Una exmonja denuncia el tr¨¢fico de ni?os
Mercedes S¨¢nchez culpa a la exdirectora de la casa cuna de Tenerife de adopciones ilegales - Revela c¨®mo operaba la red y c¨®mo se maltrataba a los menores
Trabaj¨® en la casa cuna de Tenerife -denunciada por robo de ni?os- desde el 16 de junio de 1963 hasta el 5 de septiembre de 1967. Menos de cuatro meses despu¨¦s, dej¨® de ser monja. Hoy, a sus 73 a?os, Mercedes S¨¢nchez Garc¨ªa confiesa por qu¨¦.
"Reun¨ª las fuerzas para hablar al leer en EL PA?S la historia de Liberia Hern¨¢ndez [robada en la casa cuna de Tenerife a los ocho a?os] y las explicaciones que daba la superiora, sor Juana Alonso, negando haber conocido a esa ni?a. Yo recuerdo perfectamente a la madre de Liberia agarrada a las rejas del patio preguntando por su hija. Cuando yo empec¨¦ a trabajar all¨ª ya hab¨ªan dado a Liberia en adopci¨®n, pero el resto de ni?as me explic¨® que aquella mujer que iba a las rejas era su madre. Estuvo a?os yendo a la casa cuna a preguntar por su hija. No la abandon¨®. Sor Juana la despachaba dici¨¦ndole que se olvidara, que Liberia estar¨ªa mejor con las personas que estaba".
"La madre de Liberia gritaba el nombre de su hija agarrada a las rejas de la casa cuna"
"Dijo que inventara un nombre para el beb¨¦ por si me paraba la Guardia Civil"
"Ella iba a recoger beb¨¦s a Bilbao en avi¨®n y los distribu¨ªa en Tenerife"
Mercedes acab¨® expulsada de la orden tras enfrentarse a su jefa
Mercedes tambi¨¦n confirma los malos tratos en la casa cuna que Liberia denunci¨® en EL PA?S. "Al principio, las ni?as adoraban a sor Juana Alonso. De hecho, cuando la trasladaron a la casa cuna de Bilbao, pidieron por carta que volviera. En Bilbao conoci¨® a do?a Mercedes (Herr¨¢n de Gras, propietaria de una red de pisos nido para madres solteras). Cuando volvi¨®, sor Juana era otra persona distinta. Las ni?as se arrepintieron mucho de haberle hecho regresar. Les pegaba. Yo la pill¨¦ una vez d¨¢ndole una paliza a una adolescente. Se la hab¨ªa llevado a un lugar apartado, para que nadie la viera, y la chiquilla, que tendr¨ªa 15 a?os, le gritaba: 'Por favor, sor Juana... por favor'. Yo le dije que aquello que hac¨ªa era inmoral".
No fue el ¨²nico enfrentamiento entre ambas monjas, pertenecientes a la congregaci¨®n de las Hijas de la Caridad. "Sor Juana sigui¨® yendo a ver a do?a Mercedes. Iba a Bilbao en avi¨®n a recoger reci¨¦n nacidos para darlos en adopci¨®n en la casa cuna de Tenerife, donde hac¨ªa la distribuci¨®n. Ahora pienso que probablemente esos ni?os no sepan que son adoptados", recuerda Mercedes.
La exreligiosa cuenta una vivencia personal: "A m¨ª tambi¨¦n me envi¨® una vez a Valencia a por un beb¨¦. Fue en el verano de 1967. Antes de salir me dijo: 'Inv¨¦ntate un nombre para el ni?o por si te para la Guardia Civil. Tienes que decir siempre el mismo'. Al llegar a la cl¨ªnica que me hab¨ªa indicado, en pleno centro de la ciudad, una monja me pidi¨® un sobre que me hab¨ªa dado sor Juana. No s¨¦ si era un tal¨®n, porque no vi lo que hab¨ªa dentro, pero a ella le pareci¨® bien y me entreg¨® al ni?o. Hab¨ªa nacido ese mismo d¨ªa y era precioso. Era tan bonito que dije: '?Pero la madre lo ha visto?'. La monja se enfad¨® y me contest¨® que la madre no ten¨ªa por qu¨¦ verlo porque hab¨ªa renunciado a ¨¦l y que yo ten¨ªa que sacar al beb¨¦ de all¨ª enseguida".
