Ernesto Sabato, al otro lado del t¨²nel
El autor de 'Sobre h¨¦roes y tumbas' muere en Santos Lugares, cerca de Buenos Aires, a dos meses de cumplir 100 a?os - Fue la conciencia pol¨ªtica contra la dictadura
Ernesto Sabato, el gran escritor argentino autor de Sobre h¨¦roes y tumbas y El t¨²nel, pero tambi¨¦n el hombre atormentado y horrorizado que presidi¨® la Comisi¨®n Nacional sobre la Desaparici¨®n de Personas (CONADEP) falleci¨® en la madrugada de ayer s¨¢bado, dos meses antes de cumplir 100 a?os. Sabato, que iba a ser objeto hoy de un homenaje en la Feria del Libro de Buenos Aires, padec¨ªa una bronquitis que no pudo superar, seg¨²n anunci¨® su compa?era, Elvira Gonz¨¢lez Fraga. El velatorio se realizar¨¢ en la localidad de Santos Lugares, a 40 kil¨®metros de la capital porte?a, donde ten¨ªa su domicilio.
Sabato fue un escritor popular, extraordinariamente le¨ªdo en Argentina en los a?os 70 y 80, aunque en los ¨²ltimos tiempos estuvo pr¨¢cticamente recluido y retirado en su casa: no volvi¨® a hacer una aparici¨®n p¨²blica desde 2004. "A los argentinos nos gusta derribar a nuestros iconos y eso tambi¨¦n pas¨® con Sabato", explica Mar¨ªa Rosa Loja, coordinadora de la edici¨®n cr¨ªtica de Sobre h¨¦roes y tumbas, publicada en 2008. "Es cierto que el ambiente literario argentino le dio un poco la espalda, quiz¨¢s por su propia figura, pol¨¦mica, y su car¨¢cter dif¨ªcil, pero tambi¨¦n por sus posiciones pol¨ªticas, inclasificables, que le colocaban en un lugar complicado", afirma. "Sabato era ante todo, ¨¦l mismo", resume.
Fue entregado a Alfons¨ªn, en un acto inolvidable para los argentinos
'Sobre h¨¦roes y tumbas' le coloc¨® entre los grandes de la literatura
El informe 'Nunca m¨¢s' lleg¨® a conocerse como 'Informe Sabato'
Presidi¨® la Comisi¨®n Nacional sobre la Desaparici¨®n de Personas
Iba a recibir hoy un homenaje en la Feria del Libro de Buenos Aires
En los ¨²ltimos tiempos estuvo pr¨¢cticamente recluido en su casa
"Primero, El t¨²nel, que tiene una trama casi policiaca, aunque se conoce el nombre del asesino desde la primera pagina, y despu¨¦s, Sobre h¨¦roes y tumbas, que habla de la historia pasada y presente del pa¨ªs, fueron en su momento enormes ¨¦xitos editoriales, una lectura muy seductora para miles de j¨®venes", asegura Lojo. "Sabato habl¨® a los argentinos sobre qui¨¦nes eran. Por eso tuvo tanto gancho. Sobre h¨¦roes y tumbas es una novela larga, con mucha capacidad de s¨ªntesis, que, escrita al poco de caer Per¨®n, enlaza distintos tiempos de la construcci¨®n de pa¨ªs".
Descendiente de padre italiano y madre albanesa, S¨¢bato est¨¢ considerado como uno de los grandes de la literatura latinoamericana no solo por sus novelas, incluida Abadd¨®n el exterminador, sino tambi¨¦n por su amplia obra ensay¨ªstica sobre la condici¨®n humana. Obtuvo el Premio Cervantes en 1984, ocasi¨®n en la que pronuncio un discurso en el que describi¨® El Quijote como "un simple mortal, tierno desamparado, andariego, el hombre que alguna vez dijo que por la libertad, as¨ª como por la honra, se puede y se debe aventurar la vida".
Sabato tuvo tambi¨¦n una vida andariega, marcada por la literatura y por su peculiar compromiso pol¨ªtico, que le llev¨® al final de su vida a declararse m¨¢s cercano al "anarco-cristianismo" y a Tolstoi que al activo comunismo de su juventud. El escritor empez¨® su vida profesional como f¨ªsico, en Zurich (Suiza), pero muy r¨¢pidamente comenz¨® su actividad literaria y su amistad con el Grupo Sur, donde conoci¨® a Victoria Ocampo y a Jorge Luis Borges, con quien mantuvo siempre una relaci¨®n conflictiva pero que dio origen, en 1976, a un hermoso libro titulado Di¨¢logos con Jorge Luis Borges. Fue en esa ¨¦poca cuando se cas¨® con Matilde Kusminsky, con la que tuvo dos hijos, y que vivi¨® con ¨¦l hasta su muerte, en 1998.
