Todo es irreprochable en 'Pa negre'
Veo la abrumadoramente larga gala de los Goya en la casa de unos amigos espa?oles en Berl¨ªn. No son especialmente cin¨¦filos ni pierden el sue?o por los esplendores, desdichas y crisis del cine espa?ol, pero tienen tal sentido de la cortes¨ªa y la generosidad que logran piratear la se?al de Internet para que yo pueda observar de forma difusa en la pantalla de un ordenador lo que acontece en el Teatro Real y pueda cumplir con mi obligaci¨®n. Tambi¨¦n me hacen heroica compa?¨ªa en esa fiesta interminable que dura m¨¢s de tres horas . Calculo que si existiesen todav¨ªa los espacios publicitarios en la televisi¨®n p¨²blica lo m¨¢s probable es que hubi¨¦ramos llegado al amanecer.
Las im¨¢genes que vislumbro a trav¨¦s de esa pantalla me quitan para siempre los deseos de aprender a ser corsario en Internet. Ver de esta forma pel¨ªculas, programas de televisi¨®n, series y partidos de f¨²tbol no entra en mis anhelos masoquistas. Seguir¨¦ comprando DVD y discos al precio que me exijan los enfurecidos y estafados creadores. Nunca atentar¨¦ contra los sagrados derechos de autor. Jam¨¢s dejar¨¦ que me laven el cerebro los internautas ni que se apodere de m¨ª el s¨ªndrome de Estocolmo, como aseguran los escandalizados sabios que le ha ocurrido a Alex de la Iglesia, ese chico que era tan querido y admirado por sus colegas hasta hace poco y que sufrir¨¢ el destierro de su hogar ancestral por traidor, por haber enloquecido repentinamente, por plantearse que la Ley de esa ministra tan l¨²cida a lo peor tampoco sirve para que el desagradecido p¨²blico se enamore de nuevo del cine espa?ol (?lo ha estado alguna vez?) y retorne a las depauperadas salas que le dan cobijo.
Es la pel¨ªcula m¨¢s s¨®lida y emotiva del siempre inquietante Agust¨ª Villaronga
'Biutiful' posee un im¨¢n poderoso: la interpretaci¨®n de Javier Bardem
Escucho el ardoroso y emotivo discurso con el que se despide de la presidencia de la Academia el hijo pr¨®digo y me parece que es sincero en su furia y en su tristeza, que est¨¢ convencido de que o su familia art¨ªstica cambia de rollo ante las exigencias de una revoluci¨®n imparable o el negocio com¨²n se ir¨¢ al infierno. Hay aplausos tibiamente educados para el ap¨®stata. No le lanzan flechas ni tomates. Pero sospecho que Alex de la Iglesia va a quedarse muy solito a partir de ahora, que se acabaron las risas a sus gracias, las palmaditas en la espalda, el baboseo, el respeto fingido o real hacia su imaginativo cine y su desbordante personalidad.
La ceremonia empez¨® bien, con un numerito cantor y danzar¨ªn acaudillado por Luis Tosar que ten¨ªa bastante gracia. Tambi¨¦n con la habitual comicidad, inteligencia e ingenio que desprende el impagable presentador Andreu Buenafuente. Pero la cosa fue decayendo, yo al menos precis¨¦ una notable paciencia para aguantar hasta el final las expectativas, derrotadas por las inacabables dedicatorias de la mayor¨ªa de los premiados, por sketches que se empe?aban vanamente en despertar la carcajada.
Las cuatro pel¨ªculas que compet¨ªan eran muy atractivas. Este a?o no se hab¨ªa colado ninguna mediocridad arropada por la capacidad de adhesi¨®n que generan las productoras que ofrecen continuo trabajo a sus encantados votantes. Que haya ganado Pa negre , ese veraz, complejo, hondo, violento, est¨¦tico y sombr¨ªo retrato de las barbaries que pueden ocurrir en la posguerra, los abusos de los ganadores y la aterrorizada supervivencia de los vencidos, de la mezcla de luces y sombras que existen en las relaciones de poder, es irreprochable. Es la pel¨ªcula m¨¢s s¨®lida y emotiva que ha rodado ese director siempre inquietante llamado Agust¨ª Villaronga . El trabajo de Nora Navas, Laia Marull, Marina Comas y Francesc Colomer es impecable. Tambi¨¦n gratamente sorprendente en el caso de esos ni?os tan espont¨¢neos y cre¨ªbles.
Biutiful, una pel¨ªcula que a ratos me irrita, posee un im¨¢n muy poderoso y es la admirable interpretaci¨®n, entregado en cuerpo y alma, de Javier Bardem.
Cuentan que el gui¨®n que escribi¨® Chris Sparling en Buried dio infinitas vueltas por las productoras norteamericanas antes de que Rodrigo Cort¨¦s se obstinara en hacer una pel¨ªcula apasionante sin salir de un at¨¢ud. Lo que le ocurre dentro de ese espacio claustrof¨®bico a una persona horrorizada est¨¢ poderosamente descrito en su escritura. La idea es tan original como el desarrollo. Hubiera sido demasiado mezquino negar algunos incontestables medios t¨¦cnicos a Balada triste de trompeta. Y entiendo la expresi¨®n desencantada de Iciar Bollain al ver que Tambi¨¦n la lluvia, dotada de razones para ser la favorita, tuviera que conformarse con premios menores, incluido uno bastante merecido a la breve y rotunda interpretaci¨®n de Karra Elejalde, actor con cuyo histri¨®nico arte casi nunca he logrado conectar. No puedo opinar todav¨ªa de Chico y Rita, pero es de esas pel¨ªculas que tengo inaplazables ganas de ver. Disfrut¨¦ con la elaborada frescura, la atm¨®sfera y las descripciones sentimentales que crea David Pinillos en Bon apetit.
Sospecho que vamos a echar de menos a Alex de la Iglesia al frente de esa cosa tan tortuosa llamada Academia de Cine. Al menos, deber¨ªa de convencer a Buenafuente para que siguiera presentando los Goya.
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