El Eurogrupo enfr¨ªa el plan de Juncker para ampliar la eurozona con rapidez
Dijsselbloem se muestra dispuesto a ampliar la eurozona, pero "de forma gradual, sin forzar a ning¨²n pa¨ªs"
La crisis del euro se convirti¨® en una crisis existencial en toda regla cuando revel¨® las formidables dificultades de la eurozona para capear la Gran Recesi¨®n. Bruselas acaba de trazar un ambicioso plan para reformar el euro de arriba abajo: para que la pr¨®xima crisis no vuelva a provocar destrozos en el proyecto europeo. Jean-Claude Juncker, jefe de la Comisi¨®n Europea, propuso el mi¨¦rcoles que todos los pa¨ªses de la UE se adhieran al euro con rapidez, que el Mecanismo de rescate (Mede) se convierta en un Fondo Monetario Europeo con capacidad para apagar fuegos, que lo dirija un superministro de Econom¨ªa que adem¨¢s presidir¨ªa tambi¨¦n el Eurogrupo, y que la eurozona disponga de un presupuesto anticrisis. El Eurogrupo informal de Tallin (Estonia) ha revelado hoy las primeras reacciones pol¨ªticas en las canciller¨ªas: no tan r¨¢pido, se?or Juncker.
Al euro siempre le han perseguido las advertencias que nadie se toma en serio. Toda Europa es consciente de la necesidad de tener una instituci¨®n equivalente al BCE en el plano de la pol¨ªtica fiscal, que podr¨ªa ser ese Fondo Monetario Europeo con artiller¨ªa para lidiar con crisis graves. Y toda Europa sabe que una de las grandes fracturas de la Uni¨®n es la brecha entre pa¨ªses de la eurozona y pa¨ªses que no comparten la moneda ¨²nica: es mucho m¨¢s dif¨ªcil un divorcio como el Brexit si los pa¨ªses comparten su divisa. Los planes de Juncker pasan por abordar esas dos l¨ªneas de falla para evitar futuros se¨ªsmos: por ampliar la eurozona con rapidez y por un FME poderoso. Berl¨ªn y Par¨ªs llevaban un par de d¨ªas bailando la danza de la cautela. Pero el Eurogrupo (la reuni¨®n de ministros de Finanzas del euro) ha sido m¨¢s directo, con una r¨¢faga de declaraciones que en la pr¨¢ctica es un jarro de agua fr¨ªa sobre las propuestas de la Comisi¨®n.
¡°La ampliaci¨®n del euro tiene que ser un proceso natural, gradual, sin forzar a nadie¡±, ha asegurado el presidente del Eurogrupo, el holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem. ¡°Si la eurozona y la uni¨®n bancaria funcionan estoy seguro de que m¨¢s pa¨ªses querr¨¢n unirse¡±, ha a?adido. El problema de ese argumentario es que nada de eso termina de funcionar. La eurozona ha tardado casi una d¨¦cada en recuperar los niveles de PIB precrisis, y sigue con cifras de paro mareantes. Y la uni¨®n bancaria est¨¢ incompleta (no hay fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos ni respaldo fiscal al fondo de resoluci¨®n para cerrar bancos) y tampoco funciona, como han demostrado las diferencias de trato entre el Banco Popular y las entidades italianas.
El Eurogrupo cree que para entrar en la eurozona no basta con el mecanismo de ayuda t¨¦cnica y financiera que propone Juncker. M¨¢s all¨¢ de ese ¨ªmpetu pol¨ªtico que quiere imprimir Bruselas, los ministros abogan por hacer cumplir a rajatabla los criterios de convergencia para ingresar en el euro (relacionados con la inflaci¨®n, el tipo de cambio y el estado de las finanzas p¨²blicas) y evitar as¨ª una nueva Grecia. Y ah¨ª los n¨²meros no salen. Reino Unido y Dinamarca optaron por refer¨¦ndum por quedarse fuera. Y ni uno solo de los pa¨ªses que podr¨ªan solicitar un hipot¨¦tico acceso al euro (Bulgaria, Ruman¨ªa, Rep¨²blica Checa, Polonia, Croacia y Hungr¨ªa) los cumple.
