Frenazo en seco
La ca¨ªda de las ventas en agosto sacude la industria automovil¨ªstica
Desde que aparecieron los primeros datos sobre la ca¨ªda de las ventas de autom¨®viles a principios de a?o los responsables de las principales organizaciones del sector, en un alarde de optimismo, han ido reduciendo sus previsiones para el resto del a?o adapt¨¢ndolas a la cruda realidad del mercado.
Pero el batacazo de agosto, con una ca¨ªda del 41% respecto al mismo mes del a?o pasado, ha sacudido de nuevo el panorama del sector y ha levantado incluso algunas ampollas sobre heridas tradicionales como las relaciones entre los distinos sectores afectados o el papel de la Administraci¨®n ante una actividad tan importante para la econom¨ªa espa?ola.
Si a primeros de febrero se situaba en torno al 5% la reducci¨®n de las ventas en 2008, cuando falta un trimestre para completar el ejercicio se calculan ya entre el 20% y el 25%. Las matriculaciones se situar¨ªan as¨ª en torno a los 1,2 millones de autom¨®viles, muy por debajo de los m¨¢s de 1,6 millones que se han vendido durante los ¨²ltimos cuatro a?os.
La evoluci¨®n en Alemania, Francia e Italia preocupa a los fabricantes
En 2013 se vender¨¢n m¨¢s de 1,8 millones de coches nuevos, seg¨²n Faconauto
Los m¨¢s agoreros y algunas voces interesadas han llegado incluso a se?alar que se trataba poco menos que de un espejismo y hab¨ªa que tomar conciencia de la realidad. As¨ª se manifestaba incluso el vicepresidente econ¨®mico del Gobierno, Pedro Solbes, a principios del pasado mes de junio, al comentar que se estaba "volviendo a la normalidad". Una afirmaci¨®n dif¨ªcil de entender fuera del contexto de una fuerte demanda por parte del sector para la renovaci¨®n del plan de subvenciones, v¨ªa reducci¨®n de impuestos que se ofrec¨ªan en el Plan Prever.
La normalidad, seg¨²n propios y extra?os, al margen de intereses creados, es que la demanda anual del mercado espa?ol, de acuerdo con la mayor parte de los ¨ªndices macroecon¨®micos y de algunos m¨¢s concretos como la edad del parque automovil¨ªstico... hay que situarla en torno al mill¨®n y medio de matriculaciones.
El panorama que contempla la patronal de concesionarios, Faconauto, es todav¨ªa m¨¢s optimista, ya que, una vez superado el bache actual, con un nuevo descenso de las ventas el pr¨®ximo a?o que calculan en 1,27 millones de coches, en 2011 se aproximar¨¢n de nuevo al mill¨®n y medio y en 2013 se superar¨¢n ampliamente los 1,8 millones.
Hasta entonces habr¨¢ que hacer frente a momentos m¨¢s o menos dif¨ªciles seg¨²n el ¨¢mbito de que se trate. De momento, son los concesionarios, Faconauto, y los importadores, Aniacam, los que m¨¢s han elevado la voz en sus lamentos.
Antonio Romero-Haupold, presidente de Faconauto, ha llegado incluso a cuantificar en 15.000 los empleos que se perder¨¢n en su segmento si siguen as¨ª las cosas: "La plantilla de varias f¨¢bricas". Y afirma que la situaci¨®n es incluso m¨¢s dura de lo que se?alan las cifras oficiales, ya que durante los ¨²ltimos d¨ªas de cada mes se disparan las automatriculaciones y se falsea la realidad. Llega a proponer que deber¨ªan contabilizarse ¨²nicamente las ventas hasta el d¨ªa 25 de cada mes para tener una visi¨®n m¨¢s acertada del mercado. La ca¨ªda en agosto se habr¨ªa situado as¨ª por encima del 46%.
Una de las consecuencias del ambiente creado con esta situaci¨®n ha sido el reverdecimiento de las viejas tensiones entre las marcas y los concesionarios. Al presidente de Faconauto se le calentaba la boca estos d¨ªas denunciando las "fuller¨ªas que utilizan frecuentemente los grandes grupos automovil¨ªsticos aprovechando las carencias de un marco regulador claro y objetivo". Estas circunstancias est¨¢n permitiendo, seg¨²n Antonio Romero-Haupold, que los grandes fabricantes importen sus p¨¦rdidas a Espa?a y exporten al extranjero los beneficios que obtienen aqu¨ª. Los principales perdedores, una vez m¨¢s, son los compradores, al no poder disfrutar de precios m¨¢s competitivos al tener que soportar los costes financieros que las marcas trasladan a las redes comerciales.
