El vino m¨¢s popular de Argentina

Vista en retrospectiva, la historia del vino argentino Toro, el m¨¢s vendido del pa¨ªs, muestra que sus creadores eligieron bien el nombre, all¨¢ por 1896. La fortaleza que alcanz¨® la marca a principios del siglo XX le permiti¨® sobrevivir duras crisis financieras, la venta a un banco, una estatizaci¨®n que deriv¨® en un gran descalabro financiero para la provincia de Mendoza y, finalmente, su transferencia en 1990 a la Federaci¨®n de Cooperativas Vitivin¨ªcolas Argentinas (Fecovita), hasta entonces dedicada fundamentalmente a la actividad gremial. La empresa, que agrupa a 5.000 productores vinateros, tom¨® las riendas de un negocio en crisis y creci¨® hasta convertirse en la d¨¦cima compa?¨ªa vin¨ªcola del mundo, seg¨²n un estudio de la consultora Euromonitor publicado en 2017, que las mide por facturaci¨®n.

En Argentina, sin embargo, la supera por poco Pe?aflor, propiedad de un fondo de inversi¨®n y due?a de un gran n¨²mero de marcas, con las que alcanza el puesto nueve del r¨¢nking mundial. En Am¨¦rica Latina, por delante de ambas est¨¢ la chilena Concha y Toro, la n¨²mero cinco. "De las diez compa?¨ªas m¨¢s grandes del mundo, somos la ¨²nica cooperativa", subraya el presidente de la empresa, Eduardo Sancho, en la sede central de Fecovita en Maip¨², uno de los departamentos bodegueros que rodean la ciudad de Mendoza, capital de la provincia hom¨®nima. Sancho es asimismo uno de los miles de productores que, con un promedio de siete hect¨¢reas cada uno, se integran en las 29 cooperativas federadas. Son estas entidades las que elaboran el vino en 54 bodegas y lo venden a Fecovita, encargada del fraccionamiento y la comercializaci¨®n.

El coraz¨®n del negocio est¨¢ en el volumen. La principal planta industrial de la empresa, contigua a las oficinas, fracciona d¨ªa y noche unos 50.000 litros por hora, un 60% en envases tetrabrik, que se venden en g¨®ndola a 39 pesos (1,6 euros). En las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, Fecovita sum¨® otras tres marcas de vinos econ¨®micos, adquiri¨® una planta industrial en la provincia de San Juan y entr¨® fuerte en el negocio de las botellas de media y alta gama, con las etiquetas de Estancia Mendoza y Los Helechos, respectivamente. La expansi¨®n le permiti¨® acaparar el 30% del mercado argentino del vino. Son unos 270 millones de litros anuales que representan una facturaci¨®n de 350 millones de d¨®lares.

En las instalaciones de Maip¨² trabajan 600 operarios y las l¨ªneas de producci¨®n est¨¢n al m¨¢ximo de su capacidad. El espacio tampoco sobra entre los 18 tanques de 50.000 litros, los grandes rollos de cartones para envasar la marca Toro y almacenes enteros con cajas de mercader¨ªa lista para distribuir. "Hay mucho desorden porque hemos crecido y no damos abasto", asegura Sancho. "Por eso en septiembre todos los vinos de baja gama se van a fraccionar en una planta nueva". Con una inversi¨®n de 40 millones de d¨®lares, la nave industrial en obra tendr¨¢ equipos para envasar un total de 38.000 'tetras' de vino por hora y una capacidad de almacenamiento de 100 millones de litros, m¨¢s de cuatro veces la cifra de Maip¨².

Para entender el caso de Fecovita y su grado de avance en la cadena de valor hay que remontarse a los avatares de la desaparecida bodega Giol, creadora de la marca Toro. Fundada por dos inmigrantes italianos en 1885, en 1910 ya eran los due?os de una de las mayores bodegas del mundo, con 3.500 empleados. M¨¢s tarde, la bodega pas¨® a manos del Banco Espa?ol del R¨ªo de la Plata, hasta que las dificultades financieras la abocaron a una estatizaci¨®n progresiva a partir de los a?os cincuenta.

"El Estado mantuvo muy bien las marcas pero administr¨® mal. A fines de los ochenta, Giol estaba arrastrando al Banco de la Provincia de Mendoza, que le prestaba dinero y aunque no lo devolv¨ªa la segu¨ªa financiando, porque era una empresa del Estado y no pod¨ªa caer", cuenta el presidente de Fecovita. Cuando la situaci¨®n se hizo insostenible, comenz¨® un proceso de privatizaci¨®n de las distintas unidades de negocio. "Las empresas privadas solo ten¨ªan inter¨¦s en las marcas", explica. Asimismo, la licitaci¨®n daba cierta prioridad a las ofertas de productores organizados y finalmente los de Fecovita tomaron el mando. "Cuando se nos transfiri¨®, vend¨ªa ocho millones de litros mensuales. Ahora vendemos unos 22 millones", destaca Sancho.

El gerente general de la empresa, Juan ?ngel Rodr¨ªguez, cuenta que las botellas de media y alta gama tienen una importancia creciente para el negocio, a¨²n dominado por las operaciones de m¨¢rgenes bajos. "Estancia Mendoza parti¨® de cero en 2004. Hoy vende 2,2 millones de litros mensuales y es una de las marcas l¨ªderes del segmento, con el 14% del mercado", explica Rodr¨ªguez.