Bruselas ha hablado: ahora es el turno de Par¨ªs y Berl¨ªn; de quienes mandan de veras. Tras las elecciones alemanas de la pr¨®xima semana, el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, tiene previsto desgranar sus planes sobre el futuro del euro. Alemania y Francia se ver¨¢n despu¨¦s con Italia y Espa?a para esbozar un plan m¨¢s preciso a lo largo del oto?o. Nadie espera nada ni remotamente tan ambicioso como lo que quiere Juncker: Berl¨ªn ceder¨¢ a algunas de las peticiones de Macron, como un presupuesto ¨Cno demasiado abultado¡ª, y tambi¨¦n est¨¢ dispuesto a crear un Fondo Monetario Europeo, pero que podr¨ªa quitarle la supervisi¨®n presupuestaria a la Comisi¨®n Europea y exigir reformas y reestructuraci¨®n de deuda antes de salir al rescate de los pa¨ªses con problemas. Alemania, en fin, plantea darle a¨²n m¨¢s fuerza a un r¨¦gimen intergubernamental (mandan los Estados m¨¢s que las instituciones) con la flexiausteridad que caracteriza los ¨²ltimos a?os en Europa por bandera. Y en esa batalla pol¨ªtica solo Bruselas se atreve, de momento, a llevarle la contraria.
"Hay que hacer una Europa pol¨ªtica y econ¨®mica m¨¢s fuerte y capaz de actuar", ha dicho el ministro de Finanzas germano, el poderoso Wolfgang Sch?uble, que tiene intenci¨®n de repetir si Angela Merkel repite como canciller. "?C¨®mo hacerlo? Esa es la tarea m¨¢s urgente", se ha cuestionado. La respuesta, despu¨¦s del 24 de septiembre: tras las elecciones alemanas, que hoy m¨¢s que nunca son elecciones europeas.
Guindos aplaude (con matices) los planes de Bruselas pero enfatiza el presupuesto del euro
La prioridad de Espa?a no es que todos los pa¨ªses de la UE se incorporen al euro. Ni un Fondo Monetario Europeo, ni un superministro de Finanzas, ni siquiera completar la uni¨®n bancaria. El ministro Luis de Guindos ha asegurado hoy al acabar el Eurogrupo de Tallin que lo m¨¢s urgente, a juicio del Gobierno espa?ol, es "un instrumento presupuestario com¨²n de la eurozona que permita actuar contra shocks asim¨¦tricos". En plata: un presupuesto anticrisis.
Guindos se alinea con la Francia de Macron, con la Comisi¨®n Europea y con el Mecanismo de rescate (Mede) en esa petici¨®n. Incluso han empezado a circular algunas cifras: el Mede considera que la potencia de fuego de ese fondo antic¨ªclico deber¨ªa estar entre el 1% y el 2% del PIB de la zona euro: entre 100.000 y 200.000 millones de euros, nada menos. El problema es, como siempre Berl¨ªn: Alemania no acepta esas cifras ni de lejos. Apenas una d¨¦cima, quiz¨¢ una vig¨¦sima parte de esas cifras, seg¨²n el think tank Eurasia Group.
"El planteamiento espa?ol es que los pa¨ªses deben seguir haciendo reformas, pero hay que mejorar tambi¨¦n el marco institucional. Es imprescindible terminar la uni¨®n bancaria. Puede funcionar un Fondo Monetario Europeo. Y Bruselas hace bien en recordar que el euro es la moneda de la UE y la eurozona debe seguir ampli¨¢ndose, pero necesita un instrumento presupuestario" para luchar contra las crisis. Espa?a plante¨® la pasada primavera que ese podr¨ªa ser un fondo anticrisis o incluso un seguro de desempleo europeo, pero fuentes del ministerio de Econom¨ªa apuntan que para ello es imprescindible que Alemania est¨¦ de acuerdo, algo que en este momento no est¨¢ asegurado. Guindos, en fin, apoya ¨Ccon matices¡ªlos planes de Juncker, pero a la vez se alinea con algunas de las ideas de Berl¨ªn: Econom¨ªa, por ejemplo, no ve mal que el nuevo FME despoje a la Comisi¨®n de la supervisi¨®n fiscal. "Habr¨ªa que ver c¨®mo se hace", apuntan fuentes ministeriales con deliciosa ambig¨¹edad. En una entrevista con este diario, Guindos fue m¨¢s claro hace justo un a?o: estar¨ªa a favor de la propuesta alemana "si ese cambio viene acompa?ado de una mayor integraci¨®n fiscal y de medidas para compartir riesgos".
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