Su primera gran novela, El t¨²nel (1948), un agudo ensayo psicol¨®gico, lleno de iron¨ªa, pero tambi¨¦n de amargura y del pesimismo que marcar¨ªa toda su obra posterior, le proporcion¨® un inmediato reconocimiento no solo en Argentina sino internacional. Su segunda obra, Sobre h¨¦roes y tumbas, que incluye su estremecedor Informe sobre ciegos, le confirm¨® como un autor extremadamente original, pese a su lenguaje cotidiano y f¨¢cilmente accesible, y le coloc¨® entre los autores mas grandes en lengua espa?ola. "Esa es la obra en que intento dar una versi¨®n total de mi realidad. De toda mi realidad, sobre h¨¦roes y tumbas, sobre esperanzas y desesperanzas, sobre la vida y la muerte, el bien y el mal", dijo en una entrevista.
El fuerte car¨¢cter de Sabato, su egocentrismo y su gusto por las pol¨¦micas, origen de multitud de an¨¦cdotas, hicieron de ¨¦l un personaje controvertido en las letras argentinas, aunque nunca se discuti¨® su extraordinaria importancia literaria. "No se por qu¨¦, pero siempre fui especialista en hacerme enemigos", confes¨® el propio Sabato en una charla en 1996.
Su vida y su obra no se comprende sin su faceta de luchador por los derechos humanos y su compromiso contra la dictadura militar que gobern¨® Argentina entre 1976 y 1983, pese a que en los primeros meses del golpe particip¨® en una comida con el general Jorge Videla, a la que asisti¨® tambi¨¦n Jorge Luis Borges. Sabato se espant¨® al conocer los continuos asesinatos y abusos contra los derechos humanos que protagonizaba la dictadura y, como record¨® ayer la periodista Magdalena Ruiz Gui?az¨², "firm¨® todas las peticiones que pudo reclamando la aparici¨®n con vida de quienes hab¨ªan sido secuestrados".
Terminada la dictadura, Ernesto Sabato recibi¨® el encargo del primer presidente democr¨¢tico, el radical Ra¨²l Alfons¨ªn, de encabezar la reci¨¦n creada CONADEP. El equipo de investigaci¨®n de la Comisi¨®n recogi¨® el testimonio y document¨® minuciosamente 8.960 desapariciones y la existencia de 340 centros de detenci¨®n ilegal y tortura. El informe titulado Nunca m¨¢s, pero conocido tambi¨¦n sencillamente como Informe Sabato, fue entregado a Alfons¨ªn en un acto inolvidable para la inmensa mayor¨ªa de los argentinos, el 20 de septiembre de 1984, y dio origen al procesamiento y condena de los m¨¢ximos responsables de las juntas militares de la dictadura, entre ellos el propio Videla, que fueron enviados a la c¨¢rcel. Sabato se opuso siempre a las leyes de Punto Final y a los posteriores indultos concedidos por el peronista Carlos Menem.
El escritor sufri¨® durante mucho tiempo una fuerte depresi¨®n que le llev¨® un d¨ªa, de visita en Espa?a, a contestar a quienes intentaban darle ¨¢nimos: "Ustedes no entienden nada. Yo me despierto cada ma?ana, y me doy cuenta de que soy argentino". Pas¨® sus ¨²ltimos a?os sin escribir pero pintando, su segunda vocaci¨®n art¨ªstica, que siempre supo compaginar con la literatura.
"La raz¨®n no sirve para la existencia", afirmaba. No quer¨ªa que se le encasillara en ninguna tendencia literaria: "Tengo con la literatura la misma relaci¨®n que puede tener un guerrillero con el ej¨¦rcito regular".
Ernesto Sabato afirmaba a menudo que cre¨ªa en el hombre, "a pesar", sol¨ªa a?adir, "de que estamos ante el animal m¨¢s siniestro". "La vida es tan corta y el oficio de vivir tan dif¨ªcil, que cuando uno empieza a aprenderlo, hay que morirse", se quejaba.
- "Bastar¨¢ decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mat¨® a Mar¨ªa Iribarne; supongo que el proceso est¨¢ en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona". El t¨²nel
Babelia
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