Sor Juana hab¨ªa dado a Mercedes un d¨ªa de asueto para visitar a su familia aprovechando el viaje para recoger a aquel ni?o de Valencia. "Al verme con el beb¨¦, un familiar me pregunt¨® por su documentaci¨®n. Le dije que a m¨ª no me hab¨ªan dado nada m¨¢s que al ni?o y me contest¨® que aquello no era legal, porque deb¨ªa estar inscrito en el sitio en el que hab¨ªa nacido, es decir, en Valencia".
Cuando Mercedes regres¨® a Tenerife, le expuso a sor Juana las dudas que le hab¨ªa transmitido su familia. "Se enfad¨® much¨ªsimo. Me grit¨®: '?20 a?os llevo haciendo esto y viene el ¨²ltimo mono a reproch¨¢rmelo. Ahora bese usted el suelo y v¨¢yase!'. Me qued¨¦ anonadada. Al d¨ªa siguiente, cuando fui a ver al ni?o que hab¨ªa tra¨ªdo, ya no estaba. Hab¨ªa sido dado en adopci¨®n. Y cuando pregunt¨¦ por ¨¦l, me dijo: 'Est¨¢ en buenas manos".
Para entonces, Mercedes ya ten¨ªa muchas dudas sobre lo que estaba ocurriendo en aquella casa cuna. "Entre nosotras [las 23 monjas que trabajaban en aquel hogar infantil] lo coment¨¢bamos, pero solo eran rumores porque sor Juana era muy taimada, herm¨¦tica, y lo hac¨ªa todo por su cuenta. Yo nunca vi dinero y en la comunidad no repercut¨ªa nada. Pero a los ni?os los tra¨ªa y llevaba de Bilbao en avi¨®n".
"En la entrevista en EL PA?S", prosigue Mercedes, "sor Juana hablaba de un beb¨¦ que hab¨ªan dejado abandonado en el torno de la casa cuna con un papelito de su madre diciendo que no se pod¨ªa hacer cargo de ¨¦l. Lo recuerdo perfectamente porque a aquel reci¨¦n nacido lo cog¨ª yo. Lo s¨¦ porque entonces sol¨ªamos despertar a los ni?os hacia las doce y media de la noche para llevarlos al ba?o y que no se hicieran pis en la cama y sobre esa hora son¨® la sirena del torno. Era un beb¨¦ precioso, pero al d¨ªa siguiente, cuando fui a verle, ya no estaba. Sor Juana se lo hab¨ªa entregado a alguna familia". La propia sor Juana confes¨® a EL PA?S: "Prefer¨ªamos dar al ni?o siempre reci¨¦n nacido. Si las madres no ven¨ªan, como mucho a los pocos meses se daba al ni?o y como ten¨ªamos fama de darlos bien, ninguno se nos hac¨ªa mayor en nuestro centro. Se los llevaban antes".
Sor Juana, superiora de la casa cuna de Tenerife durante 19 a?os [lo normal en su congregaci¨®n eran cuatro prorrogables a seis] nunca perdon¨® a Mercedes que hubiera cuestionado su autoridad y sobre todo, la legalidad de las adopciones que llevaba a cabo. "A partir de aquel d¨ªa me hizo la vida imposible. Se invent¨® cosas sobre m¨ª. Me acus¨® de lo peor que se puede acusar a una monja. ?Yo ni conoc¨ªa a aquel hombre!".
