El Bar?a gana la Copa con el Athletic en el para¨ªso
Los de Guardiola se llevan de calle el t¨ªtulo ante un rival que s¨®lo aguant¨® al inicio pese al gran empuje de su afici¨®n
Pocas veces dos equipos rivales se sienten en la gloria tras una final. Sucedi¨® en Mestalla: la Copa fue para un Bar?a camino del para¨ªso total; el Athletic y su gente disfrutaron de su ed¨¦n particular como no lo hac¨ªan desde hace 25 a?os, con una comuni¨®n incre¨ªble, inolvidable, de ¨¦sas que engrandecen los valores de este deporte y subrayan la alcurnia de un club como ¨¦ste. Tal fue la traca final sobre el c¨¦sped que un marciano no habr¨ªa adivinado qui¨¦n era el vencedor. Las dos hinchadas, rendidas por igual a su equipo y al contrario. El Bar?a se aproxima a una haza?a sin precedentes en su imponente museo; para el Athletic, la final ya supuso una gesta y refuerza sus singulares ra¨ªces. Todos contentos en las gradas. Sobre el campo no hubo debate: gan¨® el mejor, superior salvo en el explosivo inicio rojiblanco.
ATHLETIC 1 - BARCELONA 4
Athletic: Iraizoz; Iraola, A. Ocio, Amorebieta, Koikili; Yeste, J. Mart¨ªnez, Orbaiz (Etxeberr¨ªa, m. 62), D. L¨®pez (Susaeta, m. 59); Toquero (I. V¨¦lez, m. 62) y Llorente. No utilizados: Armando; Ustaritz, Etxeita y Gurpegi.
Barcelona: Pinto; Alves, Piqu¨¦, Tour¨¦ (Sylvinho, m. 88), Puyol; Keita, Busquets, Xavi (Pedro, m. 87); Messi, Eto'o y Bojan (Hleb, m. 83). No utilizados: Vald¨¦s; C¨¢ceres, V¨ªctor S¨¢nchez y Gudjohnsen.
Goles: 1-0. M. 9. Toquero, de cabeza. 1-1. M. 30. Tour¨¦, de fuerte disparo ajustado al palo. 1-2. M. 54. Messi, con la zurda. 1-3. M. 57. Bojan, de tiro al palo largo de Iraizoz. 1-4. M. 64. Xavi, de falta directa.
?rbitro: Medina Cantalejo. Amonest¨® a Tour¨¦, D. L¨®pez, Koikili, Keita y Messi.
Mestalla: 55.000 espectadores.
Xavi marc¨® los pasos, Alves rem¨® y Messi desequilibr¨® sin ecos de los de Caparr¨®s
Tenso y el¨¦ctrico, el Athletic arranc¨® al ritmo de Toquero, es decir, con un alto voltaje, con un juego directo con la pelota y una presi¨®n asfixiante sobre los azulgrana, sobre su primera l¨ªnea de gravitaci¨®n, la defensa. En la cultura de este Bar?a no existe el pelotazo, se cose desde la cueva. De impedirlo se encargaba Toquero, cabeza de le¨®n de este Athletic. Su caso es curioso: se alinea como delantero, pero su dorsal, el 2, le delata. En realidad, es el primer defensa de Caparr¨®s, su esfuerzo resulta conmovedor. Toquero carg¨® contra Piqu¨¦, Tour¨¦, Busquets y todo aquel barcelonista dispuesto para la trenza. Si alguien era capaz de sacud¨ªrsele, Orbaiz iba al quite. El Bar?a, sin el fluido auxilio de Iniesta, se sent¨ªa tuerto, desnortado por el esp¨ªritu Toquero, tambi¨¦n causante de una tarjeta a Tour¨¦. ?se era el plan rojiblanco, cumplido al mil¨ªmetro por un pelot¨®n al toque de corneta de Toquero, al que el tajo desmesurado no le impidi¨® acudir al auxilio en el ataque. Al primer c¨®rner del Athletic, el alav¨¦s cabece¨® ante el flequillo de Pinto y entre varias estalactitas azulgrana. El Bar?a pag¨® su deficiente defensa zonal; su adversario explot¨® su mejor v¨ªa ofensiva. As¨ª, antes de cumplirse un cuarto de hora, el conjunto de Caparr¨®s hab¨ªa logrado imponer su gui¨®n so?ado. Enfrente, el cuadro de Guardiola no encontraba una puntada.
