¡°Sin talento para las matem¨¢ticas tambi¨¦n se puede disfrutar de los n¨²meros¡±
El acad¨¦mico brit¨¢nico Michael Atiyah reflexiona sobre los retos de la educaci¨®n en su especialidad y anima a los estudiantes a decantarse por esta ciencia exacta
A sus 88 a?os, este cient¨ªfico brit¨¢nico viaja por el mundo para hablar de su gran pasi¨®n, las matem¨¢ticas. A lo largo de m¨¢s de medio siglo, ha contribuido a su desarrollo gracias a varias teor¨ªas que le han valido la Medalla Fields en 1966 y el Premio Abel, conocido como el Nobel de esta disciplina, en 2004. Pas¨® por Madrid para ofrecer una conferencia de la mano de la Fundaci¨®n Ram¨®n Areces, instituci¨®n privada orientada al mecenazgo cient¨ªfico, y la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola (RSME). En esta visita, Atiyah, que ha llevado a cabo sus investigaciones entre las universidades de Cambridge, Princeton, Oxford y Edimburgo, ha tenido tiempo para reflexionar sobre educaci¨®n, un ¨¢mbito al que ha estado muy ligado durante toda su carrera.
Pregunta. ?Existe el talento matem¨¢tico?
Respuesta. S¨ª. Como para la m¨²sica, para las matem¨¢ticas hace falta algo de talento. Pero incluso quien no lo tiene puede aprender a disfrutar de ellas. No todos somos Mozart, pero podemos apreciar la m¨²sica. La labor del profesor para alentar al alumno es primordial.
P. Pero con lo hueso que son, ?cree que alguien puede gozar de ellas?
R. Claro, solo necesitas los est¨ªmulos adecuados y algo de pr¨¢ctica. En general, a la gente le gustan. En los peri¨®dicos hay p¨¢ginas dedicadas a problemas, a sudokus¡ Disfrutamos porque suponen un reto para la mente.
P. ?Pero se pueden disfrutar de la misma forma que el arte, por ejemplo?
R. S¨ª, solo necesitas algo de experiencia, algo de ¨¢nimo y que est¨¦n presentadas de manera atractiva para que capten tu atenci¨®n. Se pueden disfrutar de la misma manera que una obra de teatro. Si es mala, no te entusiasmar¨¢, pero si es buena...
P. ?C¨®mo alentar¨ªa a los estudiantes que suspenden esta asignatura?
R. Dici¨¦ndoles que hagan un esfuerzo por comprenderlas. A nadie le gustan las matem¨¢ticas si no las entiende. Si no tienen claro a qu¨¦ se quieren dedicar en su vida, les dir¨ªa que estudien matem¨¢ticas hasta donde puedan porque ser¨¢n muy ¨²tiles en muchos aspectos de su vida y en muchas profesiones. Las matem¨¢ticas nos brindan una de las m¨²ltiples maneras que tenemos de pensar. Nuestra mente es muy complicada y utiliza otras inteligencias como la art¨ªstica o la emocional para manejar situaciones. Ninguna de ellas explica la vida por s¨ª misma.
Los matem¨¢ticos, adem¨¢s, pueden trabajar en coalici¨®n con expertos en much¨ªsimas disciplinas. Especialmente en el desarrollo del conocimiento del cerebro, el gran reto del nuevo siglo.
P. ?C¨®mo animar¨ªa a los padres que ven fracasar en matem¨¢ticas a sus hijos?
R. Les dir¨ªa que tengan paciencia y los alienten y, sobre todo, que no olviden estimularlos en otros aspectos: que los lleven a exposiciones, que les ense?en a leer el peri¨®dico y que, por qu¨¦ no, les dejen ver la televisi¨®n.