De acuerdo con este planteamiento, los fabricantes estar¨ªan imponiendo un aumento abusivo del periodo de almacenamiento de los coches al pasar de los 60 d¨ªas habituales a 120 o m¨¢s. Seg¨²n sus c¨¢lculos son 900 millones de euros en costes financieros, "el sueldo de unas 50.000 personas", y supone unos 200 euros por cada autom¨®vil que se repercutir¨¢n finalmente en el comprador.
Por su parte, los fabricantes, que justifican estas cr¨ªticas por los momentos que a atraviesan en las concesiones, y que hasta ahora no ve¨ªan m¨¢s peligro que el de tener que reducir sus importaciones, han empezado a ver las orejas del lobo al otro lado de nuestras fronteras donde va destinada el 85% de su producci¨®n en Espa?a. Pa¨ªses como Alemania, Francia, Italia o Reino Unido, que ofrec¨ªan un panorama distinto del espa?ol durante la primera mitad del a?o, han empezado tambi¨¦n a registrar ca¨ªdas significativas este verano. En agosto, la reducci¨®n de las ventas en Alemania ha sido del 10%, en Italia un 26,4%, en Francia un 7,1% y un 16,6% en el Reino Unido.
Son los principales mercados de las plantas instaladas en Espa?a, por lo que si siguen as¨ª las cosas, en el ejercicio del pr¨®ximo a?o les afectar¨¢ tambi¨¦n la situaci¨®n. De momento, en casi todas las plantas han reducido los ritmos de producci¨®n, en algunos casos incluso con eliminaci¨®n de turnos completos.
En este sentido, el secretario de Pol¨ªtica Industrial de la Federaci¨®n Minerometal¨²rgica de Comisiones Obreras se?ala que es posible que haya reducci¨®n de las producciones, "pero de forma pasajera". Por otro lado, la especulaci¨®n sobre la crisis no ayuda al objetivo de desarrollar un mercado y un sector fuerte, seg¨²n Ram¨®n G¨®rriz, para el que no tienen sentido las noticias que signifiquen amenazas para el empleo, "los trabajadores no son responsables de la situaci¨®n y no deben pagar los platos rotos de lo que debe ser una negociaci¨®n entre los concesionarios y los fabricantes". -
El coche por el rabo
Aunque de momento, al menos en Espa?a, no hay una relaci¨®n directa entre el aumento del precio de los combustibles y la ca¨ªda de las ventas de autom¨®viles, s¨ª que es importante en estos momentos el debate sobre los combustibles del futuro y, en definitiva, la configuraci¨®n del coche que circular¨¢ por calles y carreteras en los pr¨®ximos lustros. Un debate que en Espa?a deber¨ªa seguirse muy de cerca habida cuenta de la importancia de esta industria. Hay que reconocer a los grupos automovil¨ªsticos los grandes esfuerzos que han realizado en el desarrollo y aplicaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas. En muchos casos incluso sin poder repercutir sus costes en el precio final por la fuerte competencia que impera en su negocio.
Pero no hay que olvidar tampoco que se trata de grandes grupos industriales con presupuestos econ¨®micos importantes, dimensi¨®n laboral tambi¨¦n importante... que suelen aprovechar esas circunstancias para imponer sus condiciones a proveedores, concesionarios, administraciones...
Pero mira por donde se han encontrado ahora con la horma de su zapato. Si ha habido un poder internacional importante en el mundo econ¨®mico durante las ¨²ltimas d¨¦cadas ha sido sin duda el de las grandes compa?¨ªas petroleras. Las siete hermanas han campado a sus anchas y sus descendientes siguen las lecciones de sus mayores.
Va a ser por tanto muy interesante ver c¨®mo complementan sus intereses ambos bloques y como ponen a trabajar a sus lobbys en los pr¨®ximos a?os.
De momento nos tienen en una curiosa y calculada ignorancia sobre el devenir de esta m¨¢quina que sigue cambiando la configuraci¨®n del mundo.
El pasado mi¨¦rcoles, el pleno del Parlamento Europeo aprob¨® un informe en el que se establecen las primeras homologaciones de los veh¨ªculos que funcionan con hidr¨®geno, lo que hace suponer que pr¨®ximamente se emitir¨¢ una directiva en este sentido que permita su comercializaci¨®n a medio plazo.
Es lo m¨¢s lejos que se ha llegado hasta ahora en instancias pol¨ªticas y apunta a este elemento tan com¨²n en la naturaleza como soluci¨®n definitiva, pero para cuyo desarrollo y aplicaci¨®n habr¨¢ que contar con los intereses creados y el benepl¨¢cito de las grandes petroleras.
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