China registra el primer repunte de su crecimiento en los ¨²ltimos siete a?os
El PIB del gigante asi¨¢tico avanza un 6,9% en 2017, dos d¨¦cimas m¨¢s que el a?o anterior, por las medidas de est¨ªmulo y la recuperaci¨®n global
China cierra 2017 con un crecimiento sorprendentemente s¨®lido. La segunda mayor econom¨ªa del planeta se expandi¨® ese a?o un 6,9%, una cifra que supera en dos d¨¦cimas la tasa registrada en 2016 y supone la primera aceleraci¨®n -en t¨¦rminos anuales- del gigante asi¨¢tico desde 2010. Pek¨ªn logra un a?o m¨¢s, seg¨²n las cifras oficiales conocidas este jueves, cumplir de forma holgada con su objetivo de crecimiento econ¨®mico gracias a los efectos de las vastas medidas de est¨ªmulo desplegadas, la fortaleza del consumo interno y la recuperaci¨®n global.
"La econom¨ªa nacional ha mantenido su impulso, con un desarrollo estable y s¨®lido, y super¨® las expectativas", asegur¨® en rueda de prensa el director de la Oficina Nacional de Estad¨ªsticas, Ning Jizhe. El gigante asi¨¢tico empez¨® el a?o con fuerza, aupado por los efectos de la abundante liquidez y programas de inversi¨®n p¨²blica aprobados en 2016. La segunda mitad del a?o el crecimiento perdi¨® algo de fuerza (en el ¨²ltimo trimestre el PIB aument¨® un 6,8%) por el fin de estos vientos de cola y un incipiente cambio de prioridades dirigidas a atajar los riesgos financieros -principalmente deuda- que se ciernen sobre el pa¨ªs. Pero el consumo de los ciudadanos resisti¨® estoicamente (las ventas al por menor se incrementaron un 10,2%), las grandes empresas han registrado beneficios r¨¦cord y la recuperaci¨®n econ¨®mica de los principales socios comerciales de China dispar¨® las exportaciones un 10,8%, la mejor cifra del ¨²ltimo lustro.
China ha dejado atr¨¢s los ritmos de expansi¨®n a doble d¨ªgito que la convirtieron en la gran potencia emergente del mundo. Este crecimiento a toda costa dej¨® de rastro un medio ambiente devastado, un sector inmobiliario que burbujea y una monta?a de deuda, especialmente por parte de las empresas, que preocupa a analistas y gobernantes de dentro y fuera del pa¨ªs. Pek¨ªn ha tratado en los ¨²ltimos a?os de atajar estos problemas sin que ello afecte demasiado al crecimiento econ¨®mico, garante de la preciada estabilidad social. Una tarea que por el momento ha logrado cumplir -a pesar de varios sustos en los mercados financieros- a base de la abundante munici¨®n inyectada por su Banco Central y un control de las autoridades, en ocasiones draconiano, hacia cualquier indicio de riesgo para la econom¨ªa.
El presidente chino, Xi Jinping, ha abogado por centrarse en los pr¨®ximos a?os en un crecimiento basado en la calidad en detrimento de la cantidad. El mandatario, renovado en su puesto para los pr¨®ximos cinco a?os y con un poder en el partido comunista que no se ve¨ªa desde los tiempos de Mao Zedong, ha pedido hacer frente a "tres duras batallas": frenar los riesgos financieros, erradicar la pobreza y controlar la poluci¨®n atmosf¨¦rica. Parte de la ralentizaci¨®n experimentada a finales de a?o responde, precisamente, a las medidas contra aquellas empresas m¨¢s endeudadas y contra los sectores m¨¢s contaminantes, adem¨¢s de un progresivo endurecimiento de la pol¨ªtica monetaria. La producci¨®n industrial se ha resentido: pas¨® de un aumento del 7,6% a principios de a?o hasta un 6,2% en diciembre. El sector minero, liderado por el carb¨®n, sufri¨® una bajada del 1,5%.
Con una expansi¨®n por encima de lo esperado y buenas perspectivas en el resto del mundo, los analistas esperan que Pek¨ªn sea m¨¢s proclive a afrontar sus problemas. "Xi Jinping se ha tomado siempre muy en serio la promesa de cumplir con los objetivos de crecimiento econ¨®mico. Con este dato sorprendentemente bueno, se quita una losa de encima sin la cual hay m¨¢s espacio para reducir deuda, manejar riesgos financieros y llevar a cabo reformas", asegura Xu Bin, profesor de Econom¨ªa y Finanzas de la escuela de negocios CEIBS. El acad¨¦mico, sin embargo, no espera cambios de calado a corto plazo.
La estabilidad de los datos econ¨®micos en China ha vuelto a poner en duda la veracidad de las estad¨ªsticas que publica Pek¨ªn, unas sospechas que recientemente se han acrecentado tras conocerse que tres ciudades del pa¨ªs han inflado significativamente sus datos. "Tenemos dudas sobre la exactitud de las cifras oficiales dado lo incre¨ªblemente estables que han sido en los ¨²ltimos a?os", asegura, en una nota, la consultora Capital Economics.
El director de la Oficina de Estad¨ªsticas china dijo que se investigar¨¢n estos casos, pero sostuvo que aunque se demuestre que se han falseado datos, estos no afectan a la contabilidad que se lleva a cabo a nivel nacional. "En cierta forma, el gobierno chino ajusta los datos para dar m¨¢s sensaci¨®n de estabilidad. Pero de la misma manera que durante los a?os 2015 y 2016 creo que se sobrevalor¨® el desempe?o de la econom¨ªa, ahora creo que estamos en lo correcto o incluso deber¨ªa ser algo m¨¢s alto de lo que muestran las cifras oficiales", explica Xu.
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