El Gobierno recoge las promesas sobre energ¨ªa de hace un lustro

Febrero de 2005. Entrada en vigor del Protocolo de Kioto. Acto vistoso en La Moncloa. Bailarinas, tules y m¨²sica cl¨¢sica. Discursos y promesas. En el acto, el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se compromete a "revisar este a?o [2005] el plan energ¨¦tico, el plan de promoci¨®n de energ¨ªas alternativas y la eficiencia energ¨¦tica". Casi cinco a?os despu¨¦s, el Gobierno intenta plasmar en una ley, con todo lo que ello conlleva, las promesas sobre el sector de la energ¨ªa sobadas durante un lustro: eficiencia, ahorro, planificaci¨®n y medio ambiente.

El anteproyecto de Ley de Econom¨ªa Sostenible, en lo que se refiere a la energ¨ªa, recoge elementos conceptuales positivos por novedosos. Pero las musas no acaban de bajar al escenario del teatro. No hay concreci¨®n, m¨¢s all¨¢ de lo que viene obligado por los compromisos contra el cambio clim¨¢tico asumidos en el seno de la UE (20% de energ¨ªa renovable en 2020 o 10% de energ¨ªa renovable en el sector transporte).

Ideas como facilitar tr¨¢mites a las renovables tienen m¨¢s de dos a?os

En el lado positivo, y as¨ª lo reconocen incluso algunos representantes de organizaciones muy cr¨ªticas con la pol¨ªtica energ¨¦tica del Ejecutivo est¨¢n conceptos como la obligaci¨®n de tener en cuenta los "costes medioambientales e intergeneracionales" de la utilizaci¨®n de las distintas fuentes de energ¨ªa, as¨ª como la progresiva "internalizaci¨®n" de costes en dichas fuentes (art¨ªculo 98). Ambos conceptos podr¨ªan favorecer a las energ¨ªas renovables.

Tambi¨¦n se considera un paso adelante la creaci¨®n de una Conferencia Sectorial Energ¨¦tica que evite enredos competenciales entre la Administraci¨®n central y las aut¨®nomas. Y tambi¨¦n puede anotarse en el lado de los avances la obligaci¨®n de elaborar, al fin, una "planificaci¨®n integral" del sector energ¨¦tico (art¨ªculo 96).

As¨ª que, de conceptos bien. De acciones concretas, menos bien. En cuesti¨®n de energ¨ªa, el anteproyecto es una gran se?al de humo. Grande. Puede que espectacular. Pero con grandes posibilidades de diluirse en el horizonte sin m¨¢s consecuencias.

Hay muchas razones para pensar as¨ª. Por ejemplo, los plazos para su tramitaci¨®n. Un anteproyecto como el presentado, hasta que se convierte en ley, puede requerir muchos meses. Si se tiene en cuenta que el desarrollo de algunos de sus art¨ªculos exige, a su vez, modificaciones legales, la norma puede empezar a caminar en la antesala de las pr¨®ximas elecciones generales. Con todo lo que ello supone.

Otro punto extra?o es que el anteproyecto ignora el calendario que impone la Directiva de Energ¨ªas Renovables (2009/ 28/CE) que entr¨® en vigor en junio de este a?o y que tendr¨¢ que estar traspuesta en la legislaci¨®n nacional antes del 25 de diciembre de 2010. Entre otras cosas, la norma comunitaria obliga al Gobierno a presentar en Bruselas un avance del Plan Nacional de Energ¨ªas Renovables 2012- 2020 antes de que acabe el presente a?o y a presentar el plan cerrado, con objetivos por tecnolog¨ªas, antes del 30 de junio de 2010.

Adem¨¢s de lagunas, el anteproyecto contiene tambi¨¦n buenas dosis de voluntarismo. Por ejemplo cuando (art¨ªculo 97) menciona la obligaci¨®n del Gobierno de aprobar Planes Nacionales de Ahorro y Eficiencia Energ¨¦tica. Como prop¨®sito est¨¢ bien. Pero el ministro de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, present¨® el ¨²ltimo plan en 2008 sin presentar el balance de los anteriores. Es dif¨ªcil.

En el apartado de la generaci¨®n el¨¦ctrica (art¨ªculo 98), el anteproyecto alude a la Planificaci¨®n Indicativa que recoger¨¢ diferentes escenarios. Bien. Como prop¨®sito est¨¢ bien. Pero cabe preguntarse qu¨¦ fue de los intentos de mejorar la planificaci¨®n desde el a?o 2004. El Libro Blanco de la electricidad del profesor Ignacio P¨¦rez Arriaga y la Prospectiva energ¨¦tica -ministros Jos¨¦ Montilla y Joan Clos, entre los a?os 2005 y 2007- se quedaron en conatos de planes.

Sobre las energ¨ªas renovables, el anteproyecto es rotundo: la idea es (art¨ªculo 98) "maximizar" su participaci¨®n en el sistema. Bien. Loable. Necesario incluso en un horizonte de recorte obligado de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero hay contradicciones. Si se trata de reducir el uso de combustibles f¨®siles en favor de energ¨ªas alternativas, sobrar¨ªa el apoyo al carb¨®n nacional y sobrar¨ªa tambi¨¦n un sistema de cupos establecido como barreras al desarrollo de determinadas tecnolog¨ªas.

Hay m¨¢s puntos flacos en el anteproyecto de ley. Flacos y sobados. Como el fomento de las empresas de servicios energ¨¦ticos, de las que Industria viene hablando desde hace muchos meses sin resultados aparentes. O el prop¨®sito de simplificar los tr¨¢mites administrativos para las renovables (art¨ªculo 104), una cuesti¨®n que ya abord¨® un decreto en 2007, sobre el que inform¨® la Comisi¨®n Nacional de la Energ¨ªa (CNE) este a?o y de cuyos resultados se ignora todo.

Como tambi¨¦n se ignora lo logrado en los ¨²ltimos a?os con los planes de ahorro energ¨¦tico en las Administraciones p¨²blicas publicitados en cada ejercicio. El art¨ªculo 105 del anteproyecto propone reducir consumos de un 20% para 2016. Como no sabemos resultados de planes anteriores puede ser una locura o algo razonable. A saber. El tiempo lo dir¨¢.