"Si ganara el Cervantes dar¨ªa saltos"
La autora de 'Peque?o teatro', figura esencial en la novela espa?ola de posguerra, suena con fuerza para el gran premio de las letras espa?olas. Con nuevo libro en cartera, 'La puerta de la luna', recorre en esta entrevista su vida y su obra
Fr¨¢gil, pero llena de energ¨ªa, Ana Mar¨ªa Matute celebra estos d¨ªas la aparici¨®n del libro que re¨²ne sus cuentos. La puerta de la luna. Cuentos completos (Destino) da cuenta de su inmenso quehacer literario. Incluye adem¨¢s escritos cortos y art¨ªculos period¨ªsticos, que escribi¨® para la revista Destino, algunos de ellos hermosos relatos. Son textos publicados entre 1947 y 1998. El pr¨®logo a cargo de la especialista Mar¨ªa Paz Ortu?o Ort¨ªn fija minuciosamente el trabajo de Matute. La escritora est¨¢ harta de que las biograf¨ªas le quiten un a?o. "Estoy cansada de repetirlo: tengo 85 a?os, nac¨ª en 1925 y no en 1926 como se emperran en decir".
Pregunta. Ten¨ªa 17 a?os cuando escribi¨® la novela Peque?o teatro y un par de a?os m¨¢s cuando la llev¨® a Destino. ?C¨®mo logr¨® vencer su timidez?
"La vida te cambia, te apalea, pero yo no me doblego ni que caigan rayos"
"Espero que la novela en la que estoy trabajando no sea la ¨²ltima"
Respuesta. Iba a por todas. He escrito desde los cinco a?os. Pens¨¦ que Destino era la mejor editorial. Fui tres o cuatro veces, pero el director, Ignacio Agust¨ª, siempre estaba ocupado. Un chico joven que trabajaba en la editorial me dijo "ven tal d¨ªa y a tal hora y te har¨¦ pasar". Fue la confabulaci¨®n de los j¨®venes. Yo temblaba como un flan, pero Agust¨ª fue muy amable. Me dijo que la pasara a m¨¢quina y que la leer¨ªan. Yo la llev¨¦ escrita a mano en uno de esos cuadernos con tapas de hule negro que se utilizaban entonces.
P. Supongo que la mecanografi¨® a toda pastilla.
R. A toda velocidad. La llev¨¦ a la editorial y dos semanas despu¨¦s me encontr¨¦ en la calle con Ignacio Agust¨ª. Me llam¨® "se?orita Matute" y me dijo que estaban asombrados. "?Cu¨¢ntos a?os tienes?", me pregunt¨®. "Diecinueve", dije. "Pues ven con tu padre para que firme la autorizaci¨®n". En aquellos a?os los padres o los maridos ten¨ªan que autorizarlo todo. Tambi¨¦n me pidi¨® que le llevara alg¨²n cuento para darme a conocer literariamente en la revista Destino.
P. ?Se lo publicaron?
R. S¨ª, enseguida. El primero que apareci¨® fue El chico de al lado. Me emocion¨¦ tanto que compr¨¦ cuatro ejemplares del semanario. En 1948, Los Abel qued¨® finalista del Premio Nadal. Agust¨ª me dijo que la ve¨ªa m¨¢s madura que Peque?o teatro. Gan¨® Delibes con La sombra del cipr¨¦s es alargada. Quedar finalista detr¨¢s de Delibes fue todo un honor. El Nadal fue una bomba para lanzar autores y se lo invent¨® Ignacio Agust¨ª.
P. ?Qu¨¦ pas¨® con Peque?o teatro?
R. Me la llev¨¦ a casa y al cabo de unos a?os la present¨¦ al Planeta, en 1954. Gan¨®.
P. En La puerta de la luna aparecen todos los temas que le interesan y que hemos le¨ªdo en sus novelas: la infancia, la injusticia social, la incomunicaci¨®n, la incomprensi¨®n y el bosque. El bosque siempre est¨¢ presente en sus historias.
R. El bosque es fundamental. La naturaleza y yo nos entendemos bien. Pertenezco al bosque.
P. La guerra y la posguerra tambi¨¦n aparecen como trasfondo en muchas de sus obras.
R.Ten¨ªa 11 a?os cuando empez¨® la guerra. Terrible, bombardeos, crueldades y barbaridades por ambos lados. Y luego la posguerra, que tambi¨¦n fue suculenta. Se prolong¨® demasiado por culpa de aquella bestia parda que viv¨ªa en El Pardo...
