La divisi¨®n en Kutxa aborta la fusi¨®n

No habr¨¢ fusi¨®n BBK-Kutxa. El ambicioso proyecto econ¨®mico y financiero encall¨® ayer por cuatro votos (63 de los 67 necesarios) en la tensa asamblea de la caja guipuzcoana y deja sin valor el apurado respaldo alcanzado horas antes entre los compromisarios de BBK (68 a favor). La evidente improvisaci¨®n exhibida por los impulsores pol¨ªticos de esta operaci¨®n, vinculados estrechamente al PNV, impidi¨® de hecho conocer a 24 horas de la votaci¨®n secreta su grado definitivo de adhesiones. Este fiasco propicia un duro rev¨¦s al futuro de la econom¨ªa vasca y abre la puerta a una fusi¨®n a tres, con la incorporaci¨®n de la Vital, a partir del resultado de las elecciones auton¨®micas del pr¨®ximo mes de marzo.

Todo hace indicar que los miembros de EB desoyeron la orden de Madrazo

En un primer an¨¢lisis del escrutinio, todo hace indicar que el cambio de criterio de Javier Madrazo, que pas¨® de la abstenci¨®n al voto afirmativo en apenas dos d¨ªas, no fue tenido en cuenta por sus representantes en Kutxa. La crisis interna de EB alcanz¨® ayer su mayor dramatismo, elevando en exceso la factura que quiz¨¢ la econom¨ªa vasca deba pagar, y, de paso, evidenci¨® la fragilidad sobre la que estaba sustentado el proyecto en cuanto a su respaldo pol¨ªtico.

El contundente discurso del presidente de Kutxa, Javier Iturbe, en l¨®gica defensa de la fusi¨®n, y que fue calificado por algunos compromisarios de "apocal¨ªtico" al advertir con absoluta crudeza de temibles consecuencias si no era apoyada, cay¨® en saco roto. Las numerosas entrevistas concedidas por Iturbe desde que el pasado 30 de octubre los consejos de administraci¨®n de BBK y Kutxa aprobaron la fusi¨®n, han resultado incapaces de variar las posiciones esgrimidas en un primer momento por los opositores, sobre todo el PSE-EE, el PP y la izquierda abertzale.

Si ya estaba descontado el apoyo en BBK, aunque al final acumul¨® un voto menos de los previstos -los ojos volvieron a dirigirse al representante de EB-, la expectaci¨®n alrededor de la asamblea de Kutxa no defraud¨® a nadie. De entrada, un hito hist¨®rico: acudieron los 100 compromisarios, aunque la asamblea ordinaria arranc¨® con 97, alentando as¨ª los rumores sobre la intencionalidad pol¨ªtica de los ausentes. Todo result¨® un espejismo, aunque ya la primera votaci¨®n para respaldar los datos del ejercicio aportaron un escrutinio de 61 votos a favor y 36 abstenciones que hac¨ªa presagiar malos augurios.

A partir de ah¨ª, ya en el debate sobre la fusi¨®n qued¨® radiografiada la divisi¨®n de la asamblea en dos bloques antag¨®nicos, en l¨ªnea con el actual mapa pol¨ªtico vasco. Las sucesivas intervenciones polarizon m¨¢s a¨²n el sentido del voto. Si bien ning¨²n representante del bloque nacionalista us¨® el turno de palabra tras el mensaje de Iturbe, y dejaron la defensa del proyecto a Gontzal I?arra (CC OO), desde la oposici¨®n las cargas de profundidad vinieron desde PSE-EE (Arriola) y Marichalar (LAB).

En este clima enrarecido se asisti¨® a la votaci¨®n secreta, que lleg¨® con el l¨®gico retraso sobre los planes previstos. La derrota de la fusi¨®n record¨® las previsiones nada optimistas de Joseba Egibar, que EL PA?S recogi¨® en su edici¨®n del pasado jueves, y que quedaron reflejadas en su apurada negociaci¨®n de ¨²ltima hora con el PP en su sede donostiarra. A partir de ahora, habida cuenta de la flagrante derrota del PNV como impulsor de la idea, toma m¨¢s fuerza la advertencia del presidente del GBB cuando se?al¨® que, si fracasaba la fusi¨®n, cada palo deber¨ªa aguantar su vela.