Cruzando La L¨ªnea de la sospecha
La Fiscal¨ªa de Algeciras observa indicios de delito en cuatro de las 23 denuncias por casos de ni?os robados hace 40 a?os en La L¨ªnea de la Concepci¨®n. Siete m¨¦dicos y tres matronas figuran entre los investigados
Las sospechas dan un paso al frente en La L¨ªnea de la Concepci¨®n (C¨¢diz). La investigaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de reunir el testimonio de madres atormentadas porque les ocultaron el cuerpo del hijo nacido presuntamente muerto hace 40 a?os. El epicentro de los cientos de casos de presuntos ni?os robados que han inundado algunas fiscal¨ªas provinciales de Espa?a se ha trasladado a esta localidad andaluza por un sencillo motivo: es el lugar donde la polic¨ªa ha encontrado cuatro indicios de delito entre los primeros 23 casos investigados. La Fiscal¨ªa de Algeciras ha dado traslado de las diligencias al juzgado. Un juez ser¨¢ quien determine qui¨¦nes son los primeros imputados entre una relaci¨®n de siete ginec¨®logos, tres matronas y varios exempleados de una empresa funeraria.
La Polic¨ªa Cient¨ªfica espera recibir muestras de ADN procedentes del Campo de Gibraltar
En una buena parte de los casos sospechosos, las madres fueron sedadas antes del parto
No constan en los archivos los entierros de numerosos beb¨¦s con certificado de defunci¨®n
Los partes m¨¦dicos revelan un exceso de fallecimientos en enero de 1971 y enero de 1975
Y un d¨ªa de estos llegar¨¢ a la sede central de la Polic¨ªa Cient¨ªfica en Madrid un buen pu?ado de muestras de ADN para su an¨¢lisis. Todas procedentes de La L¨ªnea de la Concepci¨®n. Entre ellas, las de numerosas madres que perdieron a sus hijos, las de algunos hijos que no saben qui¨¦n fue su madre y, quiz¨¢, la de una mujer y su presunto hijo biol¨®gico. Los resultados podr¨¢n transformar los indicios en pruebas irrefutables. De ser as¨ª, no tardar¨¢n en conocerse las primeras detenciones de unos hechos que han debido esperar casi medio siglo para esclarecerse.
A la espera de que un juez todav¨ªa por determinar d¨¦ sus primeros pasos, la poblaci¨®n de La L¨ªnea de la Concepci¨®n asiste perpleja a las ¨²ltimas noticias que se han divulgado sobre el caso. Entre otras cosas, porque entre los investigados aparecen vecinos sobradamente conocidos en una ciudad de 60.000 habitantes. Sin ir m¨¢s lejos, una de las personas mencionadas en el informe policial es una matrona, Leocadia Salas Gonz¨¢lez, que recibi¨® el galard¨®n de Mujer Linense del A?o el pasado 13 de marzo de 2010, en un tradicional acto conmemorativo del D¨ªa Internacional de la Mujer. La nota alusiva al acto daba cuenta del esforzado trabajo de esta profesional a lo largo de varias d¨¦cadas (se jubil¨® en 1997) de su actividad en M¨¢laga y, posteriormente, en La L¨ªnea de la Concepci¨®n, donde cientos de linenses de al menos tres generaciones nacieron entre sus manos, y de las precarias condiciones en las que hubo de desarrollar su trabajo en algunas ocasiones: as¨ª fue cuando tuvo que asistir a un parto en una barca. Fue el propio alcalde accidental de la ciudad, Alejandro S¨¢nchez, quien presidi¨® el acto y entreg¨® el premio a la matrona.
Leocadia no es el ¨²nico caso. Tambi¨¦n ha sido investigado el ginec¨®logo Abelardo Garc¨ªa Balaguer, el m¨¢s conocido de la localidad, con su consulta todav¨ªa abierta en el centro de la ciudad, en la misma calle Real. Garc¨ªa Balaguer gener¨® las primeras sospechas en el mes de enero cuando dimiti¨® por motivos personales de su cargo de presidente del comit¨¦ local del Partido Popular en La L¨ªnea. Aquella dimisi¨®n coincidi¨® en el tiempo con las primeras investigaciones policiales. Desde ese mismo momento cerr¨® a cal y canto toda su relaci¨®n con la prensa, pero no pudo evitar que los medios locales dieran cuenta de que el PP le hab¨ªa pedido que dejara su cargo para evitar cualquier relaci¨®n con un asunto tan espinoso precisamente en un a?o electoral. Ambos, Leocadia y Abelardo, han sufrido el acoso de la prensa en estas ¨²ltimas semanas. Ambos se han negado a hacer declaraciones.
No han sido los ¨²nicos. Ninguno de los investigados ha accedido a ser entrevistado. Todo lo m¨¢s, alguno ha ca¨ªdo en la trampa de las c¨¢maras ocultas para exponer un relato lleno de evasivas y contradicciones. No recuerdan nada irregular sucedido en cl¨ªnicas y residencias sanitarias de La L¨ªnea de la Concepci¨®n.
