Profesoras que dejan la docencia para solucionar los problemas de la escuela
Las autoras del libro 'Directivos de escuelas inteligentes' abandonaron sus clases de Lengua para ayudar a los profesores a cambiar
Durante los ¨²ltimos quince a?os, Lourdes Bazarra y Olga Casanova han recorrido m¨¢s de mil centros educativos e instituciones para formar a los docentes en nuevas metodolog¨ªas y ayudar a los equipos directivos a liderar el cambio. De esos encuentros han concluido que uno de los principales frenos para la transformaci¨®n de las escuelas son las facultades de Magisterio. "Est¨¢n desfasadas y los reci¨¦n graduados son los m¨¢s reacios al cambio", explican las autoras del libro Directivos de escuelas inteligentes ?Qu¨¦ perfil y habilidades exige el futuro? (SM).
Tras m¨¢s de veinte a?os dedicadas a la ense?anza de Lengua y Literatura para estudiantes de Secundaria y Bachillerato en un colegio jesuita de Madrid, en 2005 solicitaron una excedencia para dedicar todo su tiempo a la investigaci¨®n y la formaci¨®n de docentes. "Nos dimos cuenta de que la mayor¨ªa de formadores no hab¨ªan pisado un aula y la teor¨ªa no sirve para nada; hace falta acompa?amiento", asegura Olga Casanova, coautora junto a Lourdes Bazarra del libro autoeditado?La escuela ya no es lugar, una gu¨ªa sobre las nuevas pedagog¨ªas y su aplicaci¨®n real en algunos centros que les ha llevado un a?o y medio de trabajo.
"La renovaci¨®n pedag¨®gica no puede depender de la voluntad de los docentes, de que tengan las antenas puestas y se pongan las pilas para innovar. Los equipos directivos tienen que asumir su rol y sistematizar la formaci¨®n", se?ala Lourdes Bazarra. De no hacerlo, los principales perjudicados son los ni?os, que quedan desprotegidos y dependen de qu¨¦ profesor les toque. Una de las ventajas de los centros privados y concertados es que forman a los docentes a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Estatal para la Formaci¨®n en el Empleo, un recurso que no pueden emplear las escuelas p¨²blicas. "Se crean dos velocidades porque mientras la privada puede escoger el tipo de cursos que lleva a su centro, la p¨²blica carece de recursos y se puede queda atr¨¢s", apunta Casanova.
Una de las teor¨ªas que sostienen estas autoras es que dentro de pocos a?os importar¨¢ el colegio al que has ido, como sucede actualmente con las universidades en Estados Unidos. "Durante mucho tiempo todos los colegios han ofrecido lo mismo y resultaba muy dif¨ªcil diferenciar las propuestas pedag¨®gicas", indica Bazarra. Por eso creen que frente a la "estandarizaci¨®n" en la que ha vivido la escuela, cada vez m¨¢s las familias demandar¨¢n un valor a?adido y los colegios tendr¨¢n que especializarse en una tendencia.
Sobre la posible desigualdad entre los alumnos de la p¨²blica y la privada, sostienen que muchos centros p¨²blicos ya son "singulares" y ponen como ejemplo el colegio Manuel Bartolom¨¦ Coss¨ªo, en el barrio madrile?o de Aluche. "Los centros est¨¢n obligados a impartir el mismo programa acad¨¦mico pero tienen libertad en cuanto a la pedagog¨ªa. Este centro es un ejemplo de ruptura con lo tradicional; se caracteriza por los proyectos interactivos ligados a la tecnolog¨ªa", indican. "Todo es cuesti¨®n de voluntad", a?aden. Aunque otra de las complicaciones de la p¨²blica es la interinidad de los docentes y las continuas rotaciones, que claramente dificultad la continuidad de los proyectos educativos.?
"Si lo que te ense?a un centro est¨¢ en Google quiere decir que no te aporta nada". Con ese mensaje tratan de convencer a los equipos directivos de los colegios de que asuman su rol de transformadores, de agentes del cambio, una cultura que ya est¨¢ muy extendida en pa¨ªses como Inglaterra o Estados Unidos. "Se trata de trasladar el liderazgo del mundo empresarial al contexto educativo y ense?ar a los docentes a gestionar m¨¢s all¨¢ de los asuntos burocr¨¢ticos", comenta Casanova. Las autoras fundaron la empresa Arcix y ahora ya pueden vivir de la formaci¨®n. Su primer curso lo impartieron a finales de los noventa en un Centro de Formaci¨®n del Profesorado de Madrid, al que siguieron otro en la Universidad Complutense o en colegios p¨²blicos gracias a un acuerdo con la Xunta de Galicia.??
Para ellas la clave no est¨¢ en la tecnolog¨ªa, sino en el uso constante de preguntas interesantes que reten a los alumnos. Ponen un ejemplo. En una clase de matem¨¢ticas puedes captar la atenci¨®n de los estudiantes al anunciar que con los polinomios se mejora la resistencia de las casas. "Los buenos profesores conectan la ense?anza con buenas preguntas y, aunque parece obvio, hay que mostr¨¢rselo", cuenta Casanova. Ellas con sus alumnos de Secundaria ense?aban gram¨¢tica a trav¨¦s de las "tipolog¨ªas de personalidad". "Se trata de encontrar un v¨ªnculo con la realidad. Les ense?¨¢bamos que el usa mucho el pero es adversativo. Eso ayuda a entender".?
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