P. Ha ganado un mont¨®n de premios: dos nacionales de Literatura Infantil, un Nadal (Primera memoria), un Nacional de Literatura y el de la Cr¨ªtica (Los hijos muertos), el Nacional de las Letras, un Ciudad de Barcelona, un Caf¨¦ Gij¨®n, un Terenci Moix...
R. No escribo para ganar premios, gano premios porque he escrito libros.
P. ?Le gustar¨ªa ganar el Cervantes, que se entrega la pr¨®xima semana?
R. Claro que me gustar¨ªa ganar el Cervantes. Si lo ganara dar¨ªa saltos de alegr¨ªa, bueno, saltos espirituales... [Muestra la muleta que utiliza para andar].
P. Tiene usted una mala salud de hierro.
R. He pasado por el quir¨®fano 11 veces, me he roto el f¨¦mur. Soy fr¨¢gil, pero estoy llena de energ¨ªa. Ya lo dec¨ªa el m¨¦dico de peque?a: "Esta ni?a es fr¨¢gil, pero sana". Soy Sanamar¨ªa... je, je, je, qu¨¦ burra soy, ya estoy diciendo burradas.
P. Tuvo usted una producci¨®n literaria extraordinaria en los a?os cincuenta y sesenta.
R. Me cas¨¦ con aquel esp¨¦cimen [su primer marido] y pasamos verdaderos apuros econ¨®micos. La Matute se convirti¨® en el sost¨¦n de la familia. Solo entraba en casa el dinero que ganaba yo. Me levantaba a las seis de la ma?ana, ?qu¨¦ horror!, cuando ahora tengo que levantarme a las diez me parece que es la madrugada. Escrib¨ªa un cuento semanal para la revista Garbo, para Destino, novelas, relatos. Mi vida ha sido, es, la literatura y mi hijo. Al rev¨¦s, mi hijo y la literatura.
P. Consigui¨® separarse del "esp¨¦cimen", como usted dice.
R. En esto s¨ª que fui una verdadera hero¨ªna, eran los a?os cincuenta cerca de los sesenta. Sufr¨ª mucho. Autom¨¢ticamente le dieron la custodia al padre y estuve sin mi hijo dos a?os y pico. Lo ¨²nico que me salv¨® es que mi suegra y mi cu?ada, muy buenas personas, me dejaban verlo los s¨¢bados. Al esp¨¦cimen no le interesaba tener el ni?o, se lo pas¨® a su madre, solo lo hizo para chincharme.
P. Su vida no ha sido f¨¢cil.
R. He vivido momentos terribles. La vida te cambia, te apalea bien, pero yo no me doblego, ni que caigan rayos y tormentas. Tambi¨¦n he vivido momentos maravillosos. Con mi segundo marido fui muy feliz. Cuando llega el des¨¢nimo siempre me digo "p'alante Matute, no para adelante, no, p'alante Matute".
P. Usted siempre tiene proyectos. Seguro que est¨¢ ya con una nueva novela.
R. S¨ª, pero no quiero hablar de ella, porque a¨²n no s¨¦ en qu¨¦ ¨¦poca la ambientar¨¦. Espero que no sea la ¨²ltima.
P. Cuando public¨® Para¨ªso inhabitado, en 2008, ya dijo que era la ¨²ltima.
R. Me entrego tanto cuando escribo algo que lo hago pensando siempre que es lo ¨²ltimo.
P. ?Y memorias?
R. Nunca escribir¨¦ memorias, solo pensar en las fechas me da pavor. Tendr¨ªa que consultar tanto, uff.
P. ?Le disgusta recordar el pasado?
R. No es eso. Pero me llega la etapa en que la memoria flaquea. Si pierdes la memoria, pierdes la vida, es como si no hubieses vivido y a veces me cuesta tanto vivir...
![La escritora Ana Mar¨ªa Matute, en su casa de Barcelona.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/26KJLANHHRIVQUQGYTQPZ7G56I.jpg?auth=b4b72929ef1c15508d7da54f8371f76cacc3f4d658f5eef7eefdeda81954508b&width=414)
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