Beneficio inmediato
Dejar de fumar tiene efectos positivos r¨¢pidos sobre el organismo
Dejar de fumar tiene consecuencias positivas que pueden percibirse de forma inmediata. La primera es la satisfacci¨®n psicol¨®gica que supone verse libre de una esclavitud y comprobar que uno es due?o de s¨ª mismo. Pero a la fortaleza mental se suma una r¨¢pida mejor¨ªa en el estado f¨ªsico.
S¨®lo 20 minutos despu¨¦s de apagar el ¨²ltimo cigarrillo la presi¨®n sangu¨ªnea y el ritmo cardiaco retornan a los niveles normales, lo que reduce el riesgo de lesiones en el coraz¨®n y en el sistema circulatorio debidas al sobreesfuerzo y a la acumulaci¨®n de part¨ªculas en las paredes de las arterias. Ning¨²n fumador circular¨ªa por la autopista con su coche revolucionado al m¨¢ximo con una marcha corta, pero todos consienten que ocurra en su propio cuerpo cuando van por la vida con un coraz¨®n sometido a un trabajo muy superior al necesario.
A las ocho horas se normaliza el ox¨ªgeno en sangre y a los dos d¨ªas no queda nicotina
Dejar el tabaco reduce un 50% el riesgo de muerte prematura en los cinco a?os siguientes
A las ocho horas de abstinencia sus niveles de ox¨ªgeno en la sangre se normalizan. En un par de d¨ªas se ha eliminado toda la nicotina del organismo y se recuperan capacidades de percepci¨®n atrofiadas como el gusto y el olfato. De repente, la comida recuperar¨¢ todo su sabor y se convertir¨¢ en la sustituta ideal del cigarrillo como fuente de placer, aunque hay que tener cuidado y evitar acudir a la nevera para picar cada vez que sienta ganas de fumar, porque entonces corre el riesgo de sobrepeso.
Al tercer d¨ªa ya se respira mejor por la relajaci¨®n de los circuitos bronquiales y al cabo de tres semanas desaparece la tos. El ex fumador observar¨¢ que, si la edad y el peso se lo permiten, podr¨¢ volver a subir los escalones de dos en dos sin que sus pulmones se resientan. Y cuando se despierte, ya no tendr¨¢ la boca pastosa, la garganta ya no ser¨¢ una caverna y la voz dejar¨¢ de estar oxidada, mejor¨ªas que apreciar¨¢n especialmente las personas m¨¢s pr¨®ximas.
Conforme pasa el tiempo, la lista de beneficios aumenta: "Por lo general, a los 15 a?os de abstinencia, el riesgo de mortalidad es ya similar a la de quienes no han fumado nunca. Sin embargo, muchos beneficios para la salud, como la reducci¨®n del riesgo de enfermedad cardiovascular, ocurren mucho m¨¢s r¨¢pido, con frecuencia en el primer a?o despu¨¦s de dejar de fumar", explica Elisardo Beco?a, catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica de Santiago de Compostela. "Dejando de fumar, se reduce en el 50% el riesgo de muerte prematura en los primeros cinco a?os", a?ade.
Llegar hasta ah¨ª va a requerir cierto esfuerzo. El fumador es un adicto a la nicotina y cuando el cuerpo sienta que no recibe la dosis habitual, la va a pedir. Entonces llega el mono. Todos los expertos insisten en se?alar que nunca hay que ceder, ni siquiera una simple calada. El 90% de las reca¨ªdas tiene lugar durante los tres primeros meses de abstinencia.
Para los fumadores con alta dependencia que necesiten ayuda externa existen tratamientos psicol¨®gicos y farmacol¨®gicos que han demostrado su eficacia. En la unidad de tabaquismo de la Universidad de Santiago de Compostela, Elisardo Beco?a lleva desde 1984 aplicando un t¨¦cnica llamada desvanecimiento, que consiste en una reducci¨®n gradual y controlada de la ingesti¨®n de nicotina y alquitr¨¢n. El tratamiento se desarrolla en seis sesiones y ha conseguido que hayan dejado el tabaco entre el 70% y el 80% de los 4.000 pacientes tratados. "Ofrecemos un servicio por correo para quienes no pueden asistir a las sesiones. El porcentaje de ¨¦xito es similar, pero s¨®lo en aquellos que completan el tratamiento, que suelen ser la mitad de los que lo empiezan", explica Beco?a.
Existen tambi¨¦n tratamientos farmacol¨®gicos ¨²tiles. Su efectividad, que alcanza entre el 40% y el 45% de ¨¦xito seg¨²n Carlos Jim¨¦nez Ruiz, responsable de la unidad de tabaquismo del Instituto de Salud P¨²blica de la Comunidad de Madrid, est¨¢ m¨¢s que asegurada. Se trata de la terapia sustitutiva de nicotina, que facilita la dosis m¨ªnima necesaria para superar el s¨ªndrome de abstinencia. Se presenta en forma de chicl¨¦s, parches y aerosoles nasales. La utilizaci¨®n de uno u otro depender¨¢ de las preferencias del paciente y de las recomendaciones de su m¨¦dico.
En cualquier caso, acudir al profesional sanitario es fundamental porque en muchas ocasiones un uso equivocado, por ejemplo de los chicles de nicotina, puede llevar a creer err¨®neamente que el tratamiento resulta in¨²til. "El chicle de nicotina debe ser utilizado correctamente. Debe masticarse lentamente hasta que se note un fuerte sabor. En ese momento, la masticaci¨®n debe detenerse y el chicle se mantendr¨¢ entre las enc¨ªas hasta que el sabor haya desaparecido. La masticaci¨®n descontrolada puede conducir a una liberaci¨®n precipitada de la nicotina, que no podr¨¢ ser absorbida", advierte Jim¨¦nez Ruiz.
En los casos en que la terapia sustitutiva no funcione, queda la opci¨®n del bupropi¨®n. Se trata de un antidepresivo que ayuda a combatir el s¨ªndrome de abstinencia sin aportar nicotina al organismo. Lo que se persigue es dar tiempo al organismo a deshabituarse en un estado de mejor disposici¨®n.
Bibliograf¨ªa y recursos. Carr, Allen. Es f¨¢cil dejar de fumar, si sabes c¨®mo. 2005 Espasa Calpe. / Gu¨ªa pr¨¢ctica Se puede dejar de fumar. Ministerio de Sanidad y Consumo. (www.msc.es)./ Comit¨¦ Nacional para la Prevenci¨®n del Tabaquismo (www.msc.es). / Unidad de Tabaquismo de la Universidad de Santiago de Compostela (www.usc.es/pdf2001).
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