De no ser por dos hermanas, Cristina y Flor D¨ªaz Carrasco, la caja de los truenos seguir¨ªa cerrada en esta localidad. Residentes en Ir¨²n, nunca olvidaron aquella foto algo macabra de su abuela sosteniendo entre sus brazos a un beb¨¦ muerto que debi¨® haber sido enterrado en el cementerio de San Jos¨¦ en 1967. Fue la abuela quien se empe?¨® en hacerse esa foto a pesar de la insistencia del personal sanitario (como sucedi¨® en tantos otros casos) de no permitir ver al reci¨¦n nacido ya fallecido. Nunca llegaron a saber la raz¨®n de aquella insistencia de la mujer, porque las sospechas aparecieron muchos a?os despu¨¦s.
Casi cada a?o acompa?aban a su madre al cementerio para poner unas flores en el nicho donde enterraron a aquel beb¨¦ muerto. Tras morir su madre en 2006, regresaron con la intenci¨®n de ponerle una l¨¢pida con la fecha de su fallecimiento. Al buscar la fecha exacta en los libros del cementerio, no encontraron ning¨²n dato relativo a la inhumaci¨®n de su hermano, tampoco en fechas anteriores o posteriores. Fueron al Registro y no constaba certificado de defunci¨®n alguno. Encontraron el parte m¨¦dico, donde quedaba expuesta como causa del fallecimiento "un parto dist¨®cico que hizo necesario el uso de ventosa". Recordando aquella vieja foto, llegaron a la conclusi¨®n de que la cabeza de aquel beb¨¦ no presentaba ninguna deformidad. Tambi¨¦n sospecharon que el tama?o del beb¨¦ que la abuela sosten¨ªa entre sus brazos parec¨ªa mayor que el correspondiente a un reci¨¦n nacido. Comenz¨® entonces el largo peregrinaje de archivo en archivo, la indignaci¨®n y una decisi¨®n clave en este asunto: le pidieron ayuda a un detective privado que trabaja en la localidad, Rafael Carrasco.
De este hilo han salido muchas otras madejas y una cantidad suficiente de documentos como para sospechar que algo fuera de lo com¨²n ha estado sucediendo en algunos centros sanitarios de esta localidad, como la cl¨ªnica Fern¨¢ndez Cuesta, conocida popularmente como La Banqueta; la cl¨ªnica Inmaculada, la cl¨ªnica Arg¨¹elles y el Hospital Municipal, hoy denominado Residencia Sanitaria.
Como en otros puntos de Espa?a, el protocolo sanitario entre los a?os sesenta y setenta en el caso de los partos establec¨ªa que el m¨¦dico no interven¨ªa salvo que hubiera complicaciones. Todo era asunto de la matrona si las cosas marchaban bien. Y en caso de fallecimiento dentro de las 24 horas, la pr¨¢ctica era igualmente com¨²n: se inscrib¨ªa el fallecimiento como legajo de aborto en el Registro Civil y se enviaba el cuerpo a la funeraria (La Pur¨ªsima en el caso de La L¨ªnea de la Concepci¨®n, desaparecida hace a?os) para su entierro en el cementerio. Generalmente, la inscripci¨®n de los legajos de aborto deb¨ªa ser realizada por un familiar, pero en el caso de La L¨ªnea hay decenas de casos en los que esa gesti¨®n la realiza una tercera persona ajena a la familia, habitualmente dos o tres empleados de la funeraria, dos de ellos todav¨ªa vivos. Uno de ellos, Juan Ortiz Moreno, declar¨® que se limit¨® a cumplir las ¨®rdenes que se le daban. En estos registros constan los datos de la identidad de tales empleados. Lo extra?o es que no se cumpl¨ªa la segunda parte del proceso: dichos cuerpos no eran inhumados. En las fechas de las inscripciones de los legajos de abortos no constan los enterramientos. Tambi¨¦n resulta chocante que en numerosos de los casos investigados el hospital se haya ofrecido a realizar los tr¨¢mites del enterramiento cuando las familias dispon¨ªan de un seguro privado de deceso.
Las coincidencias comienzan a aparecer seg¨²n se van incorporando casos a la investigaci¨®n. Se examinan los partes de sala que registran la entrada de una parturienta en la cl¨ªnica, los casos con complicaciones, las causas del fallecimiento y el proceso posterior ya se?alado. Donde hay defunciones prematuras aparecen casi siempre los mismos m¨¦dicos y las mismas matronas. De hecho, se observan un n¨²mero sospechosamente alto de abortos o fallecimientos en los meses de enero de 1971 y 1975. Respecto de los partes de sala, han desaparecido los tomos correspondientes a los a?os 1963, 1964 y 1965. Algunas familias denuncian retrasos injustificados a la hora de recibir informaci¨®n en el Registro Civil de la localidad, donde trabaja la hija de uno de los doctores investigados.
