El a?o de los despojados

Llega 2010 y miles de parados ser¨¢n desahuciados por no poder hacer frente al pago del alquiler o la hipoteca. Ad¨®nde ir¨¢n nadie lo sabe, puesto que, aunque hay millones de viviendas vac¨ªas, no existe un parque p¨²blico suficiente en las que realojarlos.

En este contexto, el Gobierno aprueba el desahucio expr¨¦s, precisamente con la intenci¨®n de fomentar el alquiler de las viviendas vac¨ªas. Seg¨²n los partidarios de esta medida, si los propietarios no ponen sus pisos en alquiler es porque se sienten inseguros, amenazados por la potencial morosidad de los inquilinos.

Esta tesis no es de ahora: empez¨® a extenderse en pleno boom inmobiliario, cuando la vivienda en alquiler escaseaba a pesar de que la morosidad no llegaba al 2%. El Gobierno aprob¨® entonces avales p¨²blicos frente al impago y subvenciones a fondo perdido para los propietarios. Sin embargo, ¨¦stos exigen m¨¢s garant¨ªas.

Pero, ?qui¨¦nes son estos propietarios que denuncian inseguridad? Seg¨²n la Encuesta Financiera de las Familias elaborada por el Banco de Espa?a en 2005, en el Estado hay un elevado grado de concentraci¨®n de la propiedad inmobiliaria: los activos inmobiliarios distintos a la vivienda principal -entre los cuales se cuentan los pisos vac¨ªos- son pose¨ªdos casi en exclusividad por los hogares m¨¢s ricos.

Adem¨¢s, con el estallido de la crisis, miles de viviendas est¨¢n pasando a manos de los bancos, acentuando a¨²n m¨¢s la concentraci¨®n de la propiedad. Es decir, cuando nos hablan de la inseguridad de los propietarios tenemos que tener claro que b¨¢sicamente hablamos de los hogares m¨¢s ricos, las inmobiliarias y las entidades financieras, y no tanto de peque?os propietarios como muchas veces nos han hecho creer.

As¨ª, el Gobierno, en plena crisis, lejos de dar respuesta a la inseguridad de las miles de familias que se ver¨¢n en la calle por razones econ¨®micas ajenas a su voluntad, aprueba una medida que favorece a la minor¨ªa m¨¢s rica, la rentista, la que ni siquiera necesita trabajar para vivir holgadamente. La misma, por cierto, que impuls¨® la burbuja inmobiliaria especulando con la vivienda. Cuando en el 2010 estalle el malestar social, ?les pillar¨¢ por sorpresa?

Ada Colau pertenece al Movimiento por el Derecho a la Vivienda.