejar claro que no somos una compa?¨ªa global de Internet; somos una empresa muy centrada en los productos de organizaci¨®n de informaci¨®n. Adem¨¢s, nuestra filosof¨ªa de empresa es "no ser malvado", pretendemos hacer el bien y no el mal; si algo molesta lo quitamos del medio y, sobre todo, protegemos primero al usuario y luego al resto de los agentes del sector. Nuestra plataforma de publicidad es la ¨²nica del mundo que tiene en cuenta lo que opina la audiencia, porque el que paga no es el que sale m¨¢s arriba, sino que los clic que hacen los usuarios ponderan al 50% a la hora de seleccionar la posici¨®n en el buscador. Lo que pasa es que hemos salido a Bolsa, nos va bien y somos un poquito m¨¢s grandes de lo que ¨¦ramos. Pero continuamos con esa filosof¨ªa.
"Google es s¨®lo el mensajero; es un soporte"
Google es ya tan poderosa que ha tenido que resignarse a dejar de ser una empresa amigable y simp¨¢tica, y cuyos movimientos no tienen consecuencias, para darse cuenta de que debe examinar cada paso que da. Los ¨²ltimos problemas los ha tenido con los anunciantes y los defensores de la intimidad.
P. Su plataforma de publicidad ha provocado las protestas de los anunciantes por la subasta de sus marcas registradas.
R. La pol¨ªtica de Google sobre marcas registradas en Europa sigue siendo la que era. Nos ponemos en marcha en cuanto una compa?¨ªa nos dice que no quiere que su marca registrada sea comprada por nadie. Pero quien dice "nadie" dice "nadie", es decir, ni siquiera ¨¦l podr¨¢ contratarla porque la plataforma no permite hacerlo. En EE UU, las leyes nos permiten hacer lo que querr¨ªamos hacer en Europa, que es no entrar en esta disputa, donde se est¨¢ matando al mensajero. Google es el mensajero, es un soporte. En EE UU, cuando una compa?¨ªa detecta que otra est¨¢ utilizando su marca puede interponer una demanda, pero Google permanece al margen. Y si un juez nos dice que retiremos esa palabra, lo hacemos. En la UE, los abogados est¨¢n repasando este tema. Ojal¨¢ podamos salir alg¨²n d¨ªa de este tema en el que nunca debimos entrar.
P. Tambi¨¦n ha habido quejas de algunos usuarios, que creen que la inclusi¨®n de publicidad en sus correos electr¨®nicos -y relacionada con ellos- invade su intimidad. ?C¨®mo est¨¢ ese tema?
R. ?sta es una de las razones principales por las que el servicio de GMail contin¨²a en cerrado. Una vez que dimos a conocer nuestra intenci¨®n, recogimos las opiniones de todas las asociaciones y agencias de protecci¨®n de datos de cada pa¨ªs, a trav¨¦s del departamento legal de Google en Londres. Ahora hay abierta una conversaci¨®n en la UE para ver si podemos seguir con la idea original de servir anuncios contextualizados con las palabras clave de los correos, que no con su significado.
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