Numerosos casos corresponden al doctor Abelardo Garc¨ªa Balaguer tal y como consta en la documentaci¨®n, y ello a pesar de que dicho m¨¦dico ha llegado a manifestar que no trabaj¨® en el Hospital Municipal durante algunos a?os aun cuando consta su nombre en los partes de sala. Pero no es el ¨²nico caso: el segundo doctor m¨¢s mencionado es Fernando Mart¨ªnez Mart¨ªnez, padre adem¨¢s de dos hijos adoptivos, uno nacido en 1972 y una chica nacida en 1975. Ambos fueron inscritos en Madrid a pesar de que el padre trabajaba y resid¨ªa en La L¨ªnea de la Concepci¨®n. El tr¨¢mite de la adopci¨®n desvela alguna irregularidad, sobre todo en el caso del mayor, el var¨®n, quien recibi¨® inicialmente los dos apellidos del padre adoptivo para, posteriormente, ser rectificada la inscripci¨®n con la inclusi¨®n del apellido del padre y de la madre.
La polic¨ªa localiz¨® a su hija adoptiva en Ibiza y durante su interrogatorio ella explic¨® c¨®mo su padre adoptivo no fue muy elegante a la hora de confesar que ambos fueron adoptados. Respecto del hijo, manifest¨® que su madre fue una empleada del hogar sin recursos. A la hija le dijo que su madre era una mujer que hab¨ªa muerto apu?alada. Sin embargo, en aquellas fechas no consta ning¨²n suceso de este tipo en la localidad.
Los dos hijos adoptivos del doctor Mart¨ªnez Mart¨ªnez, que no parecen tener una buena relaci¨®n con su padre, accedieron ante la polic¨ªa a someterse a las pruebas de ADN. La misma decisi¨®n ha tomado el hijo var¨®n de Leocadia Sala, la matrona premiada con el galard¨®n de Mujer Linense de 2010, inscrito como hijo biol¨®gico suyo tras un parto del que no hay constancia documental en los archivos de la localidad y que supuestamente tuvo cuando ya hab¨ªa cumplido los 40 a?os.
Las contradicciones son numerosas. Reci¨¦n nacidos con s¨ªntomas graves que son enviados a un hospital de M¨¢laga, seg¨²n los partes m¨¦dicos, pero de cuyo ingreso en dicho hospital no hay constancia. Supuestas autopsias que se han practicado sin que conste en documento alguno el consentimiento de los padres. Otra coincidencia: en un alto porcentaje de los casos sospechosos, las madres fueron sedadas.
No todas las familias se rindieron a la presi¨®n de las cl¨ªnicas a la hora de permitir que estas se encargaran de los tr¨¢mites del entierro. Al menos hubo tres casos en los que los padres se mantuvieron firmes y pudieron enterrar a sus hijos en el nicho familiar, uno de ellos en una localidad de la provincia de M¨¢laga. Dadas las dudas que se han abierto en aquellos partos fallidos sucedidos en La L¨ªnea de la Concepci¨®n, dichas familias han dado su consentimiento para que los nichos se abran, se proceda a la exhumaci¨®n de los cuerpos (si los hubiere) y se tomen muestras de ADN, todo ello bajo control judicial. No ser¨ªa la primera vez que el interior de un ata¨²d aparece vac¨ªo.
Buena parte de estas historias, de los relatos de madres ahora angustiadas por lo que pudo haber pasado entonces, son conocidas en la localidad, que asiste perpleja a unos episodios que han roto la rutina de las noticias locales, monopolizadas de un tiempo a esta parte por las muchas deudas del Consistorio y sus consecuencias: los funcionarios municipales cobran con retraso y se movilizan de vez en cuando. Y luego est¨¢ el caso de Salustiano Mu?oz del Campo, un empresario local que no logra que el Ayuntamiento le abone unas deudas. Despu¨¦s de estar largo tiempo apost¨¢ndose frente a la casa del alcalde en se?al de protesta y recibir por ello una condena de alejamiento, decidi¨® hace tres semanas declararse en huelga de hambre ante la Fiscal¨ªa de Algeciras.
Estas noticias parecen un asunto menor a la vista de la magnitud que est¨¢ tomando el caso de los ni?os robados en la ciudad, porque el n¨²mero de denuncias puede alcanzar el centenar en pr¨®ximas fechas; seg¨²n algunas fuentes, muchos de esos casos son vecinos todav¨ªa residentes en la localidad. Las primeras 23 denuncias, las que han soportado seis meses de investigaci¨®n policial, han dado sus primeros frutos: cuatro indicios de delito. La Fiscal¨ªa de Algeciras mantiene el criterio de que los presuntos delitos no han prescrito. Las familias afectadas esperan ahora los primeros pasos de un juez 40 a?os despu¨¦s.
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