Peces gordos en caladeros poco conocidos
La literatura de la otra Europa ha irrumpido en la oferta de nuestras librer¨ªas y en el inter¨¦s de los lectores espa?oles desde hace ya algunos a?os, y cada mes se nos ofrece alg¨²n libro interesante, cl¨¢sicos olvidados o personalidades nuevas de las letras rumanas, yugoslavas, checas, h¨²ngaras o b¨²lgaras. Se trata de un proceso de normalidad o de recuperaci¨®n de la normalidad, lo raro, pero explicable, era que esas literaturas nos pareciesen tan lejanas y desprovistas de inter¨¦s. ?Por qu¨¦ ahora se traduce y publica tanta literatura de la Europa Central y del Este? Los motivos no est¨¢n cient¨ªficamente explicados, pero el sentido com¨²n aporta cinco motivos. El primero, las subvenciones y ayudas a la traducci¨®n que ofrecen los institutos culturales de esas naciones. En segundo lugar est¨¢ el hecho de que en Espa?a se publican much¨ªsimos libros, y la maquinaria editorial est¨¢ ¨¢vida de t¨ªtulos, de novedades. El espacio anglosaj¨®n y de Europa Occidental est¨¢ muy definido y repartido, y muchos editores peque?os y medianos buscan peces gordos en caladeros hasta ahora ignotos o poco conocidos. En tercer lugar, ha irrumpido (algo nuevo en nuestra tradici¨®n) una generaci¨®n de traductores rigurosos, profesionales, competentes en lenguas de un inter¨¦s minoritario para Espa?a, a veces apasionados propagandistas de la literatura de aquellos pa¨ªses: Fernando de Valenzuela para el checo, o Monik¨¢ Zgustov¨¢; Joaqu¨ªn Garrig¨®s, infatigable en la versi¨®n de los maestros de la literatura rumana de entreguerras y tambi¨¦n de algunos contempor¨¢neos; Adan Kovacsics, del h¨²ngaro y del alem¨¢n (tambi¨¦n autor del ensayo Guerra y lenguaje), y Luisa Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek, del serbocroata, por mencionar s¨®lo a algunos orfebres veteranos entre otros m¨¢s j¨®venes o menos prol¨ªficos pero de excelencia tambi¨¦n contrastada. Y en cuarto lugar est¨¢ el hecho perverso de la presunta decantaci¨®n del inter¨¦s de muchos lectores hacia la literatura de "no ficci¨®n" o en la frontera entre la novela y la historia. Los lectores interesados en ese territorio mestizo encuentran en las novelas del centro y este europeos un solapamiento constante, de manera que es f¨¢cil leer lo ficcional como testimonio apenas disfrazado, y lo hist¨®rico, pol¨ªtico, social como ficci¨®n ex¨®tica. Por lo dem¨¢s, en la esfera literaria, tan profundamente global, probablemente ser¨ªa ilusorio (y para m¨ª penoso) tratar de definir especificidades nacionales o regionales. Una novela como Mozart con retraso, o cualquier otra de Bashkim Shehu, con ser todo lo "brutalmente" albanesa que se quiera no podr¨ªa haberse escrito sin un perfecto conocimiento de las estrategias y recursos de la gran literatura moderna occidental ni, cuando se traduzca al espa?ol, ser¨¢ le¨ªda aqu¨ª sin todos esos condicionantes.
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