El gol puso al Athletic en trance, pero no supo administrarlo de la mejor manera. Extraviado Llorente, no encontr¨® el enganche para su juego de ataque, casi siempre frontal, y recul¨® m¨¢s de la cuenta. Toquero se enhebr¨® en el medio campo y el Bar?a tuvo m¨¢s paisaje, se quit¨® las cadenas. Con el Athletic en la sala de espera, era cuesti¨®n de paciencia. As¨ª es este Pep Team, siempre fiel a su arquitectura, sea cual sea el andamiaje y el devenir del partido. Ocurri¨® lo peor que le pod¨ªa pasar al equipo vizca¨ªno: del protagonismo de Toquero al de Xavi. Guardiola tuvo mucho que ver. Orden¨® a los dos centrales, Piqu¨¦ y Tour¨¦, que se abrieran a las orillas del ¨¢rea, un se?uelo para los escoltas de Caparr¨®s, que despejaron el pasillo central a Xavi. Y, al hilo de Xavi, se activaron Messi y Alves. Demasiado para el Athletic, que perdi¨® su armadura. Con los tres tenores, Busquets y Keita perdieron su timidez inicial y hasta Tour¨¦ se sum¨® a la aventura. Eto'o y Bojan ya hab¨ªan tenido una cita con Iraizoz. Hasta que le lleg¨® la m¨¢s imprevista: un eslalon de Tour¨¦ desde la caverna defensiva que concluy¨® con un zapatazo que imant¨® la pelota en un rinc¨®n de la porter¨ªa rojiblanca. Al Bar?a s¨®lo le faltaba Bojan, cuya ternura a veces le hace parecer un intruso parvulario en un partido de adultos. Tiene gol, pero le falta hueso para la partitura de sus compa?eros.
Poco a poco, el partido se volc¨® por completo del lado azulgrana. En la misma medida en la que Messi comenz¨® a disparar todas las alertas en la retaguardia del Athletic. Xavi marcaba los pasos, Alves remaba y el argentino desequilibraba. No hab¨ªa noticias de los chicos de Caparr¨®s, entregados a la causa de forma encomiable, pero superados por el talento de su adversario. El Bar?a multiplic¨® la velocidad de circulaci¨®n, inalcanzable para su rival. El Athletic estaba maduro y Messi, c¨®mo no, le dio la puntilla tras una jugada que retrata al pict¨®rico equipo que ha dibujado Guardiola. El gol se inici¨® en Pinto, con los centrales abiertos para la salida del juego. La jugada acab¨® en c¨®rner sin que apenas un rojiblanco acariciara el bal¨®n. Despu¨¦s del saque, Messi, con su acierto, puso en marcha la sinfon¨ªa barcelonista. Bojan cerr¨® una contra estupenda y Xavi dej¨® la pelota en la red tras afeitar la escuadra derecha de Iraizoz en una falta.
Laminado por su adversario, el Athletic fren¨® el escarnio por el desatino de Eto'o y un exceso de po¨¦tica en torno a Iraizoz. Perdonable. Este Bar?a rumbo a la gloria merec¨ªa darse un homenaje. El Athletic, pese al resultado, tambi¨¦n se lo dio, arengado por una afici¨®n intachable, capaz de pasear a San Mam¨¦s por esta Copa con toda la grandeza de su historia. Por algo, unos y otros se sintieron en el olimpo, nada que ver con el triste final de hace 25 a?os.
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