Como primera medida, sor Juana Alonso sac¨® a Mercedes de la casa cuna. "Me envi¨® a Sevilla con otras Hijas de la Caridad para que reflexionara. La superiora de Sevilla me dijo que estaba a tiempo de arrepentirme y me ofreci¨® quedarme all¨ª a cuidar de los cerdos y las gallinas que ten¨ªan. Pero yo no ten¨ªa nada de lo que arrepentirme y le contest¨¦ que adem¨¢s ni mi misi¨®n ni mi vocaci¨®n era la de cuidar cerdos y gallinas. Le escrib¨ª una carta angustiada a William Slattery, superior de las Hijas de la Caridad, en Par¨ªs, cont¨¢ndole lo que me hab¨ªa pasado. El 17 de diciembre de 1967, justo el d¨ªa de mi cumplea?os, lleg¨® la respuesta", relata ense?ando la misiva. "Me liberaba de los votos de pobreza, castidad, obediencia y servicio a los pobres, y lo hac¨ªa, seg¨²n dec¨ªa, atendiendo a unos informes que hab¨ªa recibido sobre m¨ª y en los que estoy segura que sor Juana tuvo mucho que ver".
El impacto de aquella carta y de todo lo que hab¨ªa visto en la casa cuna de Tenerife fue brutal para Mercedes. "Tuve una crisis de fe gord¨ªsima. Dej¨¦ de creer en los curas y en las monjas y decid¨ª dejar de serlo yo misma", relata. Hoy va a misa todos los d¨ªas y piensa en lo distinta que habr¨ªa sido su vida si aquella mujer no se hubiera cruzado en su camino: "Sor Juana era soberbia. Se comportaba como un semidi¨®s. Hac¨ªa y deshac¨ªa las vidas de la gente y ten¨ªa la conciencia muy laxa. No creo que hoy se arrepienta de nada de lo que hizo".
Mercedes s¨ª lamenta algo. No haberse acercado a aquella mujer que se agarraba a los barrotes de la casa cuna gritando el nombre de su hija: Liberia.
Frentes abiertos
- Exhumaciones de cad¨¢veres. Desde que el fiscal general del Estado, C¨¢ndido Conde-Pumpido, recibi¨® el pasado 27 de enero las denuncias de 261 posibles casos de robo de ni?os en toda Espa?a, la Asociaci¨®n Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), ha reunido 1.000 m¨¢s. Pumpido decidi¨® remitir cada denuncia a las respectivas fiscal¨ªas provinciales y nombrar a la fiscal de sala Elvira Tejada como coordinadora de las investigaciones. Tejada ha dado orden a los fiscales provinciales de que no se archive ning¨²n caso en tanto que no avancen las investigaciones de la polic¨ªa. Algunas fiscal¨ªas planean ya pedir a los jueces que exhumen varios cad¨¢veres en cementerios para comprobar si los restos corresponden a los ni?os a cuyas familias les dijeron que hab¨ªan muerto y que ahora sospechan que en realidad fueron dados en adopci¨®n. Solo en Madrid, donde ya han empezado a declarar las v¨ªctimas, hay 81 denuncias por robo de beb¨¦s. En Catalu?a, Anadir ha anunciado que a?adir¨¢ 40 m¨¢s a las 36 ya presentadas. Por su parte, el ministro de Justicia, Francisco Caama?o, tambi¨¦n ha nombrado a un fiscal, ?ngel N¨²?ez, como asesor de las asociaciones de afectados. Al reunirse con Mar Soriano, coordinadora de una de las plataformas de v¨ªctimas, y su abogado, el pasado jueves, se comprometi¨® a remover obst¨¢culos para que tengan acceso a los registros oficiales y puedan solicitar toda la documentaci¨®n necesaria para denunciar sus casos.
- Apoyo pol¨ªtico. Todos los partidos condenaron el robo de ni?os y pidieron que se persiga y castigue a los culpables. Lo hicieron el pasado 15 de marzo en la Comisi¨®n de Justicia del Congreso tras escuchar durante toda una ma?ana a los portavoces de las principales asociaciones de afectados por el robo de ni?os. Portavoces de todos los grupos tambi¨¦n se comprometieron ante las v¨ªctimas a remover obst¨¢culos y presionar a las instituciones.
- Asociaciones. Plataforma de Afectados de Cl¨ªnicas de Toda Espa?a. Causa: ni?os robados; Asociaci¨®n Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir). Asociaci¨®n de Afectados Cl¨ªnica San Ram¨®n; Adoptados.org
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