P. ?Ha o¨ªdo hablar de los youtubers que imparten clases de matem¨¢ticas online?
R. Claro que s¨ª. Tenemos que usar todos los medios de comunicaci¨®n disponibles con fines educativos. En el pasado ten¨ªas tu voz, tus manos y la pizarra; ahora puedes llegar a todo el mundo desde tu ordenador. Eso s¨ª, es peligroso para el espectador porque hay personajes populares de calidad incierta. Es un riesgo que hay que correr.
P. Muchos j¨®venes graduados abandonan Espa?a porque no encuentran becas para desarrollar sus investigaciones. ?Qu¨¦ opina de esta situaci¨®n?
R. Los Gobiernos gastan mucho dinero en muchas cosas y no pueden cubrirlo todo. Algunos pa¨ªses hacen m¨¢s que otros, por supuesto. Me doy cuenta de que las entidades privadas conceden cada vez m¨¢s ayudas. Bill Gates o Mark Zuckerberg invierten dinero en educaci¨®n por el mundo y fundaciones como la Ram¨®n Areces lo hacen en Espa?a. Este pa¨ªs debe pensar en sus intereses y ser competitivo; si no, sus estudiantes se marchar¨¢n a otras econom¨ªas.
P. ?Es beneficiosa la competitividad entre cient¨ªficos?
R. S¨ª, pero yo destacar¨ªa por encima la cooperaci¨®n. El mundo depende de ella. He colaborado durante toda mi vida. Me gusta el intercambio de ideas. Te ayuda a clarificar tus teor¨ªas. Si tengo que explic¨¢rselas a alguien, las comprendo mejor, y recibo comentarios con los que complemento mi trabajo. Yo que he vivido tanto he aprendido much¨ªsimo, el problema ahora es no olvidarlo (risas).
P. ?Qu¨¦ relaci¨®n hay entre la filosof¨ªa y las matem¨¢ticas?
R. Tienen una relaci¨®n muy estrecha. Los grandes fil¨®sofos del pasado, como Plat¨®n, tambi¨¦n reflexionaban sobre matem¨¢ticas. Contempor¨¢neos como el brit¨¢nico Bertrand Russell, por ejemplo, combinaban ambas disciplinas. Hay muchos ejemplos de fil¨®sofos presentes en el establecimiento de los pilares de las matem¨¢ticas.
P. ?Qu¨¦ le parece que est¨¦ desapareciendo la filosof¨ªa de los planes de estudio?
R. Es importante que se introduzca la filosof¨ªa en los programas educativos, principalmente en la adolescencia. Los planes de estudio siempre traen pol¨¦micas. La educaci¨®n cambia muy despacio, est¨¢ demasiado ?ligada a la tradici¨®n. Los Gobiernos cometen el error de deshacer lo que ha hecho el anterior en materia educativa. Todo es un desastre y nada pasa. La sociedad cambia muy r¨¢pido y la educaci¨®n muy despacio. La educaci¨®n es como un barco gigante. Es dif¨ªcil que mantenga el ritmo de la sociedad.
P.?Cu¨¢les son las mejores universidades para aprender matem¨¢ticas?
R. Yo pondr¨ªa el foco en Alemania, Francia y Rusia. Tambi¨¦n Estados Unidos: Harvard, MIT (Massachu?setts Institute of Technology), Princeton, y, por supuesto, Reino Unido, con Oxford y Cambridge.
P. ?Cu¨¢les son los mejores lugares para investigar?
R. Algunas universidades ofrecen becas muy generosas pero que implican dar clases, lo que retrasa tu investigaci¨®n hasta seis o siete a?os. No es el caso de Inglaterra, donde son m¨¢s cortas, de tres o cuatro a?os, y no te obligan a dar muchas clases. Hay instituciones de gran prestigio en casi todos los pa¨ªses hoy d¨ªa: Jap¨®n, China, India; en Sudam¨¦rica, especialmente en Brasil. Tiene muy buenas instituciones, lo comprob¨¦ cuando estuve de visita en